Guillotin
Será en Octubre
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Y hablando de los funcionarios, voy a añadir una nota cultural sobre estos seres que al igual que los ángeles, nos van a acompañar durante toda nuestra fútil vida.
EL SUPLICIO DEL AROMA DEL SANDALO.
Es una obra literaria del laureado autor Chino Mo Yan, el autor nos sitúa en China durante los últimos años de la dinastía Qin.
Nadie como Mo Yan ha sabido retratar el alma, las inquietudes, ilusiones y desilusiones de estos seres que conforman el aparato que sustenta nuestra sociedad,
Amor al Estado, el deber y una vida al servicio de los demás, tras superar unos duros exámenes que pondrán a prueba su aptitud, serán consagrados como el máximo deber durante su existencia.
En esta obra, Mo Yan, se centra en la vida del más incomprendido de todos los funcionarios, el verdugo.
Los verdugos, como el resto de funcionarios están incluidos en varias escalas. Aprendiz, verdugo, maestro verdugo, y gran maestro.
Los grandes maestros verdugos tenían su espacio en la Corte Celestial, en una subsecretaria del Ministerio de justicia.
Acceder a verdugo suponía conocer 1000 tormentos, así como su presupuesto, realización y su tiempo de ejecución.
Conocimientos que exigían de un gran esfuerzo y dedicación por parte de los aspirantes, los cuales ya una vez obtenida su plaza, no podían dejar de actualizarse durante el resto de su vida.
EL SUPLICIO DEL AROMA DEL SANDALO.
Es una obra literaria del laureado autor Chino Mo Yan, el autor nos sitúa en China durante los últimos años de la dinastía Qin.
Nadie como Mo Yan ha sabido retratar el alma, las inquietudes, ilusiones y desilusiones de estos seres que conforman el aparato que sustenta nuestra sociedad,
Amor al Estado, el deber y una vida al servicio de los demás, tras superar unos duros exámenes que pondrán a prueba su aptitud, serán consagrados como el máximo deber durante su existencia.
En esta obra, Mo Yan, se centra en la vida del más incomprendido de todos los funcionarios, el verdugo.
Los verdugos, como el resto de funcionarios están incluidos en varias escalas. Aprendiz, verdugo, maestro verdugo, y gran maestro.
Los grandes maestros verdugos tenían su espacio en la Corte Celestial, en una subsecretaria del Ministerio de justicia.
Acceder a verdugo suponía conocer 1000 tormentos, así como su presupuesto, realización y su tiempo de ejecución.
Conocimientos que exigían de un gran esfuerzo y dedicación por parte de los aspirantes, los cuales ya una vez obtenida su plaza, no podían dejar de actualizarse durante el resto de su vida.
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