El País Vasco y Cataluña son dos creaciones puramente españolas. En cuanto pasas la frontera, desaparecen: "Catalunya Nord" es una Argelia del Norte llena de lepenistas y magrebíes. El País Vasco francés es algo parecido a El Havre, una playa de rubios guiris. No tienen nada que ver. En definitiva, Cataluña y el País Vasco no hubieran existido sin España.
La razón de su existencia y riqueza es que se las defendió. No son más que dos Estados tapón que España ha levantado frente a Francia. Se decidió mantener su control, dejando escapar incluso a Portugal con el inmenso Brasil, simplemente porque éstos se interpretaban como retaguardia. Se las integró e industrializó. Algo parecido a EEUU con el Plan Marshall en Europa frente a la URSS.
Y de la misma forma que Europa se le sube a las barbas al yanqui, tenemos a los pirenaicos haciendo lo propio. Pero, ¿qué podíamos haber hecho? Son nuestros hijos. Unos hijos nazis, estúpidos, mimados, acomodados, paletos, desagradecidos, inmorales, pero nuestros. La otra opción era tener a los franceses en el Ebro, a tiro de piedra de Madrid, y por supuesto, no existiría ni rastro del mundo vasco o catalán.