Semi-offtopic
Nuestro cerebro, a pesar que nos creamos muy inteligentes, es muy limitado.
Sabemos dar con el ángulo de tiro y la fuerza para poder encestar una pelota de baloncesto, eso es resolver una ecuación diferencial instintivamente y eso pasa con bastantes cosas que realizamos instintivamente sin pensar pero que necesitan matemáticas más o menos fuertes para encontrar su solución.
Pero, en todo hay un pero, haced este experimento mental:
Imaginaros una manzana mentalmente, es fácil, luego dos también es fácil y así hasta cinco manzanas de golpe, a la sexta ya tendréis problemas si lo conseguís, puede que tengáis a que recurrir a agrupaciones como imaginarse 4 manzanas y 2 manzanas, lo mismo para números superiores. ¿Pero como podréis imaginaros y visualizar mentalmente 52 o 57 manzanas, exactamente y de golpe?, ni las agrupaciones mentales sirven.
A que viene eso, a lo difícil que es cuantificar de una manera emotiva o afectiva los números no ya grandes sino incluso pequeños, lo realizamos a nivel conceptual y abstracto sin que nos afecte emotivamente, una diferencia entre 30.000 y 300.000 (salvo dinero pero eso influye en otros aspectos), es una mera diferencia abstracta y que nos afecta a nivel abstracto.
Los sumerios usaban el 1 (yo), 2 (el matrimonio) y varios (el resto) :
https://iesciezadeleon.educarex.es/descargas/hojamatematica01dic2009.pdf
La numeración presenta también variantes según las tribus: Por ejemplo, los antiguos sumerios utilizaban las palabras «hombre», «mujer» y «varios», en lugar de «uno», «dos» y «tres», respectivamente. Así el hombre simboliza el número 1. Por matrimonio, él y su mujer representaban el número dos. Todo lo que sobrepasase numéricamente el dos estaba simbolizado por «varios»
Luego pasamos a la numeración por símbolos que representaban grupos; la fenicia, la romana, etc, para acabar con la aditiva actual, pero son representaciones abstractas, ligadas al lenguaje y no con nuestros sistemas cerebrales más antiguos, los emotivos e instintivos, por eso nos puede afectar más la muerte de 1 o 2 personas desconocidas que la de 20.000.
Uno de los efectos es que las asociaciones afectivas se pueden dar entre el personal sanitario, sobre todo enfermer@s y afectarles mucho más aunque sean pocos los muertos que ven, comparados con los que solo ven cifras de muertos.
Es una limitación de nuestro pobre cerebro.