-Palante el carro que ya se acomodarán los melones -dice el progresista.
-Quieto parao o vete con cuidao, que no somos melones -dice el conservador.
¿En lo de los trenes usté, como yo -y don Josemari- es también de la opinión de la autoría interna más que externa y que no hay que buscar a los culpables más allá de desiertos lejanos o montañas remotas, no sé, en Langley o en La Habana, en el Elíseo o en Rabat o donde los judíos tengan la sede del Mossad, que la cosa, al ser tan sumamente Paco, es absolutamente toíta nuestra?.
Sí, sí, yo sospecho más de la ETA, de la PP (aunque no entren en el "cui prodest" policial ni a martillazos), de la PSOE (Partido Sospechoso del Once Eme) o del sindikato de la RENFE (o ADIF que no sé) cuya huelga contra los
probes de la plebe por Semana Santa es ya todo un clásico, que de la autoría externa, aunque tampoco la descarte y piense, como el Arguiñano,
que la culpa la tiene el perejil.
Vamos, que si no hay una triste prueba que saliera de los trenes que no hubiera sido lavada con agua y acetona, más que un triste polvillo de extintor, que ya se gastó para hacer el contraanálisis aquél, estoy en mi derecho de sospechar de tocristo.
Y es que el que no haya pruebas no es una prueba, sino un indicio,
y mu sospechoso por cierto.
Mire, la democracia funcionaría si la ciudadanía estuviera medianamente informada y no nos censuraran o nos pusieran al Rubius al lado, o al Messi con un altavoz mu rellenito, o a multitud de CM a sueldo, para que no se nos oyera.
La libertad de expresión es absolutamente imprescindible para la democracia.
Si me da por decir que la tierra es plana están los demás en su derecho de cachondearse o de no hacerme ni puñetero caso si me pongo mu pesao. Pero si lo que digo es que unos jovenlandeses han violado, pierden el trastero por censurarme o por mandarme ofendiditos (puede que a sueldo) que pidan mi censura.
¿Por qué no puedo yo hablar bien del General Bajito y los demás si pueden hablar mal de él?.
Mire, los romanos tenían prohibido entrar en la ciudad con tropa armada. Solo en el caso en que la ciudad concediera un Triunfo (pero para éso había que haber capturado un buen botín con el que sobornar a los senadores) los generales podían desfilar por allí con tropa armada. El río Rubicón era la frontera.
Pero le solían poner al generalote un esclavo que le sujetara la corona de laurel por encima de la cabeza (supongo que algún griego de ésos mu listo y mu filósofo) que le decía por lo bajinis:
-Recuerda que eres un hombre: que has de morir.
Bueno, también los legionarios de la tropa armada podían cachondearse de su general y llamar al Julio César calvorota, igual que hacemos en Burbuja con el
@querido líder y a decir que nadie se agachara ni a recoger un estilo (entonces no se habían inventado los bolígrafos) por lo que pudiera pasar.
Luego llegó Tiberio y permitió que hubiera tropa armada dentro de la ciudad, pero lo restringió a los pretorianos. Éso sí, él entonces se retiró a Capri.
Por si acaso supongo.
Total que los Tigelinos y los Sejanos (como el sargento Ruiz por aquí o los Z en Mexico) estuvieron poniendo y quitando emperadores y si Trajano se dedicó a recorrer el imperio, puede que lo hiciera por el mismo motivo por el que Tiberio se autoexiliara en Capri.
Por si acaso supongo.
-Bésame romano -Era el santo y seña que el Calígula les dictaba a los de la guardia. Normal que le terminaran apuñalando.
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FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.
