SuperPoblación
Madmaxista
Supongo que a la crisis actual se le habrán propuesto cientos de nombres diferentes, pero no los he oido, la verdad. Así que me animo a ponerle nombre :o
A mí, por mis impresiones, por lo que leo, por la incertidumbre que siento, por lo que dice la gente en el trabajo, en la calle, en el banco, creo que se la podría bautizar como la crisis envainada. Y con ello me refiero a la latencia de esta crisis y a que no se conoce (¡más de un año después del comienzo!) su alcance en absoluto. Hasta que no se desenvaine del todo no sabremos si va a ser una pequeña navaja suiza o un sable samurai. Así que me da que el ingrediente distintivo de esta crisis (respecto a las otras) es la incertidumbre prolongada en el tiempo.
Hay muchas quiebras de facto, lo sabemos, pero muy pocas declaradas. Hay bancos y cajas (están en mente de todos) que se sabe que van a caer (o que son difícilmente salvables al menos), pero se intentan sostener con un andamiaje de normalidad, de reformas, para tratar de dosificar y controlar la caida, intentando minimizar los daños, pero por contra agravando la sensación de incertidumbre que tan dañina es para la economía. Todo está oculto, no se quiere levantar la liebre por puro miedo a que lo que salga de la empuñadura sea una espada que pueda incluso hacer peligrar los cimientos del propio sistema.
Los bancos están comprando las empresas inmobiliarias jovenlandesesas (véase Banesto y Urbis hace poco o la refinanciación de Polaris), en lugar de dejarlas caer en un concurso de acreedores incierto. Se maquillan y se sonríen, con lo que sólo vemos la punta del iceberg-crisis (ese también puede ser un buen nombre). Vemos claramente que hay algo, pero no se muestra, y cada uno además esconde a los demás su parte del cuadro.
Igualmente sigue sin saberse qué titulizaciones de crédito de entre las miles que circulan están enmarronadas y cuáles no. Esto está retrayendo sobremanera los mercados financieros, afectando por tanto a la "economía real". No hay información y seguimos sin saber si la montaña parirá un ratón o se hará volcán.
Así, desde luego, creo que no vamos a salir de la crisis y la incertidumbre va a alargarse muchíííííííísimo en el tiempo. Hay cadáveres andantes entre nosotros, que intentan hacerse pasar por vivos y que se maquillan para no ser reconocidos. Hay que desenmascarar a los zombis financieros para devolver la confianza al mercado y al inversor. Y supongo que lo han de hacer las autoridades, pues los afectados seguirán silbando y mirando a los lados. Y si no, se hace, vamos a ir de cráneo, foreros.
¿Creéis que es un buen nombre para la crisis o esto es otra tontería de las tantas que se escriben?
A mí, por mis impresiones, por lo que leo, por la incertidumbre que siento, por lo que dice la gente en el trabajo, en la calle, en el banco, creo que se la podría bautizar como la crisis envainada. Y con ello me refiero a la latencia de esta crisis y a que no se conoce (¡más de un año después del comienzo!) su alcance en absoluto. Hasta que no se desenvaine del todo no sabremos si va a ser una pequeña navaja suiza o un sable samurai. Así que me da que el ingrediente distintivo de esta crisis (respecto a las otras) es la incertidumbre prolongada en el tiempo.
Hay muchas quiebras de facto, lo sabemos, pero muy pocas declaradas. Hay bancos y cajas (están en mente de todos) que se sabe que van a caer (o que son difícilmente salvables al menos), pero se intentan sostener con un andamiaje de normalidad, de reformas, para tratar de dosificar y controlar la caida, intentando minimizar los daños, pero por contra agravando la sensación de incertidumbre que tan dañina es para la economía. Todo está oculto, no se quiere levantar la liebre por puro miedo a que lo que salga de la empuñadura sea una espada que pueda incluso hacer peligrar los cimientos del propio sistema.
Los bancos están comprando las empresas inmobiliarias jovenlandesesas (véase Banesto y Urbis hace poco o la refinanciación de Polaris), en lugar de dejarlas caer en un concurso de acreedores incierto. Se maquillan y se sonríen, con lo que sólo vemos la punta del iceberg-crisis (ese también puede ser un buen nombre). Vemos claramente que hay algo, pero no se muestra, y cada uno además esconde a los demás su parte del cuadro.
Igualmente sigue sin saberse qué titulizaciones de crédito de entre las miles que circulan están enmarronadas y cuáles no. Esto está retrayendo sobremanera los mercados financieros, afectando por tanto a la "economía real". No hay información y seguimos sin saber si la montaña parirá un ratón o se hará volcán.
Así, desde luego, creo que no vamos a salir de la crisis y la incertidumbre va a alargarse muchíííííííísimo en el tiempo. Hay cadáveres andantes entre nosotros, que intentan hacerse pasar por vivos y que se maquillan para no ser reconocidos. Hay que desenmascarar a los zombis financieros para devolver la confianza al mercado y al inversor. Y supongo que lo han de hacer las autoridades, pues los afectados seguirán silbando y mirando a los lados. Y si no, se hace, vamos a ir de cráneo, foreros.
¿Creéis que es un buen nombre para la crisis o esto es otra tontería de las tantas que se escriben?
