Yo estuve en el 15M y vi cosas fantásticas en los primeros momentos. En España sabemos organizarnos y donde parece que solo hay egoísmo, en determinados momentos aparece una humildad, una disposición que surge directamente del corazón de la gente. No olvidaré nunca a los que después del primer bombazo en Atocha, retrocedieron para ofrecer su ayuda y murieron en los siguientes bombazos. No olvidaré a los que fuera de la estación buscaban frenéticamente dónde poder echar una mano. Mientra otras sociedades más ricas, más moderna, más empoderadas, no saben qué hacer y a lo sumo aceptan sin rechistar lo que les diga su gobierno -generalmente mejores y más confiables que los nuestros, todo hay que decirlo-, la nuestra "necesita" sentirse útil, como si esperara un gran momento para hacer grandes cosas...
Necesitamos urgentemente un gobierno "nuevo" que no esté manchado ni de ideología ni de corrupción. Un gobierno firme que sepa de primera mano la riqueza humana que estará en condiciones de coordinar. El pueblo español necesita confianza, de ese tipo de confianza que no es el producto del engaño. Estaremos a la altura con un órgano rector y coordinador que conozca a este pueblo que solo se acuerda de Santa Bárbara cuando llueve, pero cuando lo hace es causa y motivo de mi total admiración.