No es que la economía sea aburrida, es que se ha convertido en una mezcla de política (a quien se le perdonan las deudas y a quien no) y brujería (bancos centrales prometiendo soluciones tremendas que "serán suficiente" y que en realidad son solo prestidigitación y chamanismo).
¿Que cabe esperar de SuperMario y sus amiguetes en la reunión de mañana? Pues una de cal y otra de arena, como siempre. Un "gran bazooka" que no creo que llegue ni de lejos a los 500.000 millones rumoreados, aunque con promesas vagas de mucho más en el futuro; y parcelación del riesgo de las compras de bonos a nivel de los bancos centrales nacionales, aunque con respaldo del BCE (mientras los gobiernos se porten bien), y con supervisión centralizada. O sea, muy poca chicha para empezar, aunque las promesas serán lo bastante vagas como para poder venderlo como grandes medidas. La reacción será desencanto para empezar, seguida de nueva esperanza de que se regalará más dinero en el futuro. La misión del BCE no es impedir el uso de la impresora, sino alargarlo lo más posible para que los efectos sean aprovechados al máximo.
Por otra parte, amenazas al pueblo griego para que no vote a Syriza, amenazas a Tsipras para que se piense mucho lo que hace si gana, y alguna promesa de sobornarle, para que si gana se siente a dialogar, que ya somos mayorcitos y no vamos a hacernos daño, ¿eh?.