La forma de lo que vendrá.
Ayer establecí porqué los EEUU inevitablemente experimentarán El Gran Reinicio. Lo que
venga tras esta crisis sistémica de devolución es desconocido, pero podemos especular con la forma que tomarán las cosas. Aunque no podemos saber el resultado, indudablemente podemos discernir los esbozos de la crisis misma. (...)
En un escenario ordenado, se convoca una nueva asamblea constitucional, y un liderazgo respaldado por el público iluminado consensúa limitar el dominio político y financiero de las élites y cárteles empresariales. El nuevo consenso reorienta a el Estado hacia su propósito original de limitar la depredación de la ciudadanía por las élites y los criminales, defendiendo la nación e imponiendo la ley como se define en la constitución.
En una solución desordenada, el status quo y el público rechazan lidiar con la realidad y en su lugar se apegan al Titanic, demandando soluciones mágicas que salvarán a la nave maldita del hundimiento. Esa magia no existe, por supuesto, y el barco se hundirá y el desorden reinará.
Quizá tome la forma de una crisis financiera de devaluación o de hiperinflación, o quizá la de una crisis política como un "golpe silencioso" de las élites o el estallido de la resistencia a la mano dura del Estado.
En el límite opuesto de este desorden, la nación podría dividirse, como en el libro "The Nine Nations of North America" u otras permutaciones como la guerra civil prevista por el escritor/bloguero Chris Sullins en sus novelas "Operation Serf".
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