Asesoría fiscal de 5 trabajadores, el dueño no había hecho ningún curso de reciclaje en más de una década y no tenía ni idea de nada. Yo entro con un contrato de 6 meses para cubrir una baja de maternidad.
Época de rentas y el dueño me dice que priorice una declaración porque son amigos suyos. Le digo que sí, que me de los papeles. Me dice que ya los ha traído, así que miro la carpeta de pendientes. No aparece. El dueño empieza a gritar como un loco, acusándome de haber perdido la documentación. Según él su amigo le había dicho que su mujer ya había ido a la asesoría y le había dado los papeles a la compañera que estaba de baja de maternidad. Intento explicarle educadamente que eso no es posible, porque Fulanita lleva meses sin venir a la asesoría y me amenaza con despedirme. Le digo que de acuerdo, que me si me da el finiquito y me voy sobre la marcha. Se va bastante cabreado y hablando solo.
A los 15 minutos lo escucho hablando por teléfono, era su amigo para decirle que su mujer aún no había podido pasar por la asesoría, que se pasaría al día siguiente sin falta. El dueño viene a mi mesa a decirme que no me preocupe, que había sido un error de comunicación y yo le dije que de acuerdo, pero que mi contrato se terminaba en 10 días y no iba a renovar debido a sus amenazas. Se lo tomó tan mal que después de irme se refería a mí delante de mis excompañeros como "ese chiquito que no quería trabajar".