No sé por dónde narices cagáis vosotros, pero por donde yo vivo es raro que cada semana no coincida con alguna divorciada con ganas de tomar café conmigo...
Evidentemente ya he caído del guindo hace muchos años, y emparejarse de por vida es un mal habito, ya que la costumbre crea monotonía, y la monotonía crea insatisfacción, no hay más que analizar estadísticas.
EL hombre ha nacido para quemar endorfinas, y al lado de una bigotuda lo único que logra es terminar levantando los pies mientras estás sentado en el sofá viendo su programa favorito y la parienta pasa el aspirador justo en ese puñetero momento.
Hay que reconstruir la filosofía de vida, si no, seremos unos cadáveres andantes pendientes de planchar cualquier braga que se nos ponga a tiro.
Y por cierto, ya lo sabéis, pero una mujer a partir de los 40 es un problema muy rellenito si la quieres para algo más que revolcarte de vez en cuando.