Guerra de oleoductos: South stream (italo ruso) vs nabucco (u.s.a. + saudi arabia & iraq)

MICROLITO

Madmaxista
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Sobre el petrolio-madmax :confused:



Resulta obvio constatar que en un planeta finito ninguna sociedad puede crecer hasta el infinito como está inscrito, como un destino, en el código genético capitalista.


Y que por tanto, más tarde o más temprano, el capitalismo está llamado a chocar con unos límites externos (agotamiento de recursos) que frenarán y harán imposible su funcionamiento normal​
.

La idea que pretendo defender aquí es que esta colisión no es una posibilidad teórica, sino que es un hecho que ya ha comenzado y que se desplegará, de forma paulatina, a lo largo del primer tercio del siglo XXI. Que nadie imagine un colapso apocalíptico y cinematográfico: salvo momentos puntuales de shocks, el desplome será lento, como una enfermedad degenerativa.

Pero que tampoco nadie dude que el mundo del futuro será completamente distinto al que habíamos imaginado: un mundo de gran escasez material y pobreza energética, donde la vida cotidiana se volverá, a la fuerza, mucho más sencilla. Y el sistema se parecerá poco al capitalismo que hemos conocido. La razón es que desde mediados de la década del 2000, que sobrepasamos el pico mundial de petróleo, hemos entrado en la era del fin del crecimiento económico.

La sociedad industrial moderna es un gigante con pies de barro, pero ese barro es petróleo. De un modo que cuesta imaginar nuestra forma de vida, al menos desde la II Guerra Mundial, es absolutamente dependiente de un flujo constante y barato de petróleo. Los combustibles fósiles son el 80% de la energía primaria que empleamos y el petróleo el 96% del transporte del mundo.

Este dato revela su verdadero peso si comprendemos que habitamos un planeta productivamente deslocalizado: las materias primas y las personas no paran de moverse de un lado a otro del mundo en un frenesí desquiciado. Así, por ejemplo, y en algo tan cotidiano y simple como desayunar, puedo comer dos manzanas chilenas masticándolas con una funda dental fabricada en China en base a una aleación de cobalto extraído del Congo.

Al mismo tiempo, nuestra sociedad ha asumido patrones de asentamiento gigantescos, las megalópolis, que se vuelven inmanejables sin un coche privado (no digo invivibles, porque su vileza es evidente con o sin automóvil). Esto se ha vuelto más grave a partir de la explosión de esos engendros urbanísticos que combinan lo peor de un pueblo y lo peor de una ciudad que son las urbanizaciones, que se extienden como un cáncer por EEUU pero también en Europa y los países emergentes.

Sobra decir que el petróleo es la materia prima de la petroquímica y por tanto de más de 3000 productos cotidianos fundamentales, desde medicinas a piezas informáticas.

Y dos cuestiones de suma importancia. La primera es que en las sociedades industriales, 9 de cada 10 calorías que comemos son petróleo (maquinaria agrícola, pesticidas, fertilizantes, transporte a las ciudades) por lo que una disrupción de petróleo significa hambre. La segunda que no pude darse crecimiento económico sin un aumento del consumo de energía: la famosa desmaterialización de la economía de servicios es un espejismo.

Por tanto, cuando sube el precio del petróleo sube el precio de todo, especialmente los alimentos, y la economía mundial entra en recesión. Donde está el nudo gordiano de este problema es que el petróleo ha sobrepasado ya su punto máximo de producción de toda la historia (pico del petróleo) y nunca jamás volverá a ser barato.

Este hecho trascendental para nuestras vidas, si pilla a alguno desprevenido, es sólo una prueba de lo irracional que puede ser el capitalismo en la construcción de opinión pública: el informe del MIT al Club de Roma, que no era precisamente una secta de anarquistas enemigos del mundo industrial, sino la élite del pensamiento burgués de su época, ya nos alertó de ello hace más de 40 años. Al final, el futuro llega, y los desastres que pensábamos ilusamente dejar a nuestros nietos en herencia nos van a estallar en las manos.


En la década del 2000 hubo una intensa polémica entre geólogos pesimistas y optimistas por fechar el pico del petróleo. A grandes rasgos el debate enfrentaba a la geología institucional, la Asociación Internacional de la Energía (AIE) con la ASPO, una red de científicos que empleaba la metodología de cálculo de reservas de King Hubbert, un geólogo de la Shell que predijo con acierto el pico el petróleo de EEUU casi 20 años antes de que ocurriera (desde 1970 EEUU está produciendo cada año menos petróleo). Mientras que la AIE afirmaba que nunca habría un pico antes del 2030 y que quizá no tuviera forma de pico sino de una meseta, la ASPO pronosticaba problemas de suministros a partir de la primera década del siglo XXI.

Finalmente, los pesimistas acertaron y la AIE se vio obligada a reconocer a finales del 2010, y a regañadientes, que el pico del petróleo mundial había sido en el 2006.

Esto es, en el 2006 se ha llegado al techo máximo de producción de la materia prima fundamental en la que se basa toda la economía moderna. Desde entonces la producción petrolífera sólo puede declinar. No es casualidad que un año más tarde (2007) los malabares financieros a los que se había entregado el capitalismo neoliberal se derrumbasen en la profunda crisis que hoy sigue teniendo a la economía global contra las cuerdas.

Ni tampoco, que desde varias décadas atrás los grandes poderes militares del mundo estén empleando la guerra colonial como un método para asegurarse el acceso a unas fuentes de energía cada vez más escasas (Irak es el ejemplo más evidente, pero podríamos hablar de muchos otros casos: desde las guerras del Cáucaso a la intervención del imperialismo francés en Malí, cuya causa de fondo es el control de sus minas de uranio).

Los pesimistas ganaron la batalla, pero los optimistas no dan la guerra por perdida. En la década del 2010 el debate geológico se ha renovado. Ahora versa sobre las posibilidades de los petróleos no convencionales para ejercer como sustitutos del petróleo convencional.

En esta fase de crisis de vejez el capitalismo sobrevive mediante subterfugios. También mediante subterfugios energéticos, como las promesas de los petróleos no convencionales.

Bajo esta etiqueta se engloba una gran diversidad de combustibles fósiles (petróleo de altas latitudes y aguas profundas, arenas asfálticas, petróleos de pizarra, petróleos de esquisto…), de naturaleza energética muy distinta, que tienen en común el haber sido considerados históricamente como recursos marginales. El alto precio del petróleo ha vuelto a despertar el interés en ellos, a pesar de sus difíciles condiciones de explotación. Ahora que nos aprieta la cartera, lo que se está haciendo, básicamente, es rebuscar las monedas energéticas entre los huecos del sofá.

Los cocientes de energía neta (Tasa de retorno energético) del primer petróleo convencional, ese que ahora mengua irreversiblemente, eran de 100 a 1. Si invertías la energía equivalente a un barril de petróleo obtenías cien. Los de los petróleos no convencionales en ningún caso superan una TRE de 10 a 1, y en mucho de ellos el resultado es bastante más pobre (4-1, 3-1). Pretender que ambos recursos son sustituibles es una falacia amparada en un truco de palabras: aunque ambos se llamen petróleo, cuesta defender que se traten de la misma sustancia.

Cada cierto tiempo, y de forma recurrente, aparece la promesa de un El Dorado energético que va a posibilitar mantener intacto, e incluso expandir, nuestro desenfrenado nivel de consumo.

Hace unos años era el hidrógeno, luego vinieron las arenas asfálticas de Canadá y actualmente la pirotecnia mediática anuncia a bombo y platillo que la “revolución del petróleo de esquisto” (hidrofractura o fracking) va suponer un “terremoto geopolítico” que permitirá a EEUU, y según el último informe de la AIE, no solo autoabastecerse energéticamente en el 2030, sino incluso exportar energía. Más allá del titular espectacular, esta es una afirmación basada en una serie de trucos contables que no resisten el más mínimo análisis serio.

En un artículo futuro me centraré de un modo más concreto en el desmontaje de las expectativas que ha despertado este tipo de explotaciones, pero todos los datos apuntan que el sueño del fracking no es más que la próxima burbuja del capitalismo.

Las cifras de las TRE de las distintas fuentes de energía supuestamente alternativas al petróleo es uno de los elementos que nos llevan a concluir que no hay milagros energéticos basados en nuevas y fabulosas tecnologías esperando a la vuelta de la esquina. Y que por tanto resulta mucho más realista asumir, sencillamente, que la fiesta (cruel, injusta e histriónica) del crecimiento económico se ha terminado. Comprenderlo pasa por entender como muchas fuentes de energía distintas al petróleo funcionan subsidiadas energéticamente por el petróleo.

Si tenemos en cuenta, por ejemplo, la construcción de la central y la minería del uranio, que es altamente consumidora de petróleo, la TRE de la energía nuclear desciende hasta un rango de 8:1. Lo mismo ocurre con las energías renovables, cuya construcción y mantenimiento es dependiente de enormes flotas de vehículos propulsados por motores de combustión interna moviendo materiales y trabajadores de un lugar a otro del mundo.

De los biocombustibles resultan tasas de retorno energético extremadamente pobres, con el añadido de introducir un factor trágico de competición violenta por la tierra con capacidad fotosintética, cuando no directamente una competición entre combustibles y comida (el 40% de la producción nacional de maíz estadunidense está actualmente siendo destinada a la producción de etanol). La escasez de materiales también afecta a las energías renovables, altamente demandantes de recursos como cobre, fibra de acero o tierras raras. Y por supuesto a las otras grandes fuentes de energía mineral, como el carbón, el gas y el uranio, enfrentarán picos y declives irreversibles en el arco temporal de las próximas dos-tres décadas.

Si hubiera interés, se podrían hacer artículos en detalle sobre cada una de las fuentes de energía posibles sustitutas que nos llevarían a concluir, de forma categórica, que el petróleo es insustituible.

El panorama que aquí he descrito, de forma telegráfica, solo está dando cuenta de la incapacidad técnica y material que enfrenta nuestra civilización para cubrir una demanda energética que no es casual: le viene impuesta por su naturaleza expansiva.

Ni siquiera he introducido otros factores igualmente importantes, como los efectos ambientales y sociales catastróficos del uso de determinadas fuentes energéticas. O las implicaciones sociales y culturales de modelos energéticos que son también estructuras de dominación política (centralismo, expertocracia).

También es muy importante no olvidar que el pico del petróleo es la punta del iceberg de un proceso de agotamiento de recursos mucho más amplio, que lleva a algunos autores a hablar del “pico de todo”. El fósforo, imprescindible para el fosfato con el que se fabrican los fertilizantes de los que depende la agricultura industrial, sobrepasó su pico en 1989. La pesca lo hizo a principios de los 80. El cobre hace unos años. Y en el 2015 China, principal productor mundial de tierras raras, dejará de exportar porque acaparará toda su producción para su propio consumo interno.

La primera revolución industrial se basó en la revolución energética del carbón. La segunda revolución industrial lo hizo en la revolución energética del petróleo. La tercera revolución industrial es una quimera llamada a fracasar porque no tiene, ni puede tener, una base energética que la sustente. Su fracaso arrastrará al mundo, durante las próximas dos-tres décadas, en una serie de convulsiones sociales que derribarán gobiernos, modificarán fronteras, alimentarán insurrecciones y transformarán la cultura consumista actual en fórmulas de vida mucho más austeras y sencillas.

Que la iniciativa de esta transición la lleve el capitalismo suicida, un ecofascismo de los recursos o procesos emancipatorios de autoorganización popular es, seguramente, la clave política de nuestro tiempo.http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=web&cd=31&cad=rja&ved=0CDEQFjAAOB4&url=http%3A%2F%2Fvocesdepradillo.org%2Fcontent%2Fotro-mundo-es-inevitable-iii-el-pico-del-petroleo&ei=57YpUq2GF4-g7Abwv4DYBA&usg=AFQjCNEhakSH3g3l1C9sH1VmFuvyVebwSw

Petróleo podría llegar a 150 dlr por barril si guerra en Siria se expande: SocGen

El petróleo Brent podría subir hasta 125 dólares el barril si Occidente inicia ataques aéreos contra Siria y podría elevarse incluso más si el conflicto se expande al resto de Oriente Medio, dijo el miércoles el banco Societe Generale​


La vida después del colapso 2014.


Creo sinceramente que nos acercamos a un momento crítico de la historia. Nada pasa por casualidad, todo sucede por un motivo y normalmente ese motivo es tan simple como oculto
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La historia de la humanidad es una historia bastante oscura en su conjunto: ambición, poder, guerras, muerte, egoísmo. Claro que hay grandes ejemplos de humanidad, idealismo, inteligencia, entre nuestros congéneres. Sin embargo, no son los más abundantes, para nuestra desgracia​
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El mundo está en manos de un puñado de asesinos. Esto no es conspiranoia: es la realidad. La crisis en la que estamos inmersos nos lo demuestra, la propia historia nos lo demuestra. Se toman decisiones que van en contra de los intereses de la mayoría. Esas decisiones se toman en instituciones no democráticas como son el FMI, la Reserva Federal estadounidense o el Banco Central Europeo. Después se imponen a los ciudadanos, a través de sus gobiernos, haciendo parecer que este proceso forma parte de la democracia. Nada más lejos de la realidad.​
Desde hace tiempo escribo en este blog sobre cosas que leo o veo, e intento compartirlas para su difusión, porque soy cada día más consciente de que estamos sometidos a un engaño brutal, de lo que ha pasado y de lo que va a pasar. De igual modo, soy cada día más consciente de que no interesa a la mayoría todo lo que aquí se comenta. La gente se cabrea ante un titular, echa pestes, insulta. Y luego, vuelve a su vida, porque en el fondo, nadie quiere complicarse la existencia.


Yo misma he vivido las consecuencias de abrir los ojos a la realidad de este mundo. No la que te venden desde los medios de comunicación masivos: no. La realidad. Esa que Julian Assange intenta transmitir al mundo, y por ello vive retenido en una embajada, amenazado de muerte y siendo víctima de una campaña de desprestigio mundial. Esa que el soldado Bradley Manning intentó destapar, publicando informaciones confidenciales que evidencian la política del gobierno estadounidense de hacer lo que haga falta para dominar el mundo. La misma que ha hecho que le caigan 35 años de guandoca por revelación de secretos, mientras que Bush hijo no ha pisado ni un juzgado tras invadir y destrozar un país bajo falsos pretextos.

Sé que la mayoría ve todo el conflicto de Oriente Medio como un problema de terroristas, de dictadores, o simplemente "de estos árabes que están locos". Claro, ya tenemos a los medios de comunicación haciendo su papel desde hace muuucho tiempo para crear esa opinión. Sí, eso se crea, aunque pienses que tú eres muy independiente. Nada más lejos: estamos expuestos, intoxicados, sometidos, manipulados.

Es fácil que te conmuevan unas imágenes de niños muriendo gaseados, y te cabreen, y te indignes, e incluso escribas algún comentario en las noticias o lo compartas en tu muro. Pero en el fondo, todos consideramos que eso es algo lejano y que no se puede hacer nada y que en el fondo no es problema nuestro, que bastante tenemos con esta crisis que asfixia al primer mundo.

Y aquí está la gracia. ¿Y si no fuese así?

¿Qué pensarías si supieses que lo que se está gestando es la tercera guerra mundial? ¿No sentirías mucha más inquietud? Ahora seguro que más de uno está pensando "otra conspiranoia".

Hay pruebas más que suficientes de que EEUU hace años que tiene planeado todo el conflicto de oriente, de que el gran objetivo es Irán, de que poco a poco ha ido tomando la zona, situando sus tropas...

El siguiente vídeo de 13 minutos (seguro que puedes dedicarle 13 minutos de tu vida) es un mini-documental titulado "La vida después del colapso 2014".


¿Esto te parece imposible? ¿Sabes que una de las causas de la segunda guerra mundial fue precisamente la gran depresión de los años 30 que siguió al crack de la bolsa de Nueva York en 1929? ¿No te parece que estamos en un momento económico muy similar al de entonces?
¿Recuerdas la respuesta de la sociedad a la invasión de Irak? Claro que en ese momento, la situación de este país no era ni parecida... El primer mundo está sumido en una crisis muy grave y esto tiene como consecuencia que los ciudadanos se centran más en sus problemas del día a día que en preocuparse de lo que pasa en Siria, por ejemplo. Qué casualidad más "afortunada" ¿no? Por cierto, ¿dónde comenzó esta crisis?.

Volvamos a Siria. Se trata de un país aliado de Irán, el siguiente paso en la estrategia estadounidense de dominación por el petróleo después de Irak, de Egipto, de Libia, de Afganistán. Pero Siria es clave.

Hace tiempo que los países del "primer mundo" dan vueltas a este asunto en la ONU. Rusia y China avisan de que no tolerarán una invasión. EEUU y Francia advirtieron que sólo intervendrían en Siria ante un ataque con armas químicas. Casualmente se ha producido esta semana.

¿Ahora qué? ¿Qué crees que ocurrirá si EEUU decide intervenir en Siria incluso sin la aprobación de la ONU, como ya hicieron en Irak? Irán tiene firmados tratados con Siria para defenderse mutuamente, de modo que posiblemente intervenga. Y ya está, ya tienen el escenario creado para invadir Irán, con la excusa de siempre: nos estamos defendiendo. ¿Qué crees que harán Rusia y China entonces?

¿Aún crees que no te afecta? Vale.

¿Qué posición crees que tomará España en este conflicto? Si nos ponemos de parte de EEUU, como solemos hacer, estaremos en contra de Irán y Rusia. ¿No te dice nada? Vale, espera un momento. ¿Sabes cuál es el principal suministrador de petróleo a nuestro país? Premio: Irán. ¿Y el segundo? Premio: Rusia. El tercero era Libia antes de estar sumido en la guerra (oh, sorpresa), ahora mismo ya no lo creo. ¿Y el cuarto? Arabia Saudí. Si has visto el vídeo, ya sabrás que Arabia Saudí es un aliado importantísimo de EEUU en materia de petróleo y dólares.

Por cierto, algo a tener muy en cuenta, por si alguien se pregunta sobre el interés de EEUU en esta zona. Según la Agencia Internacional de la Energía el primer productor de petróleo del mundo en 2017 será... EEUU. (lee más información aquí). Irán y China ya han planteado la idea de cambiar la divisa del petróleo. Numerosos expertos aseguran que perder ese "monopolio" podría suponer un desastre para la economía estadounidense. El derrocado presidente de Egipto, Mursi, había manifestado su intención de acercar posturas con Irán. Lo que en principio parecía una rebelión del pueblo contra el gobierno egipcio, secundada por el ejército, cada vez huele peor.

Volviendo a lo que podemos considerar consecuencias directas para nosotros, los españoles, me hago la siguiente pregunta: ¿cuánto subirá la gasolina y todo lo derivado del petróleo en nuestro país?

Por cierto, es curioso que, pese a la crisis, España lleve varios años destinando más dinero a presupuesto militar ¿no?. ¿Serán unos conspiranoicos nuestros gobernantes también?.

Por otra parte, sabemos que China es actualmente la fábrica del mundo. ¿Cómo afectará esto a las relaciones económicas entre ambos países? ¿Y al suministro de productos?
Sin olvidar que gran parte de la deuda pública de nuestro país está en manos de China, en forma de bonos del estado, por poner otro ejemplo.

¿Puedes seguir pensando que no te va a afectar?

Lo más terrible de todo es pensar la cantidad de millones de seres humanos que viven dando la espalda a estos problemas porque "no son los míos", "la vida ya es demasiado triste", "no me interesa la política", "esto es conspiranoia", y un largo etcétera. Me hace pensar en la cantidad de millones de seres humanos que no quisieron saber lo que ocurría por orden de Hitler, por ejemplo.

Supongo que a estas alturas te plantearás qué puedes hacer. Mi opinión es que lo primero es hacer que la gente sepa todo esto, buscar información, leerla, compartirla. Hace falta que la gente despierte, que dejemos de mirar para otro lado aunque sólo sea por evitar el desastre que se nos viene encima.


Lo que no podemos seguir haciendo es mirar para otro lado.


http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=web&cd=18&cad=rja&ved=0CFwQFjAHOAo&url=http%3A%2F%2Felmundomepareceunexpedientex.blogspot.com%2F2013%2F08%2Fla-vida-despues-del-colapso-2014.html&ei=c7MpUoTbLInF7AaA7oH4DQ&usg=AFQjCNG_45bir4Revzm1wg16nVyp_gmD2A

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Los petrodólares y el interés monetario de las guerras por el petróleo


En 1944, y a diferencia de la destruída Europa, Estados Unidos era una país poderoso y con toda su infraestructura económica intacta. Y pese a que John Maynard Keynes buscaba crear una divisa para el comercio mundial independiente a la moneda de los países, primó la tesis de Harry Dexter White de dejar al dólar como divisa universal. Esto dio grandes beneficios a Estados Unidos dado que el resto del mundo tenía que cambiar su moneda por dólares para acceder al comercio internacional, incurriendo con ello en costes financieros que para Estados Unidos eran inexistentes.

Sin embargo, los gastos desmedidos de la guerra de Vietnam llevaron a Estados Unidos a perder una importante cantidad de sus reservas en oro y antes que se declarara la quiebra del país, Richard Nixon decidió terminar con la convertibilidad del dolar en oro y convirtió al billete verde en una moneda fiduciaria universal emitida y aceptada por decreto. Esto permitió a Estados Unidos imprimir grandes cantidades de dinero y endeudarse con todo el mundo, especialmente Europa y Asia. Dado que ahora no existía el mecanismo de ajuste de cuentas que obligaba el patrón oro, los desequilibrios comerciales comenzaron a hacerse más ostensibles y Estados Unidos pasó a acumular cuantiosos déficit mientras el resto del mundo acumulaba enormes superávit.







Por eso el nacimiento de los petrólares, en 1973, supuso un gran respiro para Estados Unidos dado que la Reserva Federal debería imprimir una gran cantidad de billetes para facilitar las transacciones de petróleo en todos los rincones del planeta.

El acuerdo entre Estados Unidos y Arabia Saudita obligaba a cualquier país que quisiera comprar petróleo a cambiar primero su moneda nacional por dólares de Estados Unidos. A cambio de este compromiso en el cual Arabia Saudita vendería su petróleo exclusivamente en dólares de Estados Unidos, Estados Unidos ofreció armas y la protección militar de todos los campos petroleros sauditas.

Tras la creación de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), el resto de los países petroleros acordaron la comercialización exclusiva del petróleo en dólares de Estados Unidos, a cambio de armas y protección militar.

Este sistema de petróleo por dólares generó una gran demanda artificial de dólares en todo el mundo, y a medida que la demanda de petroleo aumentaba también lo hacía la demanda de dólares. Estados Unidos recibió el beneficio de ser el dueño exclusivo de este nuevo patrón monetario y ello le permitió ejercer un gran dominio sobre la economía mundial: las transacciones de petróleo representan casi el 10 por ciento del PIB mundial.

Actualmente se demandan 90 millones de barriles de petróleo al día y a un precio de 100 dólares el barril son 9 mil millones de dólares diarios que con los diferentes procesos de refinamiento y producción llegan a los 18 mil millones de dólares, es decir 6,5 billones de dólares anuales. En esta dinámica ¿puede interesar a Estados Unidos un petróleo barato?.

Una prueba lo da el hecho de que antes de la invasión a Irak hace diez años, el petróleo rondaba los 20-25 dólares el barril. Desde entonces ha quintuplicado y sextuplicado su precio. Esto es muy conveniente para Estados Unidos dado que mientras mayor sea el precio del petróleo, mayor es la demanda de dólares y mas beneficios recibe el cártel bancario de Estados Unidos amparado en la Reserva Federal.

Las guerras por el petróleo
Un hecho que tiende a olvidarse en forma frecuente es que en los prolegómenos de la moneda única, Saddam Hussein quería negociar con Europa el petróleo de Irak en euros. El 24 de septiembre de 2000, el gobierno de Saddam Hussein señaló que Irak comenzaba la transición de sus exportaciones de petróleo a la moneda del euro y se comprometió a promover el euro como una moneda de competencia al dólar.

En esta nota de la Revista Time de noviembre de 2000, a Saddam Hussein no le importa que el euro se esté devaluando frente al dólar, simplemente no quiere aceptar más dólares por el petróleo dado que no quiere tratar “con la moneda del enemigo”. Saddam estaba resentido con Estados Unidos por la primera guerra del golfo pérsico de 1990. Esta guerra ideada por la administración de George Bush padre, fue la primera guerra de los petrodólares. Luego vendrían muchas más guerras por el petróleo y hay una que está en pleno desarrollo con la crisis de Siria. Cada guerra despliega las más recientes innovaciones de la industria de armamentos y hay que dar uso a estos productos para justificar su enorme presupuesto.

La estrategia económica y geopolítica de los petrodólares ha sido una de las argucias más brillantes de la historia económica reciente, que ha permitido dar a Estados Unidos el predominio absoluto de la economía mundial. Los 6,5 billones de dólares que se mueven anualmente por el petróleo representan el 10% del PIB mundial y el 40% del PIB de Estados Unidos.

Cada vez que algún país petrolero manifiesta su intención de salirse del sistema petrodólar (como Iran, Siria o Venezuela) pasa a formar parte del llamado eje del mal, y el ejército de Estados Unidos (hoy a cargo de empresas privadas) se encarga de reinstaurar el orden por la vía de la fuerza. Hasta los países europeos reciben un tirón de orejas cuando buscan negociar en euros y no en dólares (ver aquí). ¿Hasta cuando podrá seguir Estados Unidos gozando de la hegemonía que le otorgan los petrodólares? ¿Qué tiene que ocurrir para que el sistema del petrodólar se desvanezca tal como lo hizo el sistema de Bretton Woods?

En los últimos años varios países han manifestado su intención de utilizar sus propias monedas para el intercambio de petróleo como India, China y Rusia. A medida que otros países busquen alejarse del sistema de petrodólares y hagan realidad la idea de Saddam Hussein de transar el principal recurso energético en monedas alternativas, el dolar proseguirá su lento pero persistente declive. Por ello se esperan fuertes presiones inflacionarias en el petróleo y también numerosas tensiones bélicas en torno a los países petroleros patrocinadas por Estados Unidos.

Si el sistema de Bretton Woods de 1944 implicó generar una alta demanda de dólares de Estados Unidos para acceder al comercio, el sistema de los petrodólares instaurado tres décadas más tarde aseguró por si mismo la demanda de dólares con el recurso más estratégico de todos. A 40 años de su instauración el sistema de los petrodólares acusa fatiga crónica y nadie puede asegurar que Estados Unidos siga siendo la democracia responsable que prometía ser al fin de la segunda guerra mundial. La historia se ha encargado de demostrar que ningún sistema es eterno, y el posible colapso del sistema petróleo-por-dolares tiene muy nerviosas a sus autoridades.



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