leal, lean.
Las verdades del barquero al descubierto.
Aqui les dejo algo.
La trama urgida por políticos y fuerzas obscuras que controlan el Poder en el mundo.
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¿Cómo destruyeron la Unión Soviética?
Estados Unidos y sus aliados manejaron y manipularon los mercados financieros, abarataron el precio del petróleo, con la complicidad de las monarquías del Golfo, forzaron a la intervención militar en Afganistán, entre las principales razones. Como vemos el mismo procedimiento se aplica contra Rusia por el conflicto ucraniano.
Rusia, tras la caída del totalitarismo soviético, estaba en un K.O. técnico. Caos, hambre, pobreza, pero tras todo esto estaban las “instituciones económicas más poderosas, trabajando de la mano con elementos criminales, la mafia, respetables organizaciones filantrópicas, comités de expertos de prestigio internacional, organizaciones no gubernamentales, servicios de inteligencia y las principales entidades bancarias occidentales, iniciaron la empresa de destruir Rusia deliberada y meticulosamente.
Los recursos rusos son sinónimo de supervivencia, por lo que desestabilizar Rusia se ha convertido en la clave de la supervivencia futura”, sostiene el investigador D. Estulin, en su libro
‘Los Señores de las Sombras’.
La URSS colapsó en diciembre de 1991, inmediatamente el nuevo “amigo” de Rusia -Estados Unidos- emprendió la tarea de apoyar al extinto sistema comunista para llevarle a una transición democrática y rumbo al capitalismo.
Rusia, en algo más de una década dejó de ser un rival o amenaza a los intereses norteamericanos, no tuvieron los medios para oponerse a los Estados Unidos que lograron el control del petróleo y gas del Asia Central.
Eso no fue todo,
tuvo lugar el mayor saqueo de los recursos de una nación, casi olvidado en la actualidad, nunca difundido por los medios occidentales. La extinta URSS manejaba, sin duda, la mayor riqueza mineral del mundo, materias primas estratégicas como el cobalto, cobre, bronce, titanio, níquel, manganeso, platino, oro, piedras preciosas, entre otros minerales valiosos, a más del petróleo y madera.
Esos abundantes tesoros naturales de Rusia fueron saqueados. Incluso la industria bélica y todo tipo de valiosa maquinaria fueron a parar a subastas fraudulentas. Casi sin valor en el mercado internacional, fueron repatriados a través de unos 260 bancos controlados por la mafia que surgieron por doquier en el país (Estulin).
Según el propio Yeltsin, Rusia se convirtió en una “superpotencia del crimen, en una mafiocracia” (la Rusia de Yeltsin, por supuesto).
El juego con la manipulación del mercado fue tremendo, se realizaron operaciones colosales de subasta de rublos por cientos de miles de millones a cargo del crimen organizado, dinero que salió de Rusia. Todo iba a ser desmantelado en una operación combinada, pero clandestina, codo a codo entre los
servicios de inteligencia occidentales, especuladores financieros e importantes bancos, la Mafia de Estados Unidos y la italiana (Cosa Nostra), más el aporte de los criminales rusos surgidos con el fin de la URSS, la mafia rusa “Vorovskoi Mir” (Mundo de Ladrones) en alianza con viejos oficiales del KGB, ex veteranos de Afganistán y oficiales del ejército retirados, incluso miembros del Partido Comunista también participaron a través del KGB en el robo masivo de propiedades y recursos naturales del Estado, inundando el mercado extranjero de rublos, vendiendo ilegalmente materias primas y blanqueando las ganancias en Occidente. Según Estulin, estos grupos combinados crearon alianzas de conveniencia para impulsar la malversación económica a niveles increíbles. De esa forma (y de otras) dieron la estocada final a un sistema que, siendo objetivos, fue un fracaso político-social-económico, el desplome de la URSS que era evidente aconteció más rápido de lo señalado.
El objetivo secreto de todo esto (claro que esta parte lo desconocían todos los grupos criminales y políticos rusos en ese entonces) era
permitir que los gangsters financieros norteamericanos y sus socios se apoderen y controlaran las reservas de gas y petróleo de Asia Central. Brillante y silenciosamente destruyeron la base económica de Rusia. Los expertos concuerdan que
se pretendía regresar a Rusia a los tiempos de un país tercermundista, que dejara de ser una amenaza al proyecto estadounidense y de sus socios europeos, para ello también organizaron los conflictos separatistas en el Cáucaso ruso.
El siguiente paso, con la connivencia de Yeltsin, fue crear reformas democráticas y un ligero impulso económico siempre
evitando que Rusia resurja como competencia a nivel mundial contra los Estados Unidos. Llegó el FMI y la era Clinton para "apoyar" a la nueva economía y democrática Rusia. Yeltsin hizo lo habitual en estos casos, aceptar préstamos internacionales (la imposición de ‘ayudas’) a cambio de emitir obligaciones (deuda). Si no pagas pierdes la garantía subsidiaria (que garantiza el préstamo). Las garantías rusas, no está demás decirlo, eran las acciones de las principales industrias estatales. En otras palabras:
Préstamos por acciones. Así, si el gobierno ruso no podía rembolsar los préstamos, los bancos tenían derecho a subastar acciones en áreas energéticas, recursos naturales, industrias, etc.
La dorada década de 1990 fue maravillosa para los Estados Unidos, gozó de la supremacía mundial absoluta, controlaba los mercados rusos. Rusia dejó de funcionar como un estado, en graves aprietos para alimentar a su población y con su capacidad militar disuasiva venida a pique...
Entonces,
surgió pilinguin. Los problemas llegaron, no para los rusos ni para Rusia, sino para los Estados Unidos, para los buitres financieros, para los nuevos oligarcas rusos y la mafia ruso-israelí, todos ellos siguen lamentando el retorno del "totalitarismo" a Rusia.