Este caso nos plantea la responsabilidad de los padres en establecer y enseñar a sus hijos adolescentes un protocolo de actuación en caso de quedarse sin batería en el móvil, sin dinero en efectivo y lejos de casa. Los adolescentes no saben qué hacer sin móvil...pagan con el móvil, tienen la documentacion en digital en el móvil.
Muchos adolescentes están inermes ante una contingencia que, en principio, no debería ser grave. No tienen capacidad de hacer algo razonable. Más si no han dormido y han bebido como parece que ocurrió a este chaval.
En primer lugar hay que enseñarles que ante una emergencia deben guardar la calma y no hacer tonterías, obligarles a aprender de memoria el número de móvil de sus padres, el de emergencias, aprender a pedir ayuda educadamente a personas adecuadas y no rendirse por la una serie de negativas: ayuda para cargar el móvil y/o hacer llamada de auxilio.
Hay que obligarles a llevar dinero en efectivo, suficiente para comprar billete de vuelta a casa, y bien guardado en pantalón (no bajo la funda del movil que pueden perder). Pueden llevar también una pequeña batería portátil de recarga, bien amarrada al pantalón, y un cable de recarga para enchufar a cargadores de acceso público.
En este caso, ya habéis apuntado todas las posibilidades. El chaval parecía obcecado en subir en un tren por la cara. Si consiguió agarrarse de mala manera o subió entre vagones de un mercancías, el accidente menso y fatal sería lo más lógico (con sueño, bebido, las.posibilidades de accidente en ese caso se disparan). Puede estar tirado en cualquier punto de la vía, incluso más allá de Córdoba.
Si se le ocurrió subir a un coche haciendo auto stop (cosa que me parece rara que haga un adolescente, pero no imposible) lo más posible es que un predador sensual diera buena cuenta de él, acabando con su vida o secuestrandole para aprovecharse de él durante una temporada hasta matarlo. También hay una remota posibilidad de ser el caso, pero no es imposible.
Cuando yo era joven recuerdo que dos amigos hacían mucho autostop para viajar y uno me contó el caso de un conductor que le amenazó con un cuchillo desde.el asiento de alante para cepillarselo (iba sólo con el conductor). Se pudo zafar y escapar con éxito, pero a veces no se consigue.
Un chico joven (o un niño) es objetivo claro de orates violadores, aunque no lo digan en la TV.
Qué le apalizaran los guardias de seguridad, lo mataran "sin querer" y se deshicieran del cadáver, lo veo más difícil aún que ocurriera, y es también más fácil de resolver el caso para la policía.