perroflauta
Madmaxista
¡¡ Ayer me tiré a mi casera hamijos !!¿ He hecho bien?
Llevo viviendo de alquiler casi seis años en el mismo piso y mi casera vive justo encima. Es una cuarentona divorciada que me recuerda a la jefa del doctor Casa (¿ a que en castellano la serie no parece tan ‘cool’)? , lo que la permite entrar directamente en el top ten de mi personal ranking MAFO (acrónimo en mi barrio de madre amable , no confundir con el gobernador del Banco de España, algo que a mi me ocurrió en mis primeros escarceos con el foro).
Desde el comienzo siempre hemos mantenido una relación de respeto, nosotros pagamos puntualmente, cuidamos la casa y no armamos escándalo y ella se porta con el mantenimiento del piso. Poco a poco la relación fue haciéndose cada vez más cordial: sonrisitas en el ascensor, invitaciones a tomar café, intercambio de recetas de cocina. Yo mantenía una educada distancia porque tengo pareja en régimen de exclusividad sensual voluntaria y no me parecía adecuado intimar con mi casera, pero ella persistía en su acercamiento.
Todo cambió hace tres meses, cuando la avisamos de nuestra intención de rescindir el contrato y marcharnos a tirar el dinero a otro piso. Al recibir la noticia se alteró y nos recriminó, subiendo la voz en exceso, el haberla avisado con tan poco tiempo cuando ella se había portado tan bien con nosotros. Traté de aplacar las cosas agradeciéndole su comportamiento con nosotros y recordándole que el nuestro había estado a la misma altura, así como que tres meses de preaviso es un tiempo bastante prudencial (y legal).
Mis intentos conciliadores no surtieron efecto y acabó abandonando nuestro zulito de amor murmurando lindezas como “Qué decepción”, “ No pensaba que érais así” ….
Desde ese día se acabaron las sonrisas en el ascensor, los intercambios de recetas y hasta nos negó el saludo. La situación ha sido bastante violenta pero hemos seguido manteniendo nuestra conducta: pago puntual, cuidado del zulo y ausencia de juergas.
Pues bien, ayer por la mañana, el agua caliente no funcionó ni cuando me iba a duchar yo ni unas horas más tarde cuando mi compañera fue a hacerlo. Dejamos pasar la mañana intentando ver que le pasaba a la caldera pero no conseguimos arreglar nada.
Por la tarde bajé a su casa para pedirle que por favor enviase al técnico a echarle un ojo a la caldera.
Me recibió con una bata bastante poco rectada y me dijo que pasase. Acepté ruborizado y nos quedamos en la entrada de su casa. Me dijo, altaneramente, que ahora mismo tenía muchos problemas, que se encargaría de eso cuando tuviera un rato y que tal como nos habíamos portado con ella que no esperaríamos que corriese al resolvernos el problema. Añadió además que últimamente hacíamos mucho ruido (algo más falso que las balas del equipo A) y, por último, lo que me sacó de quicio, que había oído arrastrar cosas por el suelo y que si se encontraba cualquier desperfecto ya podíamos ir olvidando de la fianza.
Reconozco que aquí perdí los nervios y fue cuando me tiré a mi casera como un lobo diciéndole que el ruido lo haría su puñetero perro, que no se pasase de lista a ver si el mes de Diciembre lo iba a pagar su padre, que …………….
¿ Creéis que hice bien tirándome a mi casera hamijos o debí mantener la compostura propia de un caballero de Villaverde?……
Saludos
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