El Hotel Vila de Calella ha decidido echar a los agentes de la Guardia Civil que alojaba. La decisión, según fuentes del ayuntamiento, la ha tomado la familia propietaria del negocio tras los disturbios entre vecinos y policías durante esta pasada madrugada. El sindicato del instituto armado AUGC, y un abogado en representación de la Benemérita, ya han anunciado que se querellarán contra el consistorio porque consideran que se ha coaccionado al hotel. Este lunes, más de 200 agentes que participaron en las actuaciones policiales contra los colegios electorales del 1-O deberán buscarse otro lugar para pernoctar en Catalunya.
Disturbios en el hotel tras las cargas policiales
Varios antidisturbios de la Guardia Civil, al regresar ayer domingo por la noche a su hotel de Calella, se encontraron con la visita de cincuenta manifestantes que acudieron para recriminarles las cargas policiales de la jornada del 1-O. Los agentes, todos ellos efectivos de las unidades de intervención desplazados por el Ministerio de Interior desde otras partes de España que venían de participar en este operativo para retirar urnas, llamaron a los Mossos d’Esquadra.
Fuentes del cuerpo catalán han explicado que la protesta se desarrolló en actitud "lúdico-festiva". El trabajo de los Mossos consistió en intentar mediar para lograr que los manifestantes se marcharan. Pero no lo hicieron. En un vídeo publicado por Ràdio Calella TV se ve a los agentes del cuerpo autonómico llamar a la calma. En las imágenes se termina viendo también parte de lo que ocurre a continuación.
Los agentes que pernoctaban en el hotel, y que estaban siendo objeto del escrache, decidieron tomarse la justicia por su mano. Salieron afuera, vestidos con ropa de calle, y a pesar de encontrarse fuera de servicio, usaron porras extensibles para cargar contra la manifestación. A lo largo de este lunes han circulado diversos vídeos de estos policías, sin uniforme, recorriendo las inmediaciones del hotel con la porra en la mano.
La reacción de estos agentes de la Guardia Civil que temporalmente están de servicio en Catalunya ha vuelto a llevar al límite la relación entre los dos cuerpos policiales. Fuentes consultadas por este diario aseguran que algún agente del instituto armado llegó a lanzar orín y escupitajos desde el balcón. Los guardias civiles, además, rompieron el cordón policial de Mossos y atajaron la situación por su cuenta y riesgo. Aunque algunos agentes sí que iban vestidos con uniforme, otros, no. Y tampoco consta que actuaran en cumplimiento de ninguna orden.
Fuentes de la Guardia Civil, en sentido contrario, aseguran que tuvieron que reaccionar ante la pasividad que demostró la policía catalana frente a los manifestantes que los insultaban. Subrayan asimismo que hubo un lanzamiento de objetos que hirió a uno de los antidisturbios.
Los echan de Calella
Este lunes, horas después de este incidente, los 200 agentes de la Guardia Civil que pernoctaban en esta población del Maresme, han sido obligados a dejar el hotel Vila. El abogado Antonio Suárez Valdés ha anunciado, en declaraciones a Europa Press, que presentará en nombre de los agentes afectados una querella contra la gerencia del hotel y contra el Ayuntamiento de este municipio por un presunto delito de coacciones.
La mayoritaria Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) también ha denunciado en un comunicado estos hechos, señalando que "continúa y se recrudece el acoso contra los agentes en Cataluña por parte de los independentistas". Esta organización asegura que son 250 los guardias civiles a los que esta mañana se les ha comunicado que tienen que dejar el establecimiento en el que llevaban varios días pernoctando.