El primer ministro japonés pide que aquellos que tengan síntomas de resfriado no acudan a trabajar ni a estudiar. Ruega a las empresas que les den permiso para ausentarse y que permitan el teletrabajo. Es un anuncio muy chocante viniendo de un país donde el culto al trabajo es la norma, con muchas horas extras, pocos días libres y el famoso karoshi, morir por trabajar demasiado. La empresa es lo más importante en el día a día de un japonés, esto es trastocarles su escala de valores de un día para otro.