C
CyberBob-
Guest
El Gobierno permite a Polanco emitir en abierto. ¡Madre mía, qué sorpresa!
No me lo podía ni imaginar. Con todos los que quieren una tele, y le toca a
él: ¡Qué puñetero! Seguro que no lo esperaba y tarda mucho en prepararlo
todo...
Pobre Polanco, qué lío le espera. Porque una cadena de televisión en abierto
no se monta de un día para otro. Hay que contratar personal, hacer
programaciones, comprar películas, diseñar programas...Un follón. Y más si
como le pasa a Polanco tiene que emitir en abierto en la frecuencia de lo
que aún es su canal de pago: un día de estos tendrá que empezar a presionar
brutalmente a sus suscriptores de Canal+ para que se pasen a Digital+.
Afortunadamente vivimos en un país europeo, serio y democráticamente
consolidado. En un país bananero esto de Polanco y su televisión se hubiera
hecho de una manera menos rigurosa, más descarada. En un país bananero, el
empresario bananero hubiera sabido desde hace meses que el Gobierno,
bananero hasta las trancas, le iba a permitir emitir en abierto. Y llevaría
mucho tiempo contratando personal, preparando programaciones, comprando
películas, diseñando programas... Y llevaría meses suplicando a sus abonados
al canal de pago que se pasasen a su plataforma digital.
Pero no vivimos en un país bananero. Gracias a eso seguimos creyendo en la
democracia, en el Gobierno, en Polanco y en la televisión como instrumento
de ocio y cultura, no de dinero y poder.
No me lo podía ni imaginar. Con todos los que quieren una tele, y le toca a
él: ¡Qué puñetero! Seguro que no lo esperaba y tarda mucho en prepararlo
todo...
Pobre Polanco, qué lío le espera. Porque una cadena de televisión en abierto
no se monta de un día para otro. Hay que contratar personal, hacer
programaciones, comprar películas, diseñar programas...Un follón. Y más si
como le pasa a Polanco tiene que emitir en abierto en la frecuencia de lo
que aún es su canal de pago: un día de estos tendrá que empezar a presionar
brutalmente a sus suscriptores de Canal+ para que se pasen a Digital+.
Afortunadamente vivimos en un país europeo, serio y democráticamente
consolidado. En un país bananero esto de Polanco y su televisión se hubiera
hecho de una manera menos rigurosa, más descarada. En un país bananero, el
empresario bananero hubiera sabido desde hace meses que el Gobierno,
bananero hasta las trancas, le iba a permitir emitir en abierto. Y llevaría
mucho tiempo contratando personal, preparando programaciones, comprando
películas, diseñando programas... Y llevaría meses suplicando a sus abonados
al canal de pago que se pasasen a su plataforma digital.
Pero no vivimos en un país bananero. Gracias a eso seguimos creyendo en la
democracia, en el Gobierno, en Polanco y en la televisión como instrumento
de ocio y cultura, no de dinero y poder.