Si podéis leed toda la entrevista, es un lujado. Años y años luz de Simón
Olvidáos del verano, bueno no hagáis grandes planes, algo se podrá hacer.
Resumen:
"...Drosten: Precisamente. Actualmente, ese número está en 0.9. Es genial que finalmente hayamos logrado bajarlo por debajo de 1, de modo que el número de casos pueda comenzar a disminuir. Pero 0,9 no es suficiente si queremos aflojar rápidamente los frenos.
Con una R de 0,9, se tarda aproximadamente un mes en reducir a la mitad el número de infecciones. Eso es demasiado. Deberíamos intentar, mediante la intensificación del cierre, bajar el número a 0,7. Entonces, los números de casos se reducirán a la mitad en solo una semana, y podemos llegar a un punto en el que podamos detener la propagación de B.1.1.7 o al menos darnos una ventaja...."
DER SPIEGEL: ¿Cree que la llamada estrategia Zero-el bichito, el objetivo de reducir a cero el número de nuevas infecciones, es el camino correcto a seguir?
Drosten: Creo que sería posible con un esfuerzo significativo. El bichito, por supuesto, continuaría estallando, tal como lo hemos visto en China y Australia. Pero valdría la pena al menos identificar cero nuevas infecciones como objetivo.
Principalmente porque estoy bastante preocupado por lo que de otro modo podría suceder en la primavera y el verano.
DER SPIEGEL: ¿Qué quieres decir?
Drosten: Una vez que los ancianos y quizás parte de los grupos de riesgo hayan sido banderilleados, habrá una inmensa presión económica, social, política y quizás también legal para poner fin a las medidas de la corona. Y luego, una gran cantidad de personas se infectarán en poco tiempo, más de lo que podemos imaginar en este momento.
No tendremos 20.000 o 30.000 casos nuevos al día, sino hasta 100.000 en el peor de los casos. Por supuesto, serán principalmente las personas más jóvenes las que tienen menos probabilidades que las personas mayores de tener síntomas graves, pero cuando una gran cantidad de personas jóvenes se infectan, las unidades de cuidados intensivos se llenarán de todos modos y muchas personas morirán. Solo que serán personas más jóvenes. Podemos amortiguar un poco este terrible escenario reduciendo los números ahora.
DER SPIEGEL: ¿Podemos estar seguros de que el número de casos comenzará a disminuir en primavera a medida que aumenten las temperaturas?
Drosten: No lo creo. El hecho de que tuvimos un verano tan relajado en 2020 probablemente tuvo que ver con el hecho de que nuestros números de casos se mantuvieron por debajo de un umbral crítico en la primavera. Pero ese ya no es el caso. Me temo que será más como en España, donde el número de casos volvió a subir rápidamente después de que se levantó el bloqueo, a pesar de que hacía bastante calor. También en Sudáfrica, donde actualmente es verano, el número de casos es elevado. (Se
hunde en sus pensamientos, sin decir nada ) Lo siento, lamentablemente estoy muy cansado.
Drosten: En una población que todavía no es inmune, como aquí en Alemania, la variante de Gran Bretaña probablemente tendrá éxito, porque se propaga mejor, es más contagiosa. Las variantes sudafricana y brasileña pueden infectar a personas que ya han tenido la enfermedad, pero eso probablemente no les da una ventaja en una población donde la inmunidad aún no está generalizada. Lo que significa que el bichito se distribuirá aquí y allá durante el próximo año, y seguramente aparecerán nuevas variantes.
DER SPIEGEL: ¿Qué significa eso para las banderillas?
Drosten: Una de las mutaciones en las variantes brasileña y sudafricana ya ha demostrado un serio escape inmunológico ...
DER SPIEGEL: ... que ayuda al bichito a evadir nuestras defensas inmunológicas. ¿Significa eso que las banderillas serán ineficaces?
Drosten: Los anticuerpos son solo un componente de la protección inmunológica, otro es la inmunidad de las células T. Eso protege mucho más fuertemente contra una progresión grave de la enfermedad. Si el bichito muta, no tiene ningún efecto sobre la inmunidad de las células T. Como tal, no creo que tengamos que temer que nuestras banderillas sean ineficaces.
DER SPIEGEL: Al no contradecir a las personas que dicen cosas ridículas públicamente, tolera una situación en la que la gente cree en falsos profetas. Es particularmente problemático con los verdaderos corona-truthers, quienes afirman que la mortalidad no es mucho más alta que con la influenza.
Drosten: Permítanme ser extremadamente claro al respecto: según lo que he escuchado, la tasa de mortalidad por infección en Alemania, es decir, el porcentaje de infecciones por SARS-CoV-2 que resultan en muerte en Alemania, probablemente sea superior al 1,1 por ciento. Eso es más de 10 veces mayor que la gripe. Pero sé a qué te refieres, por supuesto. Aunque los estudios que están desactualizados, que ya no son precisos, no me molestan tanto. Eso es solo parte de la ciencia. Lo que más me molesta son los argumentos hechos sin pruebas, sin sustancia, con un razonamiento analógico injusto. Todas esas cosas que son esencialmente similares a la supresión de conocimientos científicos. El resultado es un falso equilibrio, y la gente tiene la impresión de que esos argumentos también son ciencia.
DER SPIEGEL: Como consecuencia del estudio, advirtió contra la reapertura de escuelas y guarderías.
Drosten: Pensé que era una pieza de información que todo el mundo necesitaba ver: redoblemos nuestros esfuerzos para que podamos publicar lo más rápido posible. No estaba claro para mí en ese momento que pudiera parecer una provocación, particularmente en la atmósfera acalorada de la época.
DER SPIEGEL: El tema de los cierres de escuelas fue objeto de horas de debate el martes durante la reunión entre Merkel y los gobernadores estatales. ¿Por qué ha sido tan difícil para los científicos convencer a la gente sobre este tema?
Drosten: Para ser honesto, incluso sin nuestro estudio sobre las cargas virales en los niños, no habría considerado probable que los niños se salvarían del SARS-CoV-2.
Desde una perspectiva puramente biológica, la membrana mucosa no cambia tanto durante la pubertad. Lo que significa que los niños también pueden infectarse y ser contagiosos. Que hayan surgido tantas dudas sobre ese hecho fue siempre, y sigue siendo, confuso para mí.
DER SPIEGEL: ¿Alemania quedó paralizada como resultado y no preparada con ideas inteligentes para mantener las escuelas abiertas durante el invierno?
Drosten: Pensé, sí, la gente lo discutirá y luego encontrará soluciones prácticas, como, por ejemplo, quitar los cristales de las ventanas y reemplazarlos con un trozo de cartón equipado con un ventilador. Pero luego, la infecciosidad de los niños se negó durante tanto tiempo, y no se hizo nada, no se tomaron decisiones durante tantos meses durante el verano. Encontré eso muy, muy asombroso.
Drosten: Creo que en algún momento a mediados del otoño, los efectos de las banderillas comenzarán a hacerse evidentes. En toda la población, no solo en el sentido de que los grupos de riesgo están protegidos. De modo que muchas menos personas se infectarán. Pero para que eso suceda, no puede pasar nada completamente imprevisible.....
Virologist Christian Drosten: "I Am Quite Apprehensive about What Might Otherwise Happen in Spring and Summer"
