El tiempo y el esfuerzo que exigiría tal propósito se subordina a tu nula predisposición para aceptar argumentos racionales que contradigan las teorías que un día decidiste creer por pura fe en quien las propagaba.
Cualquier persona medianamente sensata que se tope con varios hechos inusuales, que parezcan estar relacionados entre sí, tratará de extraer su significado real y de construir una teoría que los relacione de manera creíble.
Así que, siendo lo sensato que las teorías se amolden a los hechos, provoca bastante perplejidad comprobar cómo algunos aún tratéis de amoldar los hechos a vuestra teoría ya preestablecida, muchas veces en contra de toda lógica.
Para conseguir a caerse del caballo no basta con saber dónde está el camino de Damasco, también hay que estar verdaderamente dispuesto a recorrerlo...