Han dicho en Ana Rosa que el lunes tendrán a Santiago Abascal en el programa. Lo han dicho entre risas, de colegueo, como una cuadrilla de mujeres que han invitado el sábado a una fiesta al malote de la clase ("jujuju, ya verás la que lía"). Ya no es un monstruo, un poco equilibrado, "el enemigo". Millones de mujeres van a ver, el lunes, el blanqueamiento total de la imagen de este señor, cuyas ideas (por orden de "los de arriba") van a pasar a ser tan mainstream para las amas de casa (y, por ende, para el Manolo medio y toda la familia) como las de Podemos.
Señores, gane o no gane... vienen curvas. Y me queda claro, una vez más, que esta ralea no tiene ideología. Hoy son de PPSOE, mañana de Podemos, y si gana VoX media España se despertará de VoX y perseguirá a quien no lo sea. Sinceramente, no creo que esto agrade a Dios. Ir con el que gana siempre (disfrutar de los beneficios del PPSOE cuando manda PPSOE, hacerse el rebelde cuando parece que Podemos va a ganar y aceptar sumisamente la ultraderecha cuando VoX va viento en popa) no es algo de buenas personas, es propio de ralea. Si mañana sacan el partido de Lucifer Redivivo (por decir algo) esta gente tirará sus Biblias y dirá que vaya hez la herencia cristiana. Y vosotros lo sabéis.
Y, lo que es peor: las élites lo saben. Y de eso trata toda esta farsa. Cuando VoX les decepcione, ¿a quién acudirán?
Al malo en persona, si es necesario.