Nadie pretende que el 100% de la población de riesgo se confine. De hecho ni siquiera es necesario. Las diferencias de ingresos hospitalarios por rango de edad son tan importantes que es mucho más efectivo incidir en este grupo que hacerlo sobre el total de la población.
Un control del 70-80% de los mayores de 65 años reduce la posible presión hospitalaria muchísimo mas que controlar el 50-60% de toda la población en general. En el primer caso estás hablando de controlar 5 o 6 millones de personas y en el segundo de 24 a 28 millones, la diferencia es abismal.
Y al ser, en su gran parte, gente jubilada su incidencia sobre el tejido productivo es relativamente pequeño.
Ingresos por edad segunda ola.
Ver archivo adjunto 469928
Justo al revés. La situación actual está matando no solo el sector del ocio sino buena parte del comercio de productos no esenciales lo que se acaba reflejando en que un amplísimo numero de comercios, negocios y empresas se encuentran a punto de cerrar.
El sector hotelero está en su gran mayoría en ERTES y con muchos problemas de supervivencia. Con su apertura para alojar a grupos de riesgo, tendríamos decenas de miles de trabajadores que saldría de cobrar de los ERTES para trabajar en su sector lo que ayudaría a la economía en general y al sector turístico en particular. Y el costo es, en muchos casos, no solo perfectamente asumible sino en muchos casos inferior al que se está soportando actualmente.
El estado pagó 22,50€ persona/día en pensión completa por las pernoctaciones del Imserso del 2019, menos de 700€ mes por persona. Incluso ampliando esta cifra, tener, por ejemplo, a un millón de jubilados tres meses en un hotel saldría menos de 3.000 millones. Una cifra ridícula viendo el costo que están teniendo actualmente los ERTES, ERTES que, en la mayoría de los casos, desaparecerían con la apertura de casi todos los establecimientos ahora cerrados. Una situación Win-Win
Y la posible bajada de consumo producida por los sectores en riesgo quedaría ampliamente compensada con el aumento producido por el resto de la población.
Lo que resulta económicamente suicida es seguir en la situación actual.
La inmunidad de grupo es la principal arma contra cualquier infección de este tipo. Es así y siempre lo ha sido, pero por razones inexplicables parece que a la humanidad, o a los que controlan a esta humanidad, se les haya olvidado, lo que resulta extremadamente sospechoso.
Incluso ahora en españa, con ratios medios de infección generales inferiores al 10%, ya empiezan a existir claros indicios del efecto de la inmunidad de grupo en los diferentes lugares. Madrid, a pesar de ser un lugar idóneo para la expansión de una infección, no está disparando sus cifras. Lugares con indices bajos de infección en la primera ola son los que más fácilmente están subiendo en esta segunda. Incluso dentro de la misma comunidad, se comprueba fácilmente como las zonas mas expuestas en la primera ola son las menos expuestas en esta segunda como Álava en el país vasco o Soria en Castilla y León.
Y los datos internacionales son mas que claros.....
Ver archivo adjunto 469972
Personalmente desde marzo, cuando se fueron conociendo los datos italianos, tuve claro que, o con suerte el bichito desaparecía en verano como ocurrió con el SARS, o el estado necesitaría implementar, cara otoño, una campaña de eso que los expertos llaman ahora "protección enfocada" porque esperar una banderilla era quimérico. Ni lo uno, ni lo otro y así nos va.