Ninguno de los grandes partidos depende de sus votantes. Son "entes" con vida propia y mucho poder para conseguir el apoyo necesario simplemente haciendo ver que no hay vida sin ellos y que sin ellos el enemigo comeniños se hará con el poder para siempre. EL PSOE ha cruzado desiertos y ahí lo tienen en el poder "viéndose en la obligación" de hacer esas cosas tan malas que repudiaban antes de la elecciones. Al final ponen a su electorado en la diatriba de considerar que es mejor: hacer la política de independentistas, terroristas, comunistas o darle el poder al "fascismo".
No obstante el PP lo tiene peor porque no tiene a mano un talismán tan potente como el "fascismo" con el que señalar a la izquierda. El comunismo, después de cuarenta años de relato rosa ya está en el olimpo de las facciones políticas más o manos consideras entre el electorado o al menos y de largo, mejor vista que el "fascismo" aunque fuera lo mismo: no es lo mismo una dictadura burguesa que otra del pueblo... Conceptualmente, por desgracia, sigue teniendo mucho más recorrido la segunda aunque nos lleve a la ruina. De conceptos también se come, sobre todo mientras no falque qué comer para poder seguir pensando e idealizando.
El Maniqueísmo es lo más contrario a la democracia que pueda imaginarse y es un hecho totalmente presente y activo en esas formaciones políticas que se presentan como la democracia pura, es decir, la del pueblo, es decir, la de una élite que sabe lo que el pueblo necesita sin escuchar al pueblo, que es rebaño e ignorante.