Cormac
Redactor Jefe de Necrológicas de Burbuja.Info
Dos hombres fueron castigados con 77 latigazos cada uno en Indonesia acusados por la sharia de mantener relaciones sensuales gayses.
El castigo se ejecutó en Aceh, única provincia de Indonesia en la que rige la ley islámica, haciendo cumplir una sentencia de la corte islámica por sodomía contra los dos veinteañeros.
Tres meses en la guandoca por ser gaysesLos dos hombres, que fueron soprendidos por los vecinos manteniendo relaciones sensuales en una habitación alquilada, fueron condenados a tres meses de guandoca y 80 latigazos cada uno, que posteriormente redujeron a 77.
No hubo perdón ni compasión a pesar de los gritos, lloros...Una multitud se reunió para ver los azotes, que fueron ejecutados por dos policías con túnicas y máscaras, a los dos hombres.
Los acusados no evitaron los 154 latigazos a pesar de sus súplicas, gritos y lloros.
El único momento de compasión se produjo cuando se detuvieron los latigazos para permitir un trago de agua a los dos condenados... para posteriormente seguir con el castigo.
Los latigazos no se detuvieron ni cuando el bastón del verdugo se rompió tras golpear la espalda de uno de los reos ni cuando la madre de uno de los chicos se desmayó al ver el sufrimiento de su vástago.
El castigo se ejecutó en Aceh, única provincia de Indonesia en la que rige la ley islámica, haciendo cumplir una sentencia de la corte islámica por sodomía contra los dos veinteañeros.
Tres meses en la guandoca por ser gaysesLos dos hombres, que fueron soprendidos por los vecinos manteniendo relaciones sensuales en una habitación alquilada, fueron condenados a tres meses de guandoca y 80 latigazos cada uno, que posteriormente redujeron a 77.
No hubo perdón ni compasión a pesar de los gritos, lloros...Una multitud se reunió para ver los azotes, que fueron ejecutados por dos policías con túnicas y máscaras, a los dos hombres.
Los acusados no evitaron los 154 latigazos a pesar de sus súplicas, gritos y lloros.
El único momento de compasión se produjo cuando se detuvieron los latigazos para permitir un trago de agua a los dos condenados... para posteriormente seguir con el castigo.
Los latigazos no se detuvieron ni cuando el bastón del verdugo se rompió tras golpear la espalda de uno de los reos ni cuando la madre de uno de los chicos se desmayó al ver el sufrimiento de su vástago.
