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Ante el vacío de poder, se proclama presidente de la república un señor que pasaba por allí.
Atanasio Martínez entró a repartir unos trípticos sobre concienciación ciudadana en lo que a deposiciones y orines caninos se refiere, entonces vió una ventana de oportunidad y según sus propias palabras "entré a saco en el despacho, ahora ya no me echan ni los geos, que pa eso la alcaldesa es prookupa".
Acaba de hacer un pedido a domicilio de comida china y se espera que permanezca atrincherado al menos hasta la vuelta del legítimo presidente, si vuelve.
Según el propio Atanasio: "Hay pelos por todas partes pero de aquí no me mueven ni con una grua, que os amen".