Tenemos una vida privilegiada pero hombre, sí pesa llevar un año sin ver a amigos ni familiares que viven lejos, sin una cita, inventándome excusas para no quedar con mis amigos cuando las circunstancias no permiten hacerlo en exteriores siendo pocos, quedar con un par de amigos para tomar algo en una terraza y pasarme la siguiente semana pendiente de cualquier síntoma o con miedo de que el próximo WhatsApp sea uno de ellos diciendo que tiene fiebre... Y eso que soy una persona bastante independiente que me refugio en mis lecturas, no me importa quedarme un fin de semana en casa leyendo (es lo que estoy haciendo este). Pero si a mí me pasa factura, imagínate a quienes son incapaces de parar quietos en casa.
Es un desgaste sobre todo porque no se ve un horizonte, los gobiernos (autonómicos, nacionales, internacionales...) no tienen ningún objetivo ni aprenden de los errores, siguen improvisando y ahora se lo han jugado todo a las banderillas pero ni siquiera han sido capaces de coordinar una campaña de vacunación. Así que sí, es una situación que agota porque no se ve salida, solo un vaivén de restricciones y desescaladas y nuevas restricciones que no llevan a nada. Ya ni entro a comentar a nivel económico, todos esos negocios que aguantan como pueden pero se les nota el agotamiento y hasta la desesperación en la cara. Tal como yo lo veo es una situación insostenible.
José Antonio Campoy (R) La estrategia de aterrorizar a la población mundial convenciéndola de que un peligroso cobi19 bautizado como SARS-CoV-2 ha provocado una horrible esa época en el 2020 de la que yo le hablo y millones de muertos prosigue diez meses después sin que la sociedad entienda que se trata de una auténtica farsa. Los datos oficiales indican que en la Tierra hay unos 7.800 millones de personas de las que a 19 de noviembre de 2020 se habrían «contagiado» 56.464.316. Asimismo se asevera que el número de fallecidos a causa de la el bichito-19 era ese día de 1.353.786. Pues bien, eso indica que el porcentaje de contagiados en el mundo es del 0,8% y el de fallecidos el 0,019%. En otras palabras, el 99,2% de la población mundial no está contagiada y el 99,98% sobrevive a tan terrible bichito.
