Me parece abominable el hecho en sí. Aunque me sorprende tanta resistencia al concepto de los insectos sabiendo que el goyim come caracoles, marisco (percebes: no hay cosa más da repelúsnte) o testículos de toro.
En México toda la vida comieron grillos. Yo tuve delante de mí a una mexicana blanca, una muñequita, ex azafata, delicada, inteligente, venida a directora de Marketing, comiéndose uno delante de mí en 2011. Me quedé pasmado.
Así que, puestos a comer cosas da repelúsntes, esta me parece una más. Que alguien me convenza de lo contrario.