El confinamiento severo ya lo hemos tenido.
En cuanto a la mortalidad infantil del bichito, es tan baja que ni siquera se puede hablar de estadística, sino de esperanza matemática:
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Como ves, la mortalidad general en niños de cualquier año es superior a la del bichito en sí.
Por último: el argumento patético- enfático de preguntar "cuánto vale la vida de un niño", como si el resto de seres humanos fuéramos todos unos orates menos tú, empieza a cansar.
Pregúntate también qué hacemos con los MILLLONES de niños pobres que van a resultar de esto y que, al contrario que tu hijo, no pueden tener acceso a una educación de pago.
Que en las AMPAS de los públicos se pasan la vida peleando por conseguir una tablet o un balón, y en las concertadas os dedicáis a hacer tortillas de patatas y chocolatadas.
Así que menos lobos, coleguita.