Poleadornato
Madmaxista
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Los alumnos de Infantil, Primaria y 1º y 2º de ESO no asistirán a clase un día a la semana
Si pasáis de leeros esta cosa poco buena para no perder el tiempo, os dejo con el mensaje de @blackmore:
Murcia es donde imparto clases, y os cuento con conocimiento de causa.
La propuesta de la Consejería de que los críos asistan 2 o tres días por semana de forma alterna nos ha caído como una colleja. Se supone que, en cada grupo, tendré dos subgrupos. Por ejemplo: 1º de Bachillerato de Ciencias (OB1C). Subgrupos: OB1C-a y OB1c-b.
Primera semana: OB1C-a tres días presenciales. OB1C-b dos días presenciales.
Segunda semana: al revés. Etc.
¿Qué pasa con los críos de OB1C-b esos tres días en los que no les ha tocado clase presencial? Según la consejera, podrán seguir las explicaciones desde casa porque emitiremos en directo las clases desde el IES.
Voy a creerme que se dota a los Centros con el dinero suficiente para comprar buenas cámaras web y actualizar equipos informáticos que tienen más años que mi coche. ¿Qué tipo de conexión va a permitir que yo y mis otros noventa y pico compañeros estemos emitiendo directos por internet de manera simultánea todos los días? En serio, si a alguien se le ocurre un buen ISP, que lo diga.
¿Cuál debería ser la solución? Hacer dos subgrupos en cada grupo, alquilar aulas prefabricadas como para llenar el patio y contratar al doble de profesores. Para todo el curso o, al menos, hasta la banderilla. Todo lo que no sea eso va a ser una chapuza.
Pero, claro, no hay dinero. Es más importante un aeropuerto de hez que no hacía ninguna falta, poner semáforos inteligentes en Murcia ciudad, desarrollar una app que te diga las ofertas de las tiendas cuando pases por delante de ellas, contratar asesores y paniaguados varios y mantener chiringuitos, asociaciones, charlas y talleres de todo pelaje.
Los profesores murcianos con los que llevo hablando sobre esto todo el día son unánimes: todos queremos volver a las clases presenciales, porque es como mejor funciona nuestro trabajo. Que no os engañen: la enseñanza online es un burdo simulacro que puede parchear una situación, pero nada más. Por supuesto, va a haber bajas y excedencias de compañeros mayores que no quieren exponerse al bichito. Porque en dos semanas voy a estar metido en aulas pequeñas y abarrotadas con críos que, de tener el bichito, son asintomáticos, y me la voy a jugar.
Así que daremos clase como podamos hasta que la hez explote y empiecen a cerrar Centros.
La noticia:
Los colegios e institutos de la Región de Murcia pasan al 'Plan B': la vuelta a las aulas, cerradas a cal y canto desde marzo, será a partir del 7 de septiembre semipresencial en todas las etapas educativas, como adelantó LA VERDAD. Los estudiantes se turnarán para ir a clase en el colegio e instituto o quedarse en casa, con una frecuencia que dependerá de la etapa educativa. Las restricciones han sido acordadas esta semana por las consejerías de Salud y Educación, y responden al empeoramiento de la situación epidemiológica en la Región, que lleva días asistiendo al incremento de rebrotes y al ascenso de contagios.
El nuevo plan de comienzo de curso está diseñado para la coyuntura actual –si la situación se agrava, la enseñanza será telemática–, y tiene como premisa fundamental reducir los aforos en las aulas para que estudiantes y profesores puedan mantener las distancias de seguridad en los centros educativos. Solo las guarderías (de 0 a 3 años) y los centros de educación especial mantendrán la enseñanza 100% presencial.
Los estudiantes del segundo tramo de Infantil, Primaria y los de primero y segundo de la ESO (de 3 a 14 años) irán a clase en sus centros educativos cuatro días a la semana, y se turnarán para quedarse en su casa una jornada. Se hará así con todos las clases que sobrepasen los 20 alumnos por aula (en el caso de Infantil y Primaria), y los 24 en los dos primeros cursos de Secundaria. Los turnos, que reducen un 20% la densidad de los alumnos en las dependencias comunes del centro y en las aulas, permitirán mantener la distancia aconsejada de 1,5 metros. Para los estudiantes a los que les toque quedarse en casa, los profesores planificarán tareas fijas para que las realicen en su domicilio.
Los sindicatos anuncian «grandes movilizaciones» y amenazan con la huelga
Rubén García Bastida
En la práctica, y tomando como referencia una clase tipo de 25 alumnos, cinco de los escolares se quedarán en casa cada día, mientras los 20 restantes asistirán al aula. Los grupos que no van a clase presencial se irán alternando, uno cada jornada de la semana. El criterio para organizar los turnos lo decidirá al colegio, pero siempre con una premisa fija: que los escolares que tengan hermanos en el centro coincidan en sus horarios y se queden en casa el mismo día, para minimizar así el fuerte impacto que la semipresencialidad tendrá para la conciliación de la vida familiar y laboral. Los chicos de primero y segundo de la ESO, aunque estudian en institutos, mantienen el mismo plan que en Primaria (cuatro días sí, uno no) porque Educación entiende que se trata de «cursos sensibles» en los que los estudiantes, de entre 11 y 14 años, están en pleno tránsito del colegio al instituto y tienen menos autonomía y capacidad para organizarse solos el trabajo en casa.
Los alumnos más mayores, de entre 14 y 18 años (de tercero de la ESO a Bachillerato y FP), irán a sus institutos menos días aún: dos una semana y tres a la siguiente, lo que rebajará la presencia del estudiantes en el centro al 50%. Los 'subgrupos' se irán alternando para que todos los estudiantes reciban las mismas sesiones presenciales, de manera que los que en la primera semana asistan dos días, lo hagan tres en la siguiente, y así sucesivamente. Para el caso de tercero y cuarto de ESO, si los grupos de alumnos tienen menos de 24 estudiantes podrán ir todos a clase, como también ocurrirá en Primaria en las clases con menos de 20 matriculados. Esa densidad solo se da en los centros de municipios poco poblados y en los colegios e institutos con poca demanda y matrícula.
Las jornadas en las que los chicos se queden en casa podrán seguir las explicaciones del profesorado mediante videoconferencias en directo o a través de videolecciones, y realizarán las actividades y trabajos que sus docentes les hayan encargado el día anterior.
Los turnos de alumnos se diseñarán para que los hermanos coincidan en el colegio
Fuensanta Carreres
También los profesores reducirán ligeramente sus tiempos de estancia en los centros educativos: las horas complementarias (de tutorías, atención a padres, preparación de clase...) podrán realizarlas, siempre que sea posible, desde sus domicilios.
El nuevo sistema de enseñanza semipresencial acordado no contempla pues la reducción de las ratios, ya que el número de alumnos a cargo de cada profesor sigue siendo el mismo, entre 25 y 35 dependiendo de la etapa. Sí rebaja en cambio los aforos de estudiantes en el aula y en los centros: un 20% en Primaria y primero y segundo de la ESO, y un 50% en el resto de niveles, lo que en la práctica se traduce en un descenso artificial de las ratios.
La dotación de docentes prevista por la Consejería de Educación sube con 800 maestros y profesores más, una «limosna» a juicio de los sindicatos, que reclamaban un incremento mucho mayor. Los docentes 'extra' saldrán de las listas de interinos, y cuando se agoten, se convocarán bolsas extraordinarias para las especialidades desiertas.
Los desfases y lagunas que la pérdida de clases presenciales puedan provocar en los estudiantes tratarán de compensarse con las sesiones de refuerzo por las tardes, que amplían sus horarios para los estudiantes de todas las etapas, cuatro tardes a la semana.
La reducción de los aforos se completa con un refuerzo de las medidas de higiene y limpieza planteadas en julio, cuando la curva de contagios se encontraba estable y aún se planteaba que la enseñanza fuera presencial. Los centros contarán con un presupuesto de 10 millones de euros para la mejora de las instalaciones y gastos adicionales de equipamiento de material higiénico sanitario, así como con más de 2 millones de euros para el refuerzo de la limpieza, consignados por el Ministerio.
Familias insumisas
Equipar los centros para que las clases digitales funcionen para todos supondrá otra inversión de cerca de 18 millones de euros, destinados a la compra de 40.000 dispositivos electrónicos y 17.000 dispositivos móviles para los alumnos y 23.000 ordenadores para los centros.
La conciliación de las familias, que se complica, y mucho, con los niños en casa varios días a la semana, tratará de facilitarse con un nueva línea de ayudas de la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, que tiene que diseñar un plan de apoyo en coordinación con lo ayuntamientos, y que se suma a las subvenciones anunciadas por la Consejería de Empleo.
El PSOE cree que se «condena al profesorado a una vuelta al cole insegura e incierta»
la verdad
La posibilidad de que algunas familias se declaren insumisas y no lleven a sus hijos a clase por no estar de acuerdo con las condiciones de seguridad será vigilada: «En los casos en que los alumnos sean o convivan con familiares de alto riesgo, siempre que quede acreditado, se estudiarán los casos», ha dicho la consejera, Esperanza Moreno, quien presentó este jueves por la mañana el nuevo plan junto al consejero de Salud, Manuel Villegas.
Aulas ventiladas y puertas y ventanas abiertas de par en par
La experiencia en la lucha contra los contagios ha demostrado, insistió el consejero de Salud, «que los espacios cerrados y sin ventilación son adversos; hay que tratar de que las aulas sean lo más abiertas posible», ha dicho Manuel Villegas. Aunque la consejera no ha concretado si podrán organizarse clases en los patios y pabellones deportivos, sí ha detallado que las aulas estarán abiertas y la ventilación será la máxima. La Consejería de Salud tiene también pendiente terminar de redactar un manual con las indicaciones y el protocolo a seguir en caso de que se produzca un contagio por el bichito-19 en un centro, y que se distribuirá a los colegios e institutos cuando quede cerrado con las medidas planteadas por el Ministerio.
Reducción de temarios por si las clases tienen que suspenderse
El incremento de brotes y la subida progresiva de la curva de contagios no permite descartar que sea necesario pasar al escenario 3: la suspensión de las clases presenciales. Si así ocurriera, Educación pretende condensar los currículos para centrarlos en los contenidos fundamentales, pero para ello, ha insistido la consejera de Educación, Esperanza Moreno, necesita el permiso del Ministerio de Educación. Moreno ha aprovechado su comparecencia para reprochar a la ministra el «retraso» en la presentación de un plan común educativo, que no se abordará hasta final de la próxima semana. El consejero de Salud ha adelantado que, en cualquier caso, cada comunidad lo adaptará a su contexto epidemiológico.
Si pasáis de leeros esta cosa poco buena para no perder el tiempo, os dejo con el mensaje de @blackmore:
Murcia es donde imparto clases, y os cuento con conocimiento de causa.
La propuesta de la Consejería de que los críos asistan 2 o tres días por semana de forma alterna nos ha caído como una colleja. Se supone que, en cada grupo, tendré dos subgrupos. Por ejemplo: 1º de Bachillerato de Ciencias (OB1C). Subgrupos: OB1C-a y OB1c-b.
Primera semana: OB1C-a tres días presenciales. OB1C-b dos días presenciales.
Segunda semana: al revés. Etc.
¿Qué pasa con los críos de OB1C-b esos tres días en los que no les ha tocado clase presencial? Según la consejera, podrán seguir las explicaciones desde casa porque emitiremos en directo las clases desde el IES.
Voy a creerme que se dota a los Centros con el dinero suficiente para comprar buenas cámaras web y actualizar equipos informáticos que tienen más años que mi coche. ¿Qué tipo de conexión va a permitir que yo y mis otros noventa y pico compañeros estemos emitiendo directos por internet de manera simultánea todos los días? En serio, si a alguien se le ocurre un buen ISP, que lo diga.
¿Cuál debería ser la solución? Hacer dos subgrupos en cada grupo, alquilar aulas prefabricadas como para llenar el patio y contratar al doble de profesores. Para todo el curso o, al menos, hasta la banderilla. Todo lo que no sea eso va a ser una chapuza.
Pero, claro, no hay dinero. Es más importante un aeropuerto de hez que no hacía ninguna falta, poner semáforos inteligentes en Murcia ciudad, desarrollar una app que te diga las ofertas de las tiendas cuando pases por delante de ellas, contratar asesores y paniaguados varios y mantener chiringuitos, asociaciones, charlas y talleres de todo pelaje.
Los profesores murcianos con los que llevo hablando sobre esto todo el día son unánimes: todos queremos volver a las clases presenciales, porque es como mejor funciona nuestro trabajo. Que no os engañen: la enseñanza online es un burdo simulacro que puede parchear una situación, pero nada más. Por supuesto, va a haber bajas y excedencias de compañeros mayores que no quieren exponerse al bichito. Porque en dos semanas voy a estar metido en aulas pequeñas y abarrotadas con críos que, de tener el bichito, son asintomáticos, y me la voy a jugar.
Así que daremos clase como podamos hasta que la hez explote y empiecen a cerrar Centros.
La noticia:
Los colegios e institutos de la Región de Murcia pasan al 'Plan B': la vuelta a las aulas, cerradas a cal y canto desde marzo, será a partir del 7 de septiembre semipresencial en todas las etapas educativas, como adelantó LA VERDAD. Los estudiantes se turnarán para ir a clase en el colegio e instituto o quedarse en casa, con una frecuencia que dependerá de la etapa educativa. Las restricciones han sido acordadas esta semana por las consejerías de Salud y Educación, y responden al empeoramiento de la situación epidemiológica en la Región, que lleva días asistiendo al incremento de rebrotes y al ascenso de contagios.
El nuevo plan de comienzo de curso está diseñado para la coyuntura actual –si la situación se agrava, la enseñanza será telemática–, y tiene como premisa fundamental reducir los aforos en las aulas para que estudiantes y profesores puedan mantener las distancias de seguridad en los centros educativos. Solo las guarderías (de 0 a 3 años) y los centros de educación especial mantendrán la enseñanza 100% presencial.
Los estudiantes del segundo tramo de Infantil, Primaria y los de primero y segundo de la ESO (de 3 a 14 años) irán a clase en sus centros educativos cuatro días a la semana, y se turnarán para quedarse en su casa una jornada. Se hará así con todos las clases que sobrepasen los 20 alumnos por aula (en el caso de Infantil y Primaria), y los 24 en los dos primeros cursos de Secundaria. Los turnos, que reducen un 20% la densidad de los alumnos en las dependencias comunes del centro y en las aulas, permitirán mantener la distancia aconsejada de 1,5 metros. Para los estudiantes a los que les toque quedarse en casa, los profesores planificarán tareas fijas para que las realicen en su domicilio.
Los sindicatos anuncian «grandes movilizaciones» y amenazan con la huelga
Rubén García Bastida
En la práctica, y tomando como referencia una clase tipo de 25 alumnos, cinco de los escolares se quedarán en casa cada día, mientras los 20 restantes asistirán al aula. Los grupos que no van a clase presencial se irán alternando, uno cada jornada de la semana. El criterio para organizar los turnos lo decidirá al colegio, pero siempre con una premisa fija: que los escolares que tengan hermanos en el centro coincidan en sus horarios y se queden en casa el mismo día, para minimizar así el fuerte impacto que la semipresencialidad tendrá para la conciliación de la vida familiar y laboral. Los chicos de primero y segundo de la ESO, aunque estudian en institutos, mantienen el mismo plan que en Primaria (cuatro días sí, uno no) porque Educación entiende que se trata de «cursos sensibles» en los que los estudiantes, de entre 11 y 14 años, están en pleno tránsito del colegio al instituto y tienen menos autonomía y capacidad para organizarse solos el trabajo en casa.
Los alumnos más mayores, de entre 14 y 18 años (de tercero de la ESO a Bachillerato y FP), irán a sus institutos menos días aún: dos una semana y tres a la siguiente, lo que rebajará la presencia del estudiantes en el centro al 50%. Los 'subgrupos' se irán alternando para que todos los estudiantes reciban las mismas sesiones presenciales, de manera que los que en la primera semana asistan dos días, lo hagan tres en la siguiente, y así sucesivamente. Para el caso de tercero y cuarto de ESO, si los grupos de alumnos tienen menos de 24 estudiantes podrán ir todos a clase, como también ocurrirá en Primaria en las clases con menos de 20 matriculados. Esa densidad solo se da en los centros de municipios poco poblados y en los colegios e institutos con poca demanda y matrícula.
Las jornadas en las que los chicos se queden en casa podrán seguir las explicaciones del profesorado mediante videoconferencias en directo o a través de videolecciones, y realizarán las actividades y trabajos que sus docentes les hayan encargado el día anterior.
Los turnos de alumnos se diseñarán para que los hermanos coincidan en el colegio
Fuensanta Carreres
También los profesores reducirán ligeramente sus tiempos de estancia en los centros educativos: las horas complementarias (de tutorías, atención a padres, preparación de clase...) podrán realizarlas, siempre que sea posible, desde sus domicilios.
El nuevo sistema de enseñanza semipresencial acordado no contempla pues la reducción de las ratios, ya que el número de alumnos a cargo de cada profesor sigue siendo el mismo, entre 25 y 35 dependiendo de la etapa. Sí rebaja en cambio los aforos de estudiantes en el aula y en los centros: un 20% en Primaria y primero y segundo de la ESO, y un 50% en el resto de niveles, lo que en la práctica se traduce en un descenso artificial de las ratios.
La dotación de docentes prevista por la Consejería de Educación sube con 800 maestros y profesores más, una «limosna» a juicio de los sindicatos, que reclamaban un incremento mucho mayor. Los docentes 'extra' saldrán de las listas de interinos, y cuando se agoten, se convocarán bolsas extraordinarias para las especialidades desiertas.
Los desfases y lagunas que la pérdida de clases presenciales puedan provocar en los estudiantes tratarán de compensarse con las sesiones de refuerzo por las tardes, que amplían sus horarios para los estudiantes de todas las etapas, cuatro tardes a la semana.
La reducción de los aforos se completa con un refuerzo de las medidas de higiene y limpieza planteadas en julio, cuando la curva de contagios se encontraba estable y aún se planteaba que la enseñanza fuera presencial. Los centros contarán con un presupuesto de 10 millones de euros para la mejora de las instalaciones y gastos adicionales de equipamiento de material higiénico sanitario, así como con más de 2 millones de euros para el refuerzo de la limpieza, consignados por el Ministerio.
Familias insumisas
Equipar los centros para que las clases digitales funcionen para todos supondrá otra inversión de cerca de 18 millones de euros, destinados a la compra de 40.000 dispositivos electrónicos y 17.000 dispositivos móviles para los alumnos y 23.000 ordenadores para los centros.
La conciliación de las familias, que se complica, y mucho, con los niños en casa varios días a la semana, tratará de facilitarse con un nueva línea de ayudas de la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, que tiene que diseñar un plan de apoyo en coordinación con lo ayuntamientos, y que se suma a las subvenciones anunciadas por la Consejería de Empleo.
El PSOE cree que se «condena al profesorado a una vuelta al cole insegura e incierta»
la verdad
La posibilidad de que algunas familias se declaren insumisas y no lleven a sus hijos a clase por no estar de acuerdo con las condiciones de seguridad será vigilada: «En los casos en que los alumnos sean o convivan con familiares de alto riesgo, siempre que quede acreditado, se estudiarán los casos», ha dicho la consejera, Esperanza Moreno, quien presentó este jueves por la mañana el nuevo plan junto al consejero de Salud, Manuel Villegas.
Aulas ventiladas y puertas y ventanas abiertas de par en par
La experiencia en la lucha contra los contagios ha demostrado, insistió el consejero de Salud, «que los espacios cerrados y sin ventilación son adversos; hay que tratar de que las aulas sean lo más abiertas posible», ha dicho Manuel Villegas. Aunque la consejera no ha concretado si podrán organizarse clases en los patios y pabellones deportivos, sí ha detallado que las aulas estarán abiertas y la ventilación será la máxima. La Consejería de Salud tiene también pendiente terminar de redactar un manual con las indicaciones y el protocolo a seguir en caso de que se produzca un contagio por el bichito-19 en un centro, y que se distribuirá a los colegios e institutos cuando quede cerrado con las medidas planteadas por el Ministerio.
Reducción de temarios por si las clases tienen que suspenderse
El incremento de brotes y la subida progresiva de la curva de contagios no permite descartar que sea necesario pasar al escenario 3: la suspensión de las clases presenciales. Si así ocurriera, Educación pretende condensar los currículos para centrarlos en los contenidos fundamentales, pero para ello, ha insistido la consejera de Educación, Esperanza Moreno, necesita el permiso del Ministerio de Educación. Moreno ha aprovechado su comparecencia para reprochar a la ministra el «retraso» en la presentación de un plan común educativo, que no se abordará hasta final de la próxima semana. El consejero de Salud ha adelantado que, en cualquier caso, cada comunidad lo adaptará a su contexto epidemiológico.
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