Se trata de una leyenda urbana clásica, muy anterior al programa. La recoge la biblia de internet para estos asuntos, la web
Snopes, que la data en 1994. Ortí nos da más detalles: aparece publicada por primera vez el 7 de julio de ese año en una revista canadiense satírica llamada
Franc y la reproducirían el
Chicago Sun Times (26 de julio) y el
Guardian (30 de julio).
En esta primera versión se trata de unos compañeros de trabajo que quieren dar una fiesta sorpresa a una de sus compañeras, por lo que se cuelan en su casa y se ocultan en el sótano. Al salir gritando "sorpresa", se encuentran a la homenajeada cubierta de mantequilla de cacahuete (o margarina, o nata, o mermelada, o paté, o comida para perros) y recibiendo el homenaje de su mascota. Las zonas del cuerpo untadas también varían, al igual que en la historia de Ricky Martin. Y en este caso, el perro se llama Lucky, Kippy o Skippy, que es el nombre de una marca de comida para perros y de otra de mantequilla de cacahuete.
Aunque Snopes explica que la gran mayoría de versiones de esta historia están protagonizadas por una mujer, Ortí ha encontrado un origen anterior, protagonizado por un hombre. Se encuentra en un libro de textos humorísticos subidos de tono de J. M. Elgart, publicado en 1953. En el texto, titulado
Sorpresa, un jefe consigue convencer a su joven taquígrafa para celebrar el cumpleaños juntos. Ella le pide tiempo para pensarlo, pero acaba invitándole a cenar a su piso. Al inicio de la velada, se levanta de la mesa y le pide que espere cinco minutos para reunirse con ella en el dormitorio. El hombre se desnuda y abre la puerta, para encontrarse a todos los compañeros y subalternos escondidos con el objetivo de sorprenderle por su cumpleaños.