Es enternecedora la fe que tienen los keynesianos en la magia de la devaluación monetaria, aka falsificación de dinero realizada por el Gobierno.
¿Qué les impide hacer esa devaluación ahora, usando euros?
Pongamos que la empresa china, o norteamericana, les vende ahora el pack de 1000 mascaras por 70 euros y el kit de test rápido a 14 euros ¿Pensará Bernardos que esa empresa les vendería las mascaras por 1000 Neopesetas y el test por 14 Neopesetas si la Neopeseta vale 0.2 euros tras ser devaluada un 80%?
Está claro que para compras de importaciones, lo que en el caso de España es lo mismo que decir para compras de casi todo, la devaluación no tiene ningún efecto mágico.
Y en cuanto a las compras y pagos nacionales ¿No pueden simplemente recortar el salario de los funcionarios un 15% y rebajar las pensiones otro 15%? ¿O quizás piensen que comenzar a pagar esas pensiones y salarios públicos en Neopesetas que falsificaría el Banco de España y luego devaluar esas Neopesetas un 15% es algo diferente?
Tengo la sensación de que los keynesianos ignoran por completo cómo la riqueza, las mascaras, los test o los respiradores, por ejemplo, es creada y además esa parte, o sea, la economía, no les interesa en absoluto. Solo han descubierto, como el niño de 4 años que se acerca a la tienda de chuches, que la riqueza, venga de donde venga, puede comprarse con dinero, una vez que otros, que se manchan las manos y se complican con esas cosas, han creado la riqueza.
Así que toda la ciencia de los keynesianos trata de cómo conseguir el dinero para comprar los chuches, y lo único que tienen claro, porque tampoco saben qué es el dinero, es que la fabricación del dinero tiene algo que ver con la autoridad y el poder, según la teología de la sumisión y adoración al Dios Estado.
Creen que la única limitación a la creación de dinero es que está prohibido crear dinero, pero que si el Gobierno autoriza la creación de dinero, mediante la 'voluntad política' de hacerlo, entonces una sociedad podrá crear una cantidad ilimitada de dinero con la que comprar una cantidad ilimitada de chuches.
La mayoría de los niños de 4 años, y la totalidad de las niñas de 4 años, sospechan seriamente que hay alguna fisura en este plan, pero keynesianos como Bernardos no terminan de verlo.