Las monedas de oro y de plata son de cuando el dinero era privado, tenían su propio valor intrínseco. Era una sociedad más libre en ese aspecto del dinero (no en otros aspectos).
La población de forma evolutiva tras miles de años de intercambios, había llegado a esta sabia conclusión de usar oro o plata en sus cambios, pues reúnen unas características que los convierten en idóneos como:
-Son fáciles de identificar
-Son difíciles de falsificar
-No se puede aumentar su cantidad en circulación fácilmente (salvo por el hecho aislado del descubrimiento de Amércia), hay que excavar mucho para conseguir una moneda nueva.
-Perfectamente divisible en unidades más pequeñas
-No perecedero, inasequible al desgaste y a la oxidación
¿Cómo surge el papel moneda?
Muy sencillo, la gente, por seguridad, quería custodiar su oro y su plata y los joyeros (banqueros) lo guardaban con un contrato de depósito (un depósito de verdad de derecho romano no los depósitos de ahora).
Entonces si dejabas un gramo de oro en el banco, el banco hacía un papel a tu nombre donde decía que podías acudir a retirar un gramo de oro. A cambio te cobraba una comisión de guarda y custodia por mantener allí seguro tu oro.
Poco a poco, la gente se fue dando cuenta de que, para hacer un pago, lo más práctico era firmar en ese mismo papel que en lugar de a favor de fulano el gramo de oro era a favor de mengano. Luego Mengano podía retirar cuando quisiera y eso evitaba desplazarse al banco para hacer cada pago. Y la gente empezó a confiar fuertemente en el papel.
Así los joyeros (banqueros) se dieron cuenta de que era raro que se retirara más del 10% de la cantidad de oro que custodiaban.
Algunos empezaron a hacer fraudes, se prestaban a sí mismos el oro por un tiempo y luego lo devolvían sin intereses y esto les hacía enormemente ricos pues podían financiar por ejemplo la construcción de un barco para comerciar. Y hablamos de épocas en que no había inflación y los intereses del dinero eran elevados por los riesgos que conllevaba un préstamo.
Hubo juicios por eso y cuando pillaban a un banquero, le caía todo el peso de la ley, sus depositantes se acojonaban, acudían todos a retirar su oro y el tío terminaba arruinado y encarcelado o condenado a muerte.
Entonces el Estado se dio cuenta de que si legalizaba esto de disponer del dinero ajeno, podía obtener gran financiación de la mano de los banqueros. Se transgredió la figura del contrato de depósito del derecho romano y se hizo legal disponer de los depósitos ajenos. Así las cosas el Estado, empezó a recibir gran financiación de parte de los banqueros. Ya hemos pasado al sistema bancario de reserva fraccionaria.
Estamos ya en una sociedad que lo mismo acepta oro que papel moneda y en la que además la cantidad de papel moneda en circulación supera a la cantidad de oro en circulación y en la que esta proporción puede aumentar o disminuir dependiendo de la oferta y demanda de crédito. Y claro empiezan a pasar cosas raras como la hiperinflación.
El siguiente paso es que el Estado dice, no puede ser que el papel moneda privado fluctúe así a lo loco, el papel moneda será público por ley, será de obligatoria aceptación como medio de pago y el Estado custodiará oro simbólicamente porque ahora ya podemos fabricar todo el papel que nos salga del trastero y obligar a la población a aceptarlo.
Esto fue esencial por ejemplo para poder financiar las guerras y hacer que se mataran todos unos a otros para aumentar aún más el poder Estatal de la élite. Todo empieza a fluctuar mucho más a lo loco que antes.
Pero era tal el caos económico de inflación, impuestos, escaseces y en definitiva desorganización social absoluta de este sistema que se le ocurrió a David Hume ponerle coto sin cambiar el sistema del todo: ¿Por qué no fijamos políticamente una tasa de cambio entre el papel moneda y el oro y la respetamos? Si viene alguien con su billete al banco central, le damos una cantidad de oro y así restablecemos la confianza.
Iba por buen camino esta idea hacia una sociedad más libre pero se suprimió en 1971
Ahora tenemos el mismo sistema caótico de reserva fraccionaria, dinero público sin ningún patrón, y una especia de voluntad política teórica tipo brindis al sol de no aumentar demasiado rápido la oferta monetaria y que la inflación esté en torno al 2% y paridas que de vez en cuando y con cualquier excusa se pueden violar. Además se pueden violar sin ningún límite constitucional ni aprobación parlamentaria. Por ejemplo si hay una crisis financiera, venga fiesta de emisión de deuda. Que viene el bichito, emitimos más.