El fallecido recibió la segunda dosis de la banderilla y al salir del hospital se tropezó en las escaleras de camino al parking y se rompió la cadera. Fue atropellado por una ambulancia y mientras trataban de socorrerle, el perro de presa de un transeunte se escapó y le destrozó la yugular, lo que ayudó a que el bichito del el bichito matase inmediatamente al medicado.