En las ciudades afectadas en China no se ha alcanzado la inmunidad de rebaño, siguen siendo tan vulnerables como al principio. Alcanzar la inmunización de rebaño es como mojar la maleza de un bosque hasta que el bosque sea incapaz de propagar un incendio. Cualquier incendio que surja, se apaga por sí mismo incapaz de propagarse.
Lo que han logrado en China es apagar el incendio que había pero el bosque sigue intacto y propagará rápidamente cualquier nuevo incendio que ocurra.
En China siguieron un protocolo de 'aislamiento', que es el que se sigue cuando surge un brote muy localizado de una nueva enfermedad. Por ejemplo si se escapa un bichito de un laboratorio y cuando una enfermera resultó infectada de Ebola en Madrid.
El sistema consiste en cercar la zona, no dejar salir a nadie, localizar a cada infectado y con métodos tipo detectives de la policía rastrear a cada contacto de cada infectado, aislarlos y ponerlos en cuarentena. Si todo va bien, el brote se acaba, como se acabó el brote de Ebola en España (con un solo infectado)
Si el sistema de aislamiento funciona, no es necesaria la inmunidad de rebaño. Por ejemplo el Ebola fue erradicado de España sin que la población se inmunizase contra el Ebola.
El plan de aislamiento o contención en China falló progresivamente: el bichito logró escapar al cerco y la reacción era ampliar el cerco pero el bichito lograba escapar a ese cerco ampliado. Finalmente no se pudo evitar que el bichito escapase y lo que era inicialmente un plan de contención ampliado improvisadamente, se convirtió en un plan de 'atenuación' o 'mitigación'
Como ese plan de mitigación no estaba planeado sino que fue improvisado sobre la marcha cuando el bichito escapaba sucesivamente a los cercos de contención, finalmente de encontraron con millones de personas en cuarentena. Digamos que el plan inicial eran 2000 personas en cuarentena, luego hubo que ampliarlo a 200.000 y finalmente a millones.
En cada país en el que aterrizó el cobi19, las autoridades, inocentemente, crearon un plan local de contención, como el que se aplicó en Madrid con la enfermera contagiada de Ebola. Estos planes pueriles, época en que Simón decía lo que "a lo sumo tendremos algún caso", por su puesto no funcionaron y era perfectamente posible prever que no funcionarían viendo que el bichito logró escapar de cercos mucho más sólidos en Wuhan.
Tras todo este cúmulo de incompetencia e improvisación, nos encontramos con planes de mitigación a escala mundial pero que tienen rasgos de planes de contención, como la cuarentena de toda la población. Todo lo cuál es un disparate que no funcionará y que hundirá la economía.
Los esfuerzos tendrían que haberse concentrado en blindar de forma efectiva a toda la población vulnerable, por ejemplo cerrando todo contacto con el exterior de las residencias o evacuando a todos los habitantes de la Isla de Formentera y llevando allí a toda la población con patologías que les hace vulnerables.
Una vez puestos a salvo los vulnerables, los fuertes tienen que contagiarse para proteger a los débiles.