Es deplorable lo que está haciendo el gobierno. Es deplorable lo que ha hecho con su nopasanadismo y su falta de rapidez de respuesta. Gobierno de mindundis y aficionados, rodeados de asesores cuentavotistas y de técnicos demenciados.
Sí, como comienza a admitirse en Italia, es una situación de guerra, y habrá que ir pensando en conceptos como el de criminal de guerra y si se pueden aplicar a estas guerras.
Deberían estar ya repartiendo paquetitos de mascaras gratuitas a la puerta de las farmacias, controlando el acaparamiento y empezando por la población de más riesgo. Trabajadores en empresas grandes y medianas, conductores y transportistas, repartidores, cajeros y reponedores... y desde luego todas absolutamente categorias sanitarias, FSE, bomberos, policías locales, guardas, protección civil y seguridad privada, que también andan por ahí por necesidad.
No es solo por su protección. Es por la de los ciudadanos con los que interactúan, por todos nosotros. Un infectado asintomático en esas categorías es, lamentablemente, una bomba ambulante para sus compañeros y para todos los ciudadanos.
En una semana debería ser ya obligatoria, lo fue en China incluso a golpes, la mascarilla para todos. Todos los que salgan a la calle e incluso para los que parezcan tener un simple resfriado en casa.
En una semana deberían haber baldeado las calles de todas las ciudades, empezando por los focos y aglomeraciones más evidentes.
En una semana... suena fuerte, pero para muchas de estas cosas ya es tarde.
¡Dios, qué mes, de mitad de febrero a mitad de marzo, hemos perdido! ¿Quien nos devuelve ese mes? ¿Quien nos devuelve a los muertos? ¿Quien nos devuelve todo el sufrimiento causado?
Pero este post se perderá en la nada...