Uno de los mejores relatos eróticos que he leído

Abrojo

Fachosférico galáctico
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Si quereis voy subiendo que los debo de tener en un CD de cuando hacía backups de PCs viejos
 

ChortinaPizpireta

En verdad, soy más Karen que mujer
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SILICON VALLEY
Nos costó lo suyo abrirnos camino entre tanta gente, pero al fin lo conseguimos, yo estaba como una moto y no me importaban nada los golpes y roces que nos dábamos al pasar entre tanta gente. Al fin llegamos a los servicios, los de las chicas estaban completos y había fila, entramos en el servicio de los hombres y tan solo había dos chicos. Mi acompañante les dijo algo que les hizo salir de allí sin rechistar, y sus amigos hicieron guardia en la puerta para que nadie nos molestase. Allí mismo en el centro de aquel maloliente lugar comenzó a meterme mano por todos lados, esta vez sin ningún impedimento y yo naturalmente me dejé hacer. Nos besamos como dos condenados, jugando con nuestras bocas y nuestras lenguas, su mano se metía bajo mi vestido y acariciaba los pelitos de mi pubis, luego su dedo jugaba con mis labios vaginales...


- Fóllame, fóllame . - le rogué.


Abrimos la puerta de uno de los urinarios y a pesar de estar mugriento no me importó lo más mínimo, estaba tan deseosa de ser poseída por aquel extraño que no me importaba nada. El tío se bajó los pantalones hasta los tobillos quedando desnudo frente a mi, me encantó ver su torso desnudo y sudoroso, su berenjena completamente en erección y una cara de vicio fuera de lo normal. Empezó a desabotonarme el vestido, lo hacía con tanta rudeza que me arrancó dos botones, tuve que terminar yo de quitármelo para evitar salir medio desnuda de allí. Lentamente me solté todos los botones de mi pequeño vestido hasta quedarme completamente desnuda frente a aquel desconocido y sus cinco amigos que estaban a las puertas de ese pequeño recinto para no perderse detalle.


- Ostras tía, que buena estas.... que pedazo de cuerpo.... - repetían todos.


El tipo se quedó mirándome de arriba abajo, admirando mi desnudez. Su berenjena apuntaba al techo y yo la deseaba tener dentro de mi cuanto antes. Le entregué el vestido a uno de sus amigos y me agaché frente a su berenjena, comencé a jugar con ella, la tomé por su base con mi mano y con mi lengua subía y bajaba por su parte externa, él cerraba los ojos y yo le sonreía....


- Como me pones pedazo de fruta....


Sus palabras podían sonar de lo más groseras en otro momento, pero a mí me encantaba oírlas, realmente me sentía como una fruta y en ese momento lo era...


Seguí jugando una y otra vez con su erguida berenjena hasta que me suplicó que me la metiera en la boca, no le hice sufrir mucho más y empecé a hacerle una churrupaica monumental, aquel enorme instrumento desaparecía dentro de mi boca hasta llegar a mi garganta y mi cabeza subía y bajaba una y otra vez...., de vez en cuando me la sacaba de la boca para observarle y dedicarle una maliciosa sonrisa.


- Sigue astuta, sigue... que te gusta comértela... que bien lo haces....


Seguí un buen rato dale que te pego comiéndome aquel enorme falo, recreándome con él, hasta que el tío se sentó sobre la taza del water y me dijo:


- Ahora súbete aquí muñeca que vas a ver lo que es tener una berenjena bien adentro.


Obedecí como una niña buena, me incorporé, me di la vuelta dándole la espalda y abriendo mis piernas todo lo que pude al tiempo que me agarraba a las paredes de ese habitáculo, me senté sobre aquel excitado muchacho, agarré la punta de su miembro con mis dedos y lo orienté hacia mi coñito, primero lo pasé de arriba abajo por mis labios vaginales y mi cuerpo se estremecía por esa sensación de gusto que no podía detener, de un golpe me senté sobre él sintiendo como se metía centímetro a centímetro dentro de mi. El gusto era increíble...


- Ahhhhh, Dios, que gusto..... - gemía yo.


Empecé a cabalgar sobre aquel poderoso miembro viéndolo desaparecer dentro de mi chochito, parecía increíble que aquello entrase con tanta facilidad, pero yo estaba tan cachonda y tan mojada que me entraba de todo.... El chico me apretujaba las berzas mientras su pelvis se movía hacia atrás para luego apretar e intentar atravesarme con su caliente daga. Nuestros cuerpos sudaban, nuestras lenguas se enredaban y nuestros cuerpos se fundían en un magnífico polvo.


- Toma, toma, toma... - repetía una y otra vez mientras me penetraba.


Los músculos de mi vagina se apretaban contra su poderoso miembro y mis manos se aferraban a las paredes, sus amigos nos jaleaban sin parar y se masturbaban delante de mí, la vista era espectacular, ver a cinco tíos delante haciéndose una manola era maravilloso.


El tío me seguía amando con gran maestría, todo su cuerpo se arqueaba, se echaba hacia atrás para volver a clavármela bruscamente...


- Si, si, fóllame, fóllame... -gritaba yo.


El espectáculo debía ser increíble y los chicos no se limitaban unicamente a querersese, pues comenzaron a acariciar mis muslos, mis berzas, mi cachopo... Yo cerraba los ojos e intentaba sentir todas esas caricias que me maravillaban. No pude aguantar más y dando fuertes resoplidos tuve un orgasmo en medio de jadeos y gemidos.


En pocos segundos estaba rodeada por los seis chicos, uno me estaba amando y de qué manera, otro me chupaba las berzas, otro los muslos, alguno hasta mis pies... que gozada, que maravilla...


- Uff, ufff... Guaauuuu... - resoplaba el que tenía debajo y que me estaba penetrando hasta las entrañas.


El muchacho seguía en su empeño de destrozarme y vaya si lo hacía bien, sus músculos se tensaban y sus dientes mordían mi cuello, yo miraba hacia abajo para ver desaparecer su preciosa berenjena dentro de mi coñito insaciable.


De pronto frenó en seco, dio una última embestida dentro de mi y se corrió abundantemente dentro de mí mientras repetía una y otra vez:


- Que polvo, que polvo, Dios, que bien amas.....


Giré mi cabeza y seguí besándole mientras él permanecía inmóvil y sintiendo los últimos coletazos de una larga corrida dentro de mi cachopo. Yo no quería que acabase tan pronto, necesitaba más y más y más, estaba tan caliente que no tenía suficiente con ese polvo.


El tipo me agarró por las axilas y nos separamos al tiempo que les decía a sus amigos:


- jorobar como ama esta tía, ir pasando por taquilla que os va a destrozar...


Ni cortos ni perezosos fueron sentándose uno por uno sobre la taza del water y yo sobre cada uno de ellos para sentir sus grandiosas y juguetonas platanos juveniles.


El primero, el segundo, el tercero, el cuarto y el quinto fueron pasando por la piedra y con cada uno de ellos yo gozaba más y más, me hicieron correrme varias veces, en unos polvos de los más salvajes. Mientras uno me amaba los otros me acariciaban, me mordían, me besaban, me chupaban por todos lados...


Mi primer acosador y lider del grupo jaleaba a sus amigos:


- amarla bien, darle caña, que está necesitada....


Ellos se animaban más y más y al mismo tiempo yo estaba en la gloria, nunca me habían hecho gozar de esa manera.


- No pares, no pares, que esa fruta no tiene bastante... - repetía el líder al amigo que yo tenía debajo.


Así terminaron todos bastante agotados, incluída yo, porque a pesar de tener todos los músculos agarrotados y mi sesso más que irritado, quería más y más, amar a lo salvaje como nunca había hecho. En vista de que mis pensamientos parecían ser leídos por mi primer amante, alcanzó a decirme:


- Verás bonita, ahora te voy a meter este platanón por el trastero y vas a ver las estrellas...


Me asusté, francamente, ya que apenas lo había intentado una vez con mi novio y no fue muy gratificante, pero por otro lado quería pasar por ese nuevo reto y ser sodomizada era lo que más deseaba en ese momento, pobre de mí, me había convertido en una muñeca, en un títere de todos aquellos chavales.


Me hizo tumbarme boca abajo sobre la taza del water y apoyar mis manos contra la pared, escupió sobre sus dedos y me restregó la saliva por mi estrecho culito, primero un dedo, luego dos y hasta tres, lo que hizo que mi agujerito se dilatara rápidamente.




A continuación colocó su glande entre mis posaderas y empezó a forzar la entrada suavemente, hasta que la cabeza de su enorme miembro entró por completo. Yo chillaba, el dolor era punzante, pero poco a poco mi esfinter se iba relajando, para convertir ese dolor en un gusto que iba en aumento. Él continuó metiendo solo la punta mientras me agarraba por las caderas. Después seguía apretando para que centímetro a centímetro se fuera colando. Mis gritos debían ser ensordecedores, aunque dudo que nadie, aparte de los que estábamos allí, puediera oírlo pues la música del concierto tapaba cualquier otro ruido.


- Bien bonita, ahora vas a ver como te entra toda en ese precioso trastero.... - me dijo.


Me agarró fuertemente del pelo, tiró hacia él y de un golpe me acabó de meter todo su aparato en mi dolorido culito. Creo que perdí la noción del tiempo, no sé si incluso llegué a perder el conocimiento, pero de pronto todos mis dolores y escozores desaparecieron para experimentar un gusto que desconocía. Mi espalda se arqueaba y mis caderas se movían al compás para recibir esa daga detrás de mi. De verdad que estaba viendo las estrellas y yo le repetía:



- Sigue cabrón, sigue.... párteme el trastero....


Él seguía mis instrucciones y no dejaba de bombear mientras tiraba de mi pelo. Mi vello se ponía de punta y un escalofrío recorría todo mi cuerpo, llegué a no sentir mis dedos, mi cara ardía, era una sensación extraña, pero notaba como se acercaba un orgasmo diferente, empecé a gemir fuertemente, cada vez más fuerte, hasta llegar a gritar, a decir cosas sin sentido, a insultar a todos los que me rodeaban y ese orgasmo me invadió desde la cabeza a los pies... fue increíble. El tipo se corrió dentro de mí casi al mismo tiempo que yo, hasta que sus piernas no le sostuvieron y cayó sobre mi sudorosa espalda.


Sus amigos para no ser menos quisieron probar de aquel manjar y uno por uno me terminaron de destrozar el trastero con sus largas, cortas, gruesas y extrechas platanos.


Me dejaron tirada allí en medio de aquel maloliente lugar, sin ni siquiera despedirse de mi, tan solo riéndose y jactándose de haberse tirado a una tía con toda la facilidad del mundo.


Mi cabeza daba vueltas, me sentía muy mal, sudorosa, sucia por dentro y por fuera, completamente desnuda sobre aquel poco agradable water después de haber sido amada y sodomizada con ganas por seis chavales, sin haberlo buscado, sin ser premeditado, pero comprendí que había caído en la trampa del placer, sin apenas darme cuenta y por una parte sentía remordimientos, pero por otra recordaba el gusto que había soportado y había merecido la pena, al menos como una experiencia que no voy a olvidar y creo que nunca más podré repetir....


Me puse mi vestido sobre mi desnudo y sucio cuerpo y cuando volví en busca de Cesar, éste ya no estaba, supongo que después de haber tardado más de una hora, estuvo buscándome por los servicios de chicas, pero entre el gentío no podíamos encontrarnos ni yo a él ni el a mi.


Salí a la calle y fui andando con la vista ida, perdida, desorientada, era como si hubiera vivido un terremoto. Hasta que no llegué a casa y me metí en la bañera no me di cuenta de lo que había sucedido realmente....


Lydia

lawebdelydia@gmail.com
Vaya mierder de relato, al final no ha denunciado a ninguno...