cobi19 contra el sistema inmune humano: cómo los estornudos, la tos y la fiebre preparan el escenario para una brutal batalla microscópica por la supervivencia
- Según los inmunólogos, la "danza" mortal entre Sars-CoV-2 y el sistema inmunitario humano se está desarrollando en miles de casos de cobi19 en todo el mundo.
- "El pulmón es el peor lugar para que eso suceda", ya que la reacción del cuerpo a la infección puede volverse tan violenta que es autodestructiva, dice un experto
Cuando un bichito ingresa al cuerpo humano, está en una carrera contra el tiempo para secuestrar células, reproducirse, propagarse y ocuparse. Su supervivencia depende de ello. Eso se aplica al
bichito Sars-CoV-2 que ha causado una esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
El reloj marca el paso de un bichito porque cuando el sistema de advertencia química del cuerpo detecta su presencia, se produce una guerra total con el sistema inmune humano, que ha evolucionado durante millones de años de lucha contra los agentes patógenos, liderados por ejércitos de agresivos asesinos T -células.
Ese sistema inmune es una de las razones por las que la especie humana todavía existe, y cuando detecta una amenaza de las señales enviadas por esos exploradores químicos en todo el cuerpo, responde con ferocidad para destruir al invasor.
En algunos casos, el conflicto que sigue es similar a la política de tierra quemada que se ve en la guerra, donde todo en el área del conflicto sufre daños, es decir, el cuerpo mismo.
El sistema inmune no toma prisioneros. Cuando encuentra células que se han convertido en fábricas de bichito, las destruye al engancharse y disparar moléculas que atraviesan su membrana y penetran en la célula, matándola y todo lo que contiene.
Antes del comienzo de una guerra tan total en el nivel celular, el bichito se desliza dentro del cuerpo, navegando las defensas pasadas en el moco que se acumula en la nariz y la garganta, en la búsqueda de células que puede comandar. Al mismo tiempo, está tratando de ocultar su presencia para evitar disparar el sistema de alarma del sistema inmune, un juego mortal de escondite.
En las primeras horas desde el punto de entrada del patógeno, fue "casi como un baile entre la respuesta inmune innata y el bichito", dijo Gene Olinger, un inmunólogo del instituto científico MRIGlobal con sede en Estados Unidos. El bichito intenta diferentes trucos para esquivar los numerosos dispositivos de detección del sistema inmune.
Este fue el comienzo de lo que se convertiría en una "carrera armamentista" entre el bichito y el sistema inmune, dijo Marjolein Kikkert, profesora asociada del Centro Médico de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, que investiga este tipo de conflicto bioquímico.
"Todos los bichito, incluido este, tendrán múltiples formas de evadir o suprimir la respuesta inmune ... hay una carrera armamentista, especialmente al principio, cuando el bichito está tratando de prevenir estas primeras respuestas", dijo Kikkert.
Como Sars-CoV-2 es un bichito recién descubierto, los investigadores no han tenido suficiente tiempo de laboratorio para descubrir los detalles de cómo se desarrolla exactamente esta batalla.
Las preguntas sobre por qué algunas personas sanas infectadas con Sars-CoV-2 se enferman gravemente y otras no quedan sin respuesta, dijeron los investigadores.
Lo que sospechan acerca de cómo funciona esto se basa en investigaciones anteriores sobre la respuesta inmune del cuerpo a infecciones por cobi19 estrechamente relacionadas, como el síndrome respiratorio del Medio Oriente, el síndrome respiratorio agudo severo (Sars) y lo que han leído en los registros clínicos de pacientes con el bichito-19, La enfermedad causada por Sars-CoV-2.
Lo que indicaba era que "cada parte del sistema inmunitario es necesaria para eliminar este bichito", según Stanley Perlman, profesor de inmunología en la Universidad de Iowa, cuyo laboratorio ahora está reponiendo su stock de ratones de laboratorio diseñados genéticamente para la investigación sobre respuesta inmune a los Sars.
Como la respuesta inmune del cuerpo puede ser tan agresiva y abrumadora, la guerra contra el bichito puede ser muy destructiva, y es posible que el conflicto pueda causar tal daño que eso es lo que causa repercusiones fatales en el cuerpo, dijeron los investigadores.
En particular, Sars-CoV-2 ataca los pulmones, un campo de batalla especialmente sensible. Además, a medida que el sistema inmunitario trata de combatir un bichito que nunca antes había conocido, cuyos trucos desconoce, puede funcionar a toda marcha y causar daños a las células y tejidos adyacentes, dijeron los investigadores.
El sistema de alerta temprana del cuerpo para los patógenos invasores era multicapa, y eventualmente una anormalidad dentro de una célula típicamente desencadenaría una "cascada" de señales celulares, dijo Kikkert.
Esto conduciría a la producción de proteínas de tipo alarma que alertaron a las células circundantes sobre la presencia del bichito y también desencadenaron muchas moléculas inmunes, creando un "estado antiviral", dijo.
Mientras esto ocurre, el bichito Sars-CoV-2 está corriendo para propagarse y atacar más células. Los pulmones se convierten en un campo de batalla, hinchándose con células inmunes, moléculas y el líquido que usan para navegar.
Las células T llegan después de detectar el bichito, excavando en el revestimiento de los pulmones para cazar, capturar y dar de baja de la suscripción de la vida las células infectadas.
Una vez que una célula T encontró células infectadas, se prendió, "casi como una conexión de velcro", dijo Olinger. "Estas células se unirán y enviarán moléculas que atraviesan esa célula y comienzan a matarla", dijo.
Mientras tanto, los anticuerpos, proteínas en forma de Y, también llegan. Estas moléculas pululan sobre el bichito, sofocando los picos que usa para unirse a las células sanas, y luego los glóbulos blancos más grandes llamados macrófagos se arrastran, tragando grandes grupos de partículas de bichito muertos.
A medida que esta carnicería celular se propaga, las células muertas se acumulan en los pulmones.
"Están obstruyendo las vías respiratorias y reduciendo el flujo de oxígeno", dijo Ashley St. John, profesora asistente de la Facultad de Medicina Duke-NUS en Singapur que investiga la patología inmune.
Ese bloqueo se sumó a la tensión en los pulmones, dijo.
"Necesita ese tejido para poder estirarse y llenarse de oxígeno, pero al mismo tiempo lo está llenando con células inmunes y líquido ... puede evitar que alguien que está tratando de respirar obtenga suficiente oxígeno", dijo.
En algunos pacientes que alcanzan esta etapa y se recuperan, sus pulmones pueden sanar. Otros pueden recuperarse, pero han sufrido daños duraderos.
Los datos de China publicados a fines de febrero indicaron que aproximadamente el 80 por ciento de las infecciones por Sars-CoV-2 fueron leves a moderadas, aproximadamente el 14 por ciento fueron graves y el resto fue crítico. El 6 por ciento de los pacientes críticos puede sufrir insuficiencia respiratoria, shock séptico e insuficiencia orgánica múltiple.
A nivel mundial, alrededor del 3,4 por ciento de las personas infectadas morirán a causa de la infección por Sars-CoV-2, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS) la semana pasada, aunque ese número puede cambiar a medida que evolucionan los controles de la enfermedad. En China, la tasa de mortalidad disminuyó en el transcurso del brote y el aumento de las infecciones.
En entrevistas, los investigadores dijeron que todavía se estaba investigando la forma exacta en que Sars-CoV-2 se comportó en el cuerpo, pero estaba claro que la enfermedad tuvo un mayor impacto en los ancianos y las personas con sistemas inmunes debilitados. Más del 20 por ciento de las personas infectadas mayores de 80 años tenían probabilidades de morir. Las tasas de mortalidad para las personas con enfermedades cardiovasculares, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas son el doble de la tasa promedio, según las estadísticas de la Misión Conjunta OMS-China sobre el bichito-19 publicada a fines de febrero.
Algunos investigadores sospecharon que en el período de "esconder y buscar", Sars-CoV-2 compromete la respuesta inmune temprana, ya sea dividiéndose demasiado rápido para que el sistema se mantenga o interrumpiendo la forma en que el sistema inmune innato se regula a sí mismo.
Hubo alguna evidencia de que esto puede llevar a un sistema en pánico a una sobremarcha y lo que se conoce como una "tormenta de citoquinas", una sobredosis de una herramienta normal del sistema inmune que causa inflamación de los tejidos.
"Con una tormenta de citoquinas, tienes una situación en la que los frenos no funcionan y tienes todos estos productos [inmunes] [fuera de control] ... células que se infiltran en el tejido, descomposición de los vasos sanguíneos", dijo St. John.
Mientras tanto, a medida que el cuerpo enviaba alarmas para que las células pelearan contra los pulmones, podrían aparecer demasiadas combinaciones o la combinación incorrecta, causando más daño, dijo Olinger.
“El pulmón es el peor lugar para que eso suceda. Esas células están ahí para dar de baja de la suscripción de la vida, están allí para encapsular y controlar la infección ... la respuesta excesiva puede provocar daños en los pulmones. Las células en esa región no pueden transferir oxígeno ... puede provocar la muerte del tejido ".
Los investigadores dijeron que también puede conducir a la muerte, lo que lo convierte en la respuesta inmune, en lugar del daño del bichito en sí, que puede poner una carga demasiado pesada en los pulmones y otros órganos a medida que el cuerpo filtra el oxígeno.
Llegar al fondo de la "danza" entre el bichito y la respuesta del sistema inmune fue algo difícil de hacer sin verlo en las células y en los animales, dijo Olinger.
"La realidad es que hasta que tenga el bichito en la mano, realmente no puede responder muchas de esas preguntas", dijo.
“[Este bichito] puso la ciencia patas arriba, porque ahora sabemos más sobre la secuencia genómica, mientras que en el pasado otros brotes que surgieron después de que crecimos el bichito y jugamos con él en el laboratorio, sabemos cómo funciona en diferentes tipos de células ".
Ese es el trabajo que enfrentan los investigadores como aquellos en el laboratorio de Perlman, ya que esperan usar ratones para obtener un asiento en el ring para la lucha entre Sars-CoV-2 y un sistema inmune de mamíferos.
Hasta que se pueda hacer ese trabajo, quedan grandes preguntas sobre cómo construir una banderilla Sars-CoV-2.
Como dijo Perlman: "¿Cómo se hace una banderilla que funcione bien si no está seguro de lo que necesita para proteger a una persona de la infección?"
The brutal battle between cobi19 and human immune system
