Cuanto daño esta haciendo Hollywood en algunas cabezas.
"Lo que el hollycapitalismo no nos dice es que la mayoría de los fenómenos que hoy padecemos no son otra cosa que una guerra de cuarta generación del hollycapital contra todos. No nos dice que ya no hay Estados, que ya no hay bloques, que sólo está el gran capital, por un lado, y los pueblos, por otro. Que lo que vivimos diariamente es una guerra de cuarta generación que se desarrolla en numerosos planos. Que parecen distintos fenómenos pero que en realidad son una y la misma guerra. Entre el gran capital y los pueblos, es cierto que parece que hay instituciones, Estados, organizaciones, pero todo esto son estructuras provisionales y perecederas, cada vez más vacías de contenido, meras fachadas para esconder que lo que sostiene el sistema es esta guerra de cuarta generación multidimensional. La tercera guerra mundial, pero esta vez también civil, y además de cuarta generación, de baja intensidad, asimétrica, o como quiera usted llamarla.
Este es el caso de las pandemias. En el hollycapitalismo es necesario que de tanto en tanto, en alguna región del planeta, "brote" milagrosamente una esa época en el 2020 de la que yo le hablo de alguna enfermedad, y amenace con extenderse a todo el planeta, como si de una plaga bíblica se tratase. Las pandemias son mostradas en los medios hollycapitalistas como si fueran maldiciones divinas, rodeadas del misterio de lo invisible, de lo minúsculo, imbuidas de la amenaza de lo contagioso, de lo maléfico, apelando a lo que todos tenemos de más vulnerable. Estas pandemias casi siempre "brotan", por algún designio divino, en las periferias. Pero también suelen aparecen casos en los centros, lo que las dota de un carácter particularmente unheimlich, porque son al mismo tiempo lejanas y cercanas, porque les suceden a otros pero también nos pueden suceder a nosotros.
Lo que el hollycapitalismo no nos dice es que estas pandemias no son otra cosa que uno de esos frentes de la guerra de cuarta generación total que hoy padecemos. Lo que nos dice es que esos bichito con nombres tan exóticos son, en su mayoría, las enfermedades de toda la vida, pero adaptadas a los tiempos de lo trans.
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Esta guerra de cuarta generación opera según una lógica muy distinta a la de las guerras convencionales. No se trata tanto de dar de baja de la suscripción de la vida como de someter a los pueblos. Aunque un cierto número de bajas son necesarias, precisamente para someter de manera más eficaz al resto de la población mediante la técnica del terror, que tan bién han sabido utilizar las religiones sacrificiales desde hace siglos. De ahí que hablemos de hollycapitalismo, porque en esta última modalidad de capitalismo juega un papel fundamental el espectáojo ciego sacrificial, que tiene como protagonista la violencia, y como estrategia central de manipulación de masas, la amenaza. [...] Por un lado, rituales sacrificiales celebrados al más alto nivel, y por otro, grandes rituales sacrificiales del sistema en su conjunto: hollyterrorismo, hollypandemias, hollycatástrofes, hollycambiosclimáticos. "
Pedro Bustamante