Algún día volverá a enseñarse y asumirse que el ciclo natural de una persona, especialmente de una mujer, es formar una familia y tener hijos cuando la biología lo dicta. Todo lo que no sea eso es receta segura de infelicidad amarga y trastornos mentales. Muchas lo descubren demasiado tarde, y ni siquiera entonces se permiten a sí mismas decirlo con estas palabras. Sería demasiado duro, porque no tienen a nadie más que a ellas mismas para culpar.