A ver, hay que fijarse en lo que hacen los chinos u no en lo que dicen.
En primer lugar, las enfermedades infecciosas siempre han sido máquinas de dar de baja de la suscripción de la vida a niños. En mi familia el último muerto por gripe data de 1918, pero el último niño muerto por sarampión de 1976. Ojo a esto.
Segundo, fijémonos en los chinos. Los 200 y pico millones de menores chinos están totalmente escondidos en sus casas, y ya se cuidarán sus padres de exponerlos. Por algo lo habrán hecho. Todos los del país y de momento hasta el 9, que veremos.
Tercero, las neumonías víricas son raras en adultos sanos y comunes en niños y en inmunodeprimidos.
Cuarto, alguien ayer lo expuso muy bien, la muestra china ,aún creyendonos sus cifras o al menos sus proporciones, está fuertemente sesgada: sobrepondera a pobres y sin contactos, a hombres porque se mueven más y tienen trabajos más insalubres, y a viejos porque en China no hay ni uno que tenga para haber salido en la desbandada documentada que hubo en los primeros quince días de enero.
Aquí lo anómalo era Un bichito que mataba viejos y no bebés. Esto JAMÁS ha ocurrido antes, mi bisabuela en la Cuba de fines del XIX parió 14 hijos y ocho llegaron a adultos, eso sí, todos a muy viejos , se ve que la criba fue fuerte. Es lo que hay con las enfermedades infecciosas. Lo otro, una mezcla de ocultación y mentira piadosa, me temo.
