Son muy, muy buenas noticias.
Insistí en lo de 'muy' porque sin duda son buenas.
Y serán mejores con el transcurso de los días.
Mi nombre es
Sheila Rincón y tengo 35 años. Hice la residencia en el Hospital Regional [antiguo Carlos Haya] de Málaga y llevo siete años trabajando como
neumóloga en el
Hospital Vithas Málaga (Parque San Antonio). Me gusta lo que hago y estoy orgullosa de mi equipo.
En primera persona: "Los enfermeros de Urgencias estamos consiguiendo dar ilusión"
AGUSTÍN RIVERA. MÁLAGA
Juan Carlos Miranda, interino del hospital Costa del Sol, participa en proyectos solidarios como la Ambulancia del Deseo y la Fundación Hurge. Ofrece buenos consejos en las redes
El domingo envié un audio a amigos y familiares para dar un
mensaje positivo.
Antes íbamos a ciegas y no sabíamos a qué nos enfrentábamos.
El desconocimiento de la enfermedad del el bichito-19 era terrible.
Ahora entendemos la enfermedad y sabemos qué medicamentos hay que administrar. Hay estudios preliminares que demostraban que la mezcla de hidroxicloroquina con la azitromicina reduce muchísimo la carga viral.
"La gran ventaja es que ahora sabemos por qué se muere la gente e intentamos llegar tiempo. Esto hasta hace muy poco era impensable"
Al principio solo dábamos los antivirales a la gente que ingresaba y estaba en estadios más graves. Ahora cada vez más se administra
en estadios más leves, porque tiene un efecto bastante bueno y
disminuye muchísimo la carga viral. En estos momentos se depende mucho de la disponibilidad. En algunos hospitales los medicamentos ya se dan en Urgencias.
Lo ideal sería que el medicamento se facilitara en los estadios leves. Ahora mismo hay hidroxicloroquina, pero
cada vez va a haber menos. Los políticos deben saberlo y tienen que esforzarse para que haya más y pueda estar disponible para enfermos menos graves ya desde Atención Primaria. Ahora solo se puede administrar en el hospital.
Evitar la UCI
La enfermedad actúa de forma similar en todos los pacientes y produce las mismas complicaciones, por lo tanto,
es posible anticiparse.
Una de los órganos que se afectan es el pulmón, y
produce unas neumonías que ponen a la gente con mucho ahogo. Como ya lo sabemos, estamos siendo más agresivos. Tratamos con antiinflamatorios muy potentes en esa fase para evitar que la gente empeore y llegue a UCI. Hace dos semanas, esos antiinflamatorios se ponían ya directamente en UCI y
a veces se llegaba tarde.
La primera fase de la enfermedad es vírica y tiene más o menos intensidad, pero no sabíamos que en la segunda fase se produce una gran cascada inflamatoria. Y si se administran los corticoides y otros fármacos como el Tocilizumab, podemos frenar esta inflamación.
Los pacientes se nos ponían malos en días y no teníamos ni idea de lo que estaba pasando. Por eso es
superimportante actuar pronto. Al hospital me vino una mujer con 60 años. En la radiografía, salía con el pulmón muy fastidiado. Los índices analíticos tampoco eran nada buenos, se lo pinté mal a su hija y la señora ya está dada de alta. Otro señor con 74 años, igual.
Una esperanza tremenda
¿Se va a seguir muriendo gente? Pues claro, porque hay gente a la que su cuerpo no responde o es tarde para actuar, pero la gran mayoría va a salir. Al el bichito-19 le pasará igual que a cualquier enfermedad del siglo XXI. Ahora mismo no tenemos cura, pero tampoco hay cura para la diabetes o para la insuficiencia cardíaca y
sabremos cómo tratarlas.
Esto va más que para adelante y, sobre todo nosotros, tenemos una esperanza tremenda.