Esto va por clases, y los que tienen 30 y tantos y han sido siempre alfas, esos no tienen problemas, los betas, según se lo monten, pero los omegas, están muy, pero que muy dolidos, por toda la amalgama de circunstancias descritas.
De poder tener una pareja acordada de antemano, a tener que desenvolverse en esta fauna, con precariedad laboral, pisos por las nubes, y la actual hipergamia feminista, pues al final el resultado es claro.
Antes quizá hubiésemos caído antes en un campo de batalla, ahora con suerte caeremos rodeados de Campurrianas, Doritos, y Netflix.