Lo de Armengol es una fruta vergüenza:
1. PROHÍBE abrir a bares y restaurantes, condenando a miles de personas a la ruina.
2.El sector, desesperado, organiza una protesta Y TAMBIÉN LA PROHÍBE.
3. La gente, quemada y arruinada, ignora la prohibición y protesta, entonces Armengol envía a la policía y amenaza con sanciones a los convocantes y participantes.
¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE ESTO Y UNA DICTADURA?
Para más inri (y por eso muchos mallorquines estamos indignados) no hace ni dos semanas se autorizó una manifa de indepes de hez en Palma. Este año como hay pocos vuelos no vinieron refuerzos desde Barcelona y se vio que eran los cuatro subvencionados de siempre.