Tuve muchas discusiones con horteras de bolera que defendían la "gastronomía española", concepto totalmente inexistente.
Siempre gané las discusiones. Jamás nadie me supo nombrar un plato español mínimamente sofisticado que traspase fronteras más allá de la paella (que ni siquiera se puede exportar porque ni los españoles saben hacer paella).
Mucho menos un postre (en España no hay NI UN postre que tenga cierto mérito a nivel internacional).
La cocina española es extremadamente deficiente en sabores, ingredientes, cultura, literatura en general, nula en costumbres y totalmente descalificable para un argumento internacional, donde hasta la cocina de México o Argentina tienen mucha más presencia en restaurantes y cocinas del mundo.
Casi todos los italianos guardan respeto por normas esenciales de su cocina. Saben cocinar perfectamente la pasta. Son detallistas. Tienen cultura y educación gastronómica. Conocen sus productos, los quieren y no los "venden" ni los "exportan": son los demás los que demandan cocina italiana.
Te metes en la cocina de cualquier español y la falta de educación gastronómica da para echarse a llorar hojas. Qué esperar de gente que le echa agua fría a la pasta recién cocida o parte los espaguetis antes de echarlos en una olla.
Lo que no entiendo es cómo basándose primordialmente en carbohidratos simples (el segundo en muchos casos ni lo ven, especialmente los trabajadores que comen fuera a diario: plato de pasta y a picar; igual el desayuno, bollería azucarada y café con azúcar, prácticamente nadie usa la sacarina), no ves a gordos por ningún sitio.
Porque la pasta no engorda. Ese mito está desmontado desde hace años.
En España se tiende a cocer la pasta más minutos de los necesarios. En Italia la consumen "al dente", lo que conlleva mucho menos azúcar que un plato de pasta cocinado en España.
Y tienen muchísima más cultura gastronómica en general. Saben lo que comen. Verás pocos italianos en cadenas norteamericanas de comida rápida. Muy pocos.
Mención aparte que no mezclan pan con pasta, que es una aberración dietética.