A los 18-19 años llegué a pensar seriamente en un
plan para poner un casette con micrófono oculto en una sala anexa a la biblioteca universitaria para descubir el "misterio" de de qué temas hablaba la gente "normal".
Pensé que para "normalizarme" debía estudiar las conversaciones "Normales" y tratar de imitarlas.
Algo ilegal (lo ignoraba, ni pensé en ese asunto), altamente
creepy pero para que vean el enfoque "científico" que daba a solucionar mi fobia social.
Otra idea que tenía a los 18-19 años era encontrar
EL LIBRO
EL LIBRO era el libro con LA CLAVE para poder vivir una vida feliz.
Suponía que entre los millones de libros publicados podría existir ese libro teórico que hipotetizaba, el libro con las claves que me faltaban para recomponer mi vida.
En un momento dado pensé que
"El grito primal" de Arthur Janov era tal libro. Concebí un "plan perfecto". Terminaría la Carrera, me pondría a trabajar y ganaría el dinero suficiente como para hacer Terapia Primal en USA 2 o 3 meses. Regresaría a España "curado" y mi vida estaría arreglada. Al acabar la Carrera escribí al Primal Institute: Sólo daban la terapia en Inglés o Francés. Mi Inglés de entonces era insuficiente. Luego supe que Janov era un estafador y que la "terapia primal" era un desastre. pero era tan ingenuo que me tragué el libro literalmente.
"Defendámonos de los dioses" de Salvador Freixedo fue "el libro" en algunos aspectos.
Al final "el libro" no fue tal, sino LOS LIBROS, los de
Ayn Rand que me permitieron -ya en la treintena- enderezar mi vida.
Un ejemplo: Lo agradable que es la zona en la que me crié con mis pares no puede "verlo" hasta después de conocer a Ayn Rand.
A los 31 años me encontré admirando lo agradable que es la zona en la que pasé mi adolescencia...
...pero es que cuando era adolescente no veía nada agradable allí, sólo veía lo negativo: La contaminación, las desigualdades sociales, el consumismo, la frivolidad...
VEMOS LO QUE SOMOS. Como dijo Pessoa NO HAY VIAJES, HAY VIAJEROS, porque el viajero ve lo que lleva dentro: El viaje es dentro de uno mismo, aunque uno se vaya al Amazonas o a Siberia.
Hasta que Ayn Rand no me "arregló" mis ideas de fondo incorrectas no puede apreciar lo bello y agradable que es la zona en la cual pasé mi adolescencia refunfuñante y amargada.
Es fascinante tener 31 años y ver por primera vez el barrio en el cual pasaste tu adolescencia y juventud.
La compañera de biblioteca que me llamaba "byroniano" también me decía que antes de ponerse a hablar conmigo y ver que era tratable una amiga suya y ella bromeaban que con mi aspecto y actitud debía vivir la vida de
Bufalo Bill, el loco que secuestra mujeres para despellejarlas en
"El silencio de los corderos".
Vi esa película en el cine (y leí la novela) y me impresionó la frase de Lecter sobre
Bufalo Bill "Ha intentado ser un montón de cosas, supongo".
Lo veía como el resumen de mi vida: Había intentado "ser joven" con el patético plan de ciclomotor, había intentado ser Punki (un extraño punki que no fumaba ni bebía), Okupa de fin de semana... y varias cosas más.
...no encajaba en ninguna parte. Estaba "intentando ser" esto o lo otro, como el
Bufalo Bill de El Silencio de los corderos.
¿Y ahora qué iba a intentar ser?
En junio de 1993 (no necesito consultar la fecha, la tengo grabada en la mente) dieron
"Aliens" (1986) por TVE. Para colmo la víspera de un examen trascendental en mi carrera, un examen que abría (o cerraba) asignaturas en años sucesivos. Era "asignatura llave". Si no la abrías tu licenciatura se retrasaba 1 año (como mínimo).
Un examen que hizo que algunas personas abandonasen la carrera.
Un examen revienta mentes, de alta presión y con fases teóricas y prácticas. Podías aprobar varias fases y si suspendías la última te ibas con todo para septiembre.
En examen al cuya preparación dedicamos en exclusiva el mes anterior.
Yo me sentía como en una guerra. Iba en autobús cada día a la Universidad como quien va en un transporte de tropas a una cruel guerra intelectual de muy incierto resultado. Tras el examen vi a compañeras sollozando a lágrima viva por el pasillo. Algunos abandonaron la carrera ese mes y nunca más les vimos, como si hubiesen muerto en la "guerra". Otros fueron "heridos" y se fueron para septiembre o tuvieron que repetir, retrasando fatalmente 1 años al menos su licenciatura.
Y la víspera del examen puse el VHS en "Rec" y empecé a ver -obnubilado- la fuerza y belleza de "Aliens", película que -estúpidamente- no vi en cines en 1986.
Vi en aquel momento clave en mi vida hasta la secuencia de la bajada de la nave lanzadera a SLV426. Luego dejé el vídeo grabando y me fui a repasar (una vez más) la materia del examen.
El resto del VHS (que vi 1000 veces) lo vi al día siguiente por la tarde, tras el examen.
Había aprobado. Se decía que si aprobabas aquella asignatura a la primera, tenías casi garantizado terminar la carrera. "Atascarte" en aquella asignatura suponía terminar la carrera uno o dos años más tarde. O nunca.
Y "Aliens" quedó grabado en mi cerebro. Fue mi referente moral durante años.
Estas en guerra en un planeta hostial y tienes que intentar sobrevivir.
El tema Científico-Militar de 2001 de Kubrick Aliens lo llevaba mucho más hacia el lado militar:
Esta era la metáfora existencial que necesitaba,
Esta película me dio el SENSE OF LIFE que necesitaba.
10 años después aprendí -leyendo a Ayn Rand- que toda obra de arte lleva una filosofía implícita.
La Filosofía implícita de Aliens es que puedes estar en un planeta altamente hostil, pero que debes luchar e intentar vencer.
Armas y blindaje corporal. Qué ironía.