Riemann
Madmaxista
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Hoy la Comunidad de Madrid ha aprobado la regulación de las actividades deportivas, es decir, restricciones para poder ejercer de entrenador o tener un gimnasio.
A partir de ahora, sólo los titulados del INEF (y algún otro caso más) podrán ejercer como entrenador deportivo.
Esto ha sido a iniciativa de Ciudadanos (supuesto partido liberal) con el voto a favor de PP y Podemos, y la abstención del PSOE.
Provoca perplejidad esta arbitraria restricción a la libertad económica. Si es tan útil el título, ¿por qué el mercado no lo valora? ¿Por qué los clientes o clubes deportivos no piden, por su propio interés, que su entrenador esté titulado? ¿No saben lo que quieren? ¿O quizá el título tenga tanta utilidad real?
El principal motivo es probablemente que los titulados del INEF suelen ser desplazados por los antiguos futbolistas como entrenadores de fútbol. Un ejemplo es Zidane, entrenador del Real Madrid. El club cree que ganará más partidos si su entrenador tiene un currículum como el de Zidane que si es licenciado del INEF.
Este tipo de barreras a la competencia son incompatibles con una economía dinámica miembro del euro. Si se le da este monopolio a este chiringuito, ¿por qué no a los camareros, comerciantes, ...? La venta de fruta o carne también afecta a la saludo. (No me digan que se exige un carnet de manipulación de alimentos. Eso sólo cuesta unos 20 € y con un curso de higiene pocas horas se saca).
El blog liberal Nada es Gratis ha respondido con furia. Jesús Fernández Villaverde, escribe
Ignacio Aguado: enemigo del bienestar de los madrileños
A partir de ahora, sólo los titulados del INEF (y algún otro caso más) podrán ejercer como entrenador deportivo.
Esto ha sido a iniciativa de Ciudadanos (supuesto partido liberal) con el voto a favor de PP y Podemos, y la abstención del PSOE.
Provoca perplejidad esta arbitraria restricción a la libertad económica. Si es tan útil el título, ¿por qué el mercado no lo valora? ¿Por qué los clientes o clubes deportivos no piden, por su propio interés, que su entrenador esté titulado? ¿No saben lo que quieren? ¿O quizá el título tenga tanta utilidad real?
El principal motivo es probablemente que los titulados del INEF suelen ser desplazados por los antiguos futbolistas como entrenadores de fútbol. Un ejemplo es Zidane, entrenador del Real Madrid. El club cree que ganará más partidos si su entrenador tiene un currículum como el de Zidane que si es licenciado del INEF.
Este tipo de barreras a la competencia son incompatibles con una economía dinámica miembro del euro. Si se le da este monopolio a este chiringuito, ¿por qué no a los camareros, comerciantes, ...? La venta de fruta o carne también afecta a la saludo. (No me digan que se exige un carnet de manipulación de alimentos. Eso sólo cuesta unos 20 € y con un curso de higiene pocas horas se saca).
El blog liberal Nada es Gratis ha respondido con furia. Jesús Fernández Villaverde, escribe
Ignacio Aguado: enemigo del bienestar de los madrileños
Un principio básico sobre el que se basa nuestro derecho (nacional y europeo) es que el ejercicio de una profesión ha de ser libre y solo sometido a unos criterios básicos (fiscales, etc.) a menos que existan razones claras en contrario. Como nos recuerda la CNMC:
“El acceso a una profesión y su ejercicio solo puede limitarse con carácter excepcional, debiendo motivarse en una Ley la adecuación a los principios de necesidad, proporcionalidad y no discriminación.”
Es importante fijarse en las palabras: “necesidad” y “proporcionalidad”. En primer lugar, hay que demostrar que tal regulación es necesaria. No es suficiente decir “necesitamos una regulación”. Uno tiene que demostrar que los mecanismos normales del mercado y del ordenamiento jurídico (reputación, derecho de contratos, responsabilidad civil, etc.) no cumplen adecuadamente su cometido; no perfectamente (pues nada hay perfecto en los afanes humanos), adecuadamente. No es lo mismo regular a un cirujano que a un economista, ni por la complejidad de sus cometidos ni por las consecuencias del ejercicio profesional incorrecto.
...
La economía española se encuentra atenazada por una regulación detrás de otra y lo último que necesitamos son más regulaciones absurdas. De hecho, la Comunidad de Madrid ha funcionado mejor que otras comunidades en las dos últimas décadas por haber evitado algunos de los excesos regulatorios más ridículos de otras regiones (sin ser, de todas maneras, ni de lejos la comunidad perfecta). No conozco los motivos detrás de esta prioridad peregrina de Ciudadanos de regular las profesiones deportivas en Madrid, pero Ignacio Aguado está dejando claro que es un enemigo del bienestar de los madrileños. Aguado no entiende ni como funciona una economía de mercado ni cuales son los principios básicos de la regulación y su labor legislativa se basa en reducir el crecimiento económico y la productividad de los habitantes de la comunidad de la capital de España. Para ese viaje no hacían falta las alforjas de un nuevo partido: el PP y el PSOE no parecían precisar de ayuda extra.
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