MonteKarmelo
Madmaxista
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El pacense Cándido Méndez, de 57 años, lleva desde 1994 dirigiendo sin contestación el sindicato socialista y desde 2003 preside la Confederación Europea de Sindicatos por reconocimiento general de su trayectoria. Ahora, siempre comedido, a las puertas de la celebración del Primero de Mayo, afronta los problemas que provoca la crisis y afirma categórico: “Las únicas pensiones que están garantizadas son las del sistema público”.
Pregunta: ¿Cómo están las relaciones con el Gobierno, especialmente con Rodríguez Zapatero?
Respuesta: Bien. Con el Gobierno de Rodríguez Zapatero los sindicatos mantenemos una relación cordial. En el caso de UGT, apreciamos que resista los “cantos de sirena” de quienes pretenden aprovechar la gravísima crisis económica para producir recortes sociales.
P: ¿Y con la oposición, con Mariano Rajoy?
R: Con el Sr. Mariano Rajoy, que estuvo en nuestro reciente Congreso Confederal, mantenemos relaciones normales. Hemos expresado ya nuestro rechazo a las propuestas que está haciendo el Partido Popular, entre otros, porque pensamos que sólo lograrán ahondar en la brecha que existe en nuestra sociedad sin aportar soluciones de fondo frente a la crisis.
P: ¿Confía en que Elena Salgado mantenga el diálogo social sin concesiones a la patronal que no avalen los sindicatos?
R: Confiamos en Elena Salgado porque lo ha afirmado ella y porque integra un gobierno que ha dicho reiteradamente que no consentirá el abaratamiento del despido ni los recortes sociales, como están demandando la patronal y esos “expertos” que se han equivocado totalmente en los pronósticos que realizaron.
P: ¿Hasta qué punto se aprovecha la patronal de las posiciones del PP?
R: Es difícil determinar quién se aprovecha de quién. Lo cierto es que hay en estos momentos una coincidencia en demandar más flexibilidad y menores salarios, cuando lo que necesitamos es inversión pública y privada para fomentar el crecimiento y el empleo. Ni la patronal ni el PP hacen alusión a la necesidad de establecer mayores controles públicos cuando la desregulación —que ellos defendieron con ahínco— está en el origen de la crisis financiera que se ha desatado sobre la economía mundial.
P: ¿Qué están haciendo los sindicatos por los parados, teniendo en cuenta que las listas de desempleados no paran de crecer?
R: Estamos dedicando todos nuestros esfuerzos a sugerir propuestas y a colaborar en la búsqueda de soluciones. Hemos expresado reiteradamente nuestra disposición al diálogo social y a la negociación colectiva en tanto en cuanto puedan ser instrumentos útiles para impulsar la economía y crear empleos. En cualquier caso, es inevitable recordar que los sindicatos no conducimos la economía ni las empresas de este país.
P: ¿Ha tenido UGT que reinventarse con esta crisis o sigue manteniendo los mismos objetivos para la negociación colectiva de este año que los que ha defendido en ejercicios anteriores?
R: No hemos tenido que reinventarnos. Para la negociación colectiva de 2009 hemos propuesto un incremento moderado de los salarios porque creemos que el consumo de los trabajadores es un factor esencial para la recuperación económica. Las propuestas maximalistas de la CEOE han hecho inviable el acuerdo. El sistema de negociación colectiva implantado en España hace casi 30 años ha demostrado su eficacia para afrontar las crisis económicas y las transformaciones del sector productivo. No es bueno pretender echarlo ahora por la borda cuando puede ser un factor importante para la recuperación.
P: ¿Qué medidas proponen ustedes para fomentar la competitividad?
R: Consideramos inaplazable la actuación conjunta de todas las Administraciones Públicas de España —el Gobierno de la Nación y las Comunidades Autónomas— en una Conferencia sobre Empleo e Industria que aborde las medidas inmediatas para detener la caída del empleo. La reactivación es una prioridad absoluta.
Además, debemos abordar el cambio de modelo productivo como cuestión estratégica y de más largo plazo. Los sindicatos creemos que la competitividad de la economía no debe basarse en reducir los salarios o en producir recortes sociales sino en el desarrollo de una política industrial, el fomento de las actividades de I+D+i, la inversión en mejoras de nuestro sistema educativo, la estabilidad y la cualificación de los trabajadores. El progreso económico debe ir de la mano con el progreso social.
P: ¿Cómo?
R: Dado que, según nuestro tamaño, no podemos pretender posiciones de liderazgo en todos los campos, estamos obligados a la especialización. Hay sectores —como el de las energías renovables, en el que España ya tiene posiciones de liderazgo— que tienen un gran potencial para la inversión y la creación de empleo. El logro de industrias, servicios y edifi cios más eficientes en materia de consumo energético es otro de los grandes desafíos. La producción de vehículos de bajo consumo de carburantes que muchos países han puesto ahora entre sus prioridades (como es el caso de EEUU con la Administración Obama) tienen también un gran potencial. Si lográramos, por ejemplo, un modelo de automóvil eléctrico altamente eficiente, ello podría tener para nuestra economía el efecto que Nokia tuvo para la economía de Finlandia.
P: ¿Hasta dónde pueden llegar las reformas estructurales de la economía?
R: Las reformas estructurales deben ser, por definición, profundas.
Ahora bien, el paso de una economía basada fuertemente en la construcción (que llegó a representar más del 13% del PIB) a otra con mayor componente tecnológico e industrial, donde el sector de la construcción —absolutamente imprescindible por su gran capacidad de generación de empleo— tenga la proporción que es habitual en las economías desarrolladas, no será una tarea fácil. Es un trabajo de generaciones y por eso mismo tenemos que empezar a sentar las bases de inmediato. Las reformas estructurales deben comprender también reglas más estrictas y mayores controles para el funcionamiento del sector financiero.
P: ¿Están en peligro las pensiones?
R: Antes de responderle, permítame recordar que la casi totalidad de los sistemas privados —los famosos planes de pensiones que se nos anunciaron como la gran panacea para las jubilaciones— están en situación de pérdidas que, en algunos casos, son cuantiosas. Me gustaría que el Gobernador del Banco de España y quienes, como él, se expresan sobre las pensiones de la Seguridad Social en términos que preocupan a la población se refirieran también a este problema.
Las pensiones de la Seguridad Social no están en peligro. Es más, las únicas pensiones que están garantizadas son las del sistema público. Ahora bien, en un contexto de crisis y de aumento vertiginoso del paro se produce una caída en los ingresos de la SS y esto es algo que debe tenerse en cuenta. Pero la sostenibilidad no está en peligro porque la recuperación económica conllevará, cuando se produzca, una mejora de la situación financiera del sistema, como ya ha ocurrido en el pasado.
P: ¿Descarta la posibilidad de que la crisis lleve a postular una huelga general o sólo habrá movilizaciones parciales si se agrava la situación?
R: UGT descarta la convocatoria de una huelga general porque no aportará solución alguna en las materias que más preocupan a los trabajadores: el empleo y la protección social.
Pero, conjuntamente con CCOO, estamos realizando movilizaciones en toda España reclamando soluciones para los problemas que preocupan a los trabajadores.
http://www.neg-ocio.com/sitefiles/pdf/300409.pdf
Pregunta: ¿Cómo están las relaciones con el Gobierno, especialmente con Rodríguez Zapatero?
Respuesta: Bien. Con el Gobierno de Rodríguez Zapatero los sindicatos mantenemos una relación cordial. En el caso de UGT, apreciamos que resista los “cantos de sirena” de quienes pretenden aprovechar la gravísima crisis económica para producir recortes sociales.
P: ¿Y con la oposición, con Mariano Rajoy?
R: Con el Sr. Mariano Rajoy, que estuvo en nuestro reciente Congreso Confederal, mantenemos relaciones normales. Hemos expresado ya nuestro rechazo a las propuestas que está haciendo el Partido Popular, entre otros, porque pensamos que sólo lograrán ahondar en la brecha que existe en nuestra sociedad sin aportar soluciones de fondo frente a la crisis.
P: ¿Confía en que Elena Salgado mantenga el diálogo social sin concesiones a la patronal que no avalen los sindicatos?
R: Confiamos en Elena Salgado porque lo ha afirmado ella y porque integra un gobierno que ha dicho reiteradamente que no consentirá el abaratamiento del despido ni los recortes sociales, como están demandando la patronal y esos “expertos” que se han equivocado totalmente en los pronósticos que realizaron.
P: ¿Hasta qué punto se aprovecha la patronal de las posiciones del PP?
R: Es difícil determinar quién se aprovecha de quién. Lo cierto es que hay en estos momentos una coincidencia en demandar más flexibilidad y menores salarios, cuando lo que necesitamos es inversión pública y privada para fomentar el crecimiento y el empleo. Ni la patronal ni el PP hacen alusión a la necesidad de establecer mayores controles públicos cuando la desregulación —que ellos defendieron con ahínco— está en el origen de la crisis financiera que se ha desatado sobre la economía mundial.
P: ¿Qué están haciendo los sindicatos por los parados, teniendo en cuenta que las listas de desempleados no paran de crecer?
R: Estamos dedicando todos nuestros esfuerzos a sugerir propuestas y a colaborar en la búsqueda de soluciones. Hemos expresado reiteradamente nuestra disposición al diálogo social y a la negociación colectiva en tanto en cuanto puedan ser instrumentos útiles para impulsar la economía y crear empleos. En cualquier caso, es inevitable recordar que los sindicatos no conducimos la economía ni las empresas de este país.
P: ¿Ha tenido UGT que reinventarse con esta crisis o sigue manteniendo los mismos objetivos para la negociación colectiva de este año que los que ha defendido en ejercicios anteriores?
R: No hemos tenido que reinventarnos. Para la negociación colectiva de 2009 hemos propuesto un incremento moderado de los salarios porque creemos que el consumo de los trabajadores es un factor esencial para la recuperación económica. Las propuestas maximalistas de la CEOE han hecho inviable el acuerdo. El sistema de negociación colectiva implantado en España hace casi 30 años ha demostrado su eficacia para afrontar las crisis económicas y las transformaciones del sector productivo. No es bueno pretender echarlo ahora por la borda cuando puede ser un factor importante para la recuperación.
P: ¿Qué medidas proponen ustedes para fomentar la competitividad?
R: Consideramos inaplazable la actuación conjunta de todas las Administraciones Públicas de España —el Gobierno de la Nación y las Comunidades Autónomas— en una Conferencia sobre Empleo e Industria que aborde las medidas inmediatas para detener la caída del empleo. La reactivación es una prioridad absoluta.
Además, debemos abordar el cambio de modelo productivo como cuestión estratégica y de más largo plazo. Los sindicatos creemos que la competitividad de la economía no debe basarse en reducir los salarios o en producir recortes sociales sino en el desarrollo de una política industrial, el fomento de las actividades de I+D+i, la inversión en mejoras de nuestro sistema educativo, la estabilidad y la cualificación de los trabajadores. El progreso económico debe ir de la mano con el progreso social.
P: ¿Cómo?
R: Dado que, según nuestro tamaño, no podemos pretender posiciones de liderazgo en todos los campos, estamos obligados a la especialización. Hay sectores —como el de las energías renovables, en el que España ya tiene posiciones de liderazgo— que tienen un gran potencial para la inversión y la creación de empleo. El logro de industrias, servicios y edifi cios más eficientes en materia de consumo energético es otro de los grandes desafíos. La producción de vehículos de bajo consumo de carburantes que muchos países han puesto ahora entre sus prioridades (como es el caso de EEUU con la Administración Obama) tienen también un gran potencial. Si lográramos, por ejemplo, un modelo de automóvil eléctrico altamente eficiente, ello podría tener para nuestra economía el efecto que Nokia tuvo para la economía de Finlandia.
P: ¿Hasta dónde pueden llegar las reformas estructurales de la economía?
R: Las reformas estructurales deben ser, por definición, profundas.
Ahora bien, el paso de una economía basada fuertemente en la construcción (que llegó a representar más del 13% del PIB) a otra con mayor componente tecnológico e industrial, donde el sector de la construcción —absolutamente imprescindible por su gran capacidad de generación de empleo— tenga la proporción que es habitual en las economías desarrolladas, no será una tarea fácil. Es un trabajo de generaciones y por eso mismo tenemos que empezar a sentar las bases de inmediato. Las reformas estructurales deben comprender también reglas más estrictas y mayores controles para el funcionamiento del sector financiero.
P: ¿Están en peligro las pensiones?
R: Antes de responderle, permítame recordar que la casi totalidad de los sistemas privados —los famosos planes de pensiones que se nos anunciaron como la gran panacea para las jubilaciones— están en situación de pérdidas que, en algunos casos, son cuantiosas. Me gustaría que el Gobernador del Banco de España y quienes, como él, se expresan sobre las pensiones de la Seguridad Social en términos que preocupan a la población se refirieran también a este problema.
Las pensiones de la Seguridad Social no están en peligro. Es más, las únicas pensiones que están garantizadas son las del sistema público. Ahora bien, en un contexto de crisis y de aumento vertiginoso del paro se produce una caída en los ingresos de la SS y esto es algo que debe tenerse en cuenta. Pero la sostenibilidad no está en peligro porque la recuperación económica conllevará, cuando se produzca, una mejora de la situación financiera del sistema, como ya ha ocurrido en el pasado.
P: ¿Descarta la posibilidad de que la crisis lleve a postular una huelga general o sólo habrá movilizaciones parciales si se agrava la situación?
R: UGT descarta la convocatoria de una huelga general porque no aportará solución alguna en las materias que más preocupan a los trabajadores: el empleo y la protección social.
Pero, conjuntamente con CCOO, estamos realizando movilizaciones en toda España reclamando soluciones para los problemas que preocupan a los trabajadores.
http://www.neg-ocio.com/sitefiles/pdf/300409.pdf