Posfeminismo

J

Josec

Guest
Estoy en plena campaña de acuñación del término: Posfeminismo. Es la
forma de pensar de algunas mujeres que, como yo, creyeron y protagonizaron
el feminismo y ahora se atreven a analizar los errores de aquella
revolución. No porque fuese inadecuado conquistar la igualdad de derechos,
sino porque para hacerlo, y visto que estábamos más solas que la una,
tuvimos que censurar la importancia de la vida conyugal y familiar. Todas
las revoluciones tienen su lado oscuro. El lado de la guillotina y del
gulag, el lado de la exageración y la mentira.

En el caso de la reivindicación de la vida pú­blica, laboral e
intelectual de la mujer se sacri­ficó la estabilidad doméstica. Pensemos en
nuestras ministras, que andan poco más allá de mis cuarenta años de edad:
este Gobierno tie­ne ocho mujeres, la mitad separadas o solteras, ¿saben
cuántos hijos acumulan entre las ocho? Cuatro. Cuatro criaturas. Las
ministras espa­ñolas representan a una generación donde, pa­ra llegar alto
en el trabajo, había que apuntar bajo en lo privado. Ahora que muchas
mujeres, mitad en serio notad en broma, exclaman « ¿Li­beración, qué
liberación?», y se quejan de ex­ceso de trabajo, en casa y fuera, ha llegado
el momento de echar cuentas con una sociedad nueva donde la inestabilidad
familiar está a la orden del día, los niños crecen frecuentemente sin padre
o madre y donde la depresión, la agresividad y la falta de paz empiezan a
resul­tar llamativos. ¿Qué hemos hecho mal? Pues seguramente y es un
meaculpa que tienen que entonar tanto hombres como mujeres- menospreciar el
trabajo que nuestras madres y abuelas desempeñaron en el gobierno de los
hogares y en la crianza y educación de los hijos.

Hemos cometido el imperdonable pecado de pensar que llevar una casa y
formar a los hijos es fácil, tan fácil y prescindible que cualquier
guardería podía sustituir a la madre en su trabajo. Y ellas, madres y
abuelas, despreciadas y acomplejadas, formaron una generación de
mujeres -nosotras- convencidas de que para «realizarse» había que
desarrollar una ambiciosa carrera profesional. Eso es todo lo que ha
ocurrido. Ahora, una vez «realizadas», constatamos que las casas desiertas,
los niños con llave en el bolsillo, las parejas divorciadas por culpa de
largas discusiones a la vuelta de jornadas laborales interminables,
constituyen un precio demasiado alto. Que todos, hombres y mujeres, hemos
cambiado tranquilidad y estabilidad por éxito... y que tal vez no merecía
pena. Me pregunto si estamos a tiempo de corregir algo. No de volver a lo de
la pata quebrada, que no tiene sentido, pero sí de regresar todos a la
construcción de hogares sólidos y amables, donde padres y madres se ocupen
de los hijos de forma continuada, donde sea posible hacer el amor más a
menudo y donde el trabajo «de fuera» vuelva a ser exclusivamente lo que debe
ser: una forma honrada de mantener a la familia.

Cristina LÓPEZ SCHLICHTING

http://www.larazon.es/
 
I

Inapetente

Guest
"Josec" <josecalpe87@terra.es> escribió en el mensaje
news:n_bqe.1271659$I96.1541819@telenews.teleline.es...
> Estoy en plena campaña de acuñación del término: Posfeminismo.


Le daría una consejo práctico a Cristina.

Cuando uno está en plena campaña de acuñación de un término lo último que
debe hacer es reconocer que está en plena campaña.

Cualquier manual de rudimentos de propaganda explica porqué.

Ay, éstos de la derecha que pardillos son.



>
> Cristina LÓPEZ SCHLICHTING
>
> http://www.larazon.es/
>
>
 
B

Base 8

Guest
¿Esta trabaja en la COPE o algo parecido?

Cualquiera diría que fue feminista y que la Iglesia le insta a hacer
penitencia por su pecado...el pecado de ella...que por supuesto, la culpa de
que en la casa trabajen los dos fuera 8 o 10 horas es culpa de la mujer, en
absoluto es nada del hombre. El hombre aquí, como siempre, no tiene nada que
ver.

Y conste que creo que tiene razón en ciertas cosas, pero nunca en que sea la
mujer quien tenga la culpa. Si dos hacen la misma cosa cosa, la
responsabilidad al respecto y hacia todo lo que respecte es de los dos,
nunca de uno sólo.



"Josec" <josecalpe87@terra.es> escribió en el mensaje
news:n_bqe.1271659$I96.1541819@telenews.teleline.es...
> Estoy en plena campaña de acuñación del término: Posfeminismo. Es la
> forma de pensar de algunas mujeres que, como yo, creyeron y protagonizaron
> el feminismo y ahora se atreven a analizar los errores de aquella
> revolución. No porque fuese inadecuado conquistar la igualdad de derechos,
> sino porque para hacerlo, y visto que estábamos más solas que la una,
> tuvimos que censurar la importancia de la vida conyugal y familiar. Todas
> las revoluciones tienen su lado oscuro. El lado de la guillotina y del
> gulag, el lado de la exageración y la mentira.
>
> En el caso de la reivindicación de la vida pú­blica, laboral e
> intelectual de la mujer se sacri­ficó la estabilidad doméstica. Pensemos

en
> nuestras ministras, que andan poco más allá de mis cuarenta años de edad:
> este Gobierno tie­ne ocho mujeres, la mitad separadas o solteras, ¿saben
> cuántos hijos acumulan entre las ocho? Cuatro. Cuatro criaturas. Las
> ministras espa­ñolas representan a una generación donde, pa­ra llegar alto
> en el trabajo, había que apuntar bajo en lo privado. Ahora que muchas
> mujeres, mitad en serio notad en broma, exclaman « ¿Li­beración, qué
> liberación?», y se quejan de ex­ceso de trabajo, en casa y fuera, ha

llegado
> el momento de echar cuentas con una sociedad nueva donde la inestabilidad
> familiar está a la orden del día, los niños crecen frecuentemente sin

padre
> o madre y donde la depresión, la agresividad y la falta de paz empiezan a
> resul­tar llamativos. ¿Qué hemos hecho mal? Pues seguramente y es un
> meaculpa que tienen que entonar tanto hombres como mujeres- menospreciar

el
> trabajo que nuestras madres y abuelas desempeñaron en el gobierno de los
> hogares y en la crianza y educación de los hijos.
>
> Hemos cometido el imperdonable pecado de pensar que llevar una casa

y
> formar a los hijos es fácil, tan fácil y prescindible que cualquier
> guardería podía sustituir a la madre en su trabajo. Y ellas, madres y
> abuelas, despreciadas y acomplejadas, formaron una generación de
> mujeres -nosotras- convencidas de que para «realizarse» había que
> desarrollar una ambiciosa carrera profesional. Eso es todo lo que ha
> ocurrido. Ahora, una vez «realizadas», constatamos que las casas

desiertas,
> los niños con llave en el bolsillo, las parejas divorciadas por culpa de
> largas discusiones a la vuelta de jornadas laborales interminables,
> constituyen un precio demasiado alto. Que todos, hombres y mujeres, hemos
> cambiado tranquilidad y estabilidad por éxito... y que tal vez no merecía
> pena. Me pregunto si estamos a tiempo de corregir algo. No de volver a lo

de
> la pata quebrada, que no tiene sentido, pero sí de regresar todos a la
> construcción de hogares sólidos y amables, donde padres y madres se ocupen
> de los hijos de forma continuada, donde sea posible hacer el amor más a
> menudo y donde el trabajo «de fuera» vuelva a ser exclusivamente lo que

debe
> ser: una forma honrada de mantener a la familia.
>
> Cristina LÓPEZ SCHLICHTING
>
> http://www.larazon.es/
>
>
>
 
M

Marina

Guest
Josec wrote:
> Estoy en plena campaña de acuñación del término: Posfeminismo.



Estimada Cristina, la cosa está clara:

La cosa está clara: la inestabilidad del hogar no se debe al feminismo,
sino al capitalismo feroz que explota más allá de la fábrica y la
oficina para llegar al hogar mismo. Lo que hacen las madres es un
trabajo para el estado y las empresas que no está pagado, pero que
produce unas ganancias enormes a éstos. Fíjate: ellas hacen posible con
sus cuidados que el marido trabaje y dedican el resto de su tiempo a
criar trabajadores (sus hijos e hijas) para que cuando lleguen a la edad
laboral puedan ser explotados como ella y su marido; carne de cañon,
vamos. Y como no le pagan por este trabajo, de tan alto rendimiento,
frecuentemente tiene además que trabajar, normalmente en un trabajo de
hez en la que la vuelven a explotar de nuevo. La revolución feminista
no ha ido demasiado lejos, como tu sugieres, sino que no ha hecho más
que comenzar a empezar. A los hombres los explotan otros machos en el
trabajo; a la mujer la explotan doblemente, en el trabajo y en casa: en
el trabajo no pagándola lo que le pertenece y en la casa no pagándola en
absoluto. De igualdad de derechos, nada. Las mujeres que vemos triunfar
(número insignificante) han triunfado en gran parte porque han dejado
lo femenino a un lado, son predominantemente hombres triunfadores del
sesso femenino.

¿Dices que las ocho ministras tienen cuatro hijos entre ellas y te
escandalizas? Pues a ver cuántos hijos tendrían los ministros si
tuvieran que combinar casa y trabajo. ¿Dices que la mujeres hemos
pensado que es fácil combinar un trabajo con la educación y cuidado de
la casa, los hijos y el marido? Yo eso no se lo he oído a nadie. Es más,
todo el mundo lo considera muy difícil, imposible, a menos que seas
superwoman o te puedas pagar cocinera y niñera. Claro, que que con esto
último lo único que hace es traspasar el problema a éstas dos últimas
mujeres. ¿Cómo se arreglan ellas para combinar familia y trabajo?

Parece mentira que con los estudios que debes tener vengas ahora con la
jeremiada de que las mujeres hemos ido demasiado lejos con nuestra ansia
de liberación y estamos inestabilizando el hogar. Pregúntate antes qué
tipo de orden socioeconómico es éste en el que el trabajo no te deja
tiempo ni energía para hacer lo que te gustaría con las personas a las
que quieres, ni tampoco te deja tiempo ni energía para construir hogares
"sólidos y amables". ¿Naciste ayer?
 
J

Josec

Guest
¿Y usted con que lee?

Que todos, "hombres y mujeres", hemos cambiado tranquilidad y
estabilidad por éxito... y que tal vez no merecía la
pena. Me pregunto si estamos a tiempo de corregir algo. No de volver a lo de
la pata quebrada, que no tiene sentido, pero sí de regresar todos a la
construcción de hogares sólidos y amables, donde padres y madres se ocupen
de los hijos de forma continuada, donde sea posible hacer el amor más a
menudo y donde el trabajo «de fuera» vuelva a ser exclusivamente lo que debe
ser: una forma honrada de mantener a la familia.


"Base 8" <notel@cre.es> escribió en el mensaje
news:9mcqe.98745$j8.93346@twister.auna.com...
> ¿Esta trabaja en la COPE o algo parecido?
>
> Cualquiera diría que fue feminista y que la Iglesia le insta a hacer
> penitencia por su pecado...el pecado de ella...que por supuesto, la culpa
> de
> que en la casa trabajen los dos fuera 8 o 10 horas es culpa de la mujer,
> en
> absoluto es nada del hombre. El hombre aquí, como siempre, no tiene nada
> que
> ver.
>




> Y conste que creo que tiene razón en ciertas cosas, pero nunca en que sea
> la
> mujer quien tenga la culpa. Si dos hacen la misma cosa cosa, la
> responsabilidad al respecto y hacia todo lo que respecte es de los dos,
> nunca de uno sólo.
>
>
>
> "Josec" <josecalpe87@terra.es> escribió en el mensaje
> news:n_bqe.1271659$I96.1541819@telenews.teleline.es...
>> Estoy en plena campaña de acuñación del término: Posfeminismo. Es la
>> forma de pensar de algunas mujeres que, como yo, creyeron y
>> protagonizaron
>> el feminismo y ahora se atreven a analizar los errores de aquella
>> revolución. No porque fuese inadecuado conquistar la igualdad de
>> derechos,
>> sino porque para hacerlo, y visto que estábamos más solas que la una,
>> tuvimos que censurar la importancia de la vida conyugal y familiar. Todas
>> las revoluciones tienen su lado oscuro. El lado de la guillotina y del
>> gulag, el lado de la exageración y la mentira.
>>
>> En el caso de la reivindicación de la vida pú­blica, laboral e
>> intelectual de la mujer se sacri­ficó la estabilidad doméstica. Pensemos

> en
>> nuestras ministras, que andan poco más allá de mis cuarenta años de edad:
>> este Gobierno tie­ne ocho mujeres, la mitad separadas o solteras, ¿saben
>> cuántos hijos acumulan entre las ocho? Cuatro. Cuatro criaturas. Las
>> ministras espa­ñolas representan a una generación donde, pa­ra llegar
>> alto
>> en el trabajo, había que apuntar bajo en lo privado. Ahora que muchas
>> mujeres, mitad en serio notad en broma, exclaman « ¿Li­beración, qué
>> liberación?», y se quejan de ex­ceso de trabajo, en casa y fuera, ha

> llegado
>> el momento de echar cuentas con una sociedad nueva donde la inestabilidad
>> familiar está a la orden del día, los niños crecen frecuentemente sin

> padre
>> o madre y donde la depresión, la agresividad y la falta de paz empiezan a
>> resul­tar llamativos. ¿Qué hemos hecho mal? Pues seguramente y es un
>> meaculpa que tienen que entonar tanto hombres como mujeres- menospreciar

> el
>> trabajo que nuestras madres y abuelas desempeñaron en el gobierno de los
>> hogares y en la crianza y educación de los hijos.
>>
>> Hemos cometido el imperdonable pecado de pensar que llevar una casa

> y
>> formar a los hijos es fácil, tan fácil y prescindible que cualquier
>> guardería podía sustituir a la madre en su trabajo. Y ellas, madres y
>> abuelas, despreciadas y acomplejadas, formaron una generación de
>> mujeres -nosotras- convencidas de que para «realizarse» había que
>> desarrollar una ambiciosa carrera profesional. Eso es todo lo que ha
>> ocurrido. Ahora, una vez «realizadas», constatamos que las casas

> desiertas,
>> los niños con llave en el bolsillo, las parejas divorciadas por culpa de
>> largas discusiones a la vuelta de jornadas laborales interminables,
>> constituyen un precio demasiado alto. Que todos, hombres y mujeres, hemos
>> cambiado tranquilidad y estabilidad por éxito... y que tal vez no merecía
>> pena. Me pregunto si estamos a tiempo de corregir algo. No de volver a lo

> de
>> la pata quebrada, que no tiene sentido, pero sí de regresar todos a la
>> construcción de hogares sólidos y amables, donde padres y madres se
>> ocupen
>> de los hijos de forma continuada, donde sea posible hacer el amor más a
>> menudo y donde el trabajo «de fuera» vuelva a ser exclusivamente lo que

> debe
>> ser: una forma honrada de mantener a la familia.
>>
>> Cristina LÓPEZ SCHLICHTING
>>
>> http://www.larazon.es/
>>
>>
>>

>
>
>
 
I

Inapetente

Guest
"Base 8" <notel@cre.es> escribió en el mensaje
news:9mcqe.98745$j8.93346@twister.auna.com...
> ¿Esta trabaja en la COPE o algo parecido?
>
> Cualquiera diría que fue feminista y que la Iglesia le insta a hacer
> penitencia por su pecado...el pecado de ella...que por supuesto, la culpa
> de
> que en la casa trabajen los dos fuera 8 o 10 horas es culpa de la mujer,
> en
> absoluto es nada del hombre. El hombre aquí, como siempre, no tiene nada
> que
> ver.
>
> Y conste que creo que tiene razón en ciertas cosas, pero nunca en que sea
> la
> mujer quien tenga la culpa. Si dos hacen la misma cosa cosa, la
> responsabilidad al respecto y hacia todo lo que respecte es de los dos,
> nunca de uno sólo.
>


Pero es que hay cosas que sólo puede hacer uno.

La relación entre un varón y una mujer no es perfectamente simétrica como lo
pueda ser la relación entre dos varones o dos mujeres.

Suponiendo que démos por bueno eso de "los dos". No entiendo porque tienen
que ser dos y no uno o tres.
 
B

Base 8

Guest
"Inapetente" <spam@no.es> escribió en el mensaje
news:zUcqe.98992$j8.31106@twister.auna.com...
>
> Pero es que hay cosas que sólo puede hacer uno.


¿Hablas de unos dias, de unos meses de unos años o de toda una vida?

En caso de que hables de lo que hables...ayuda al que tenga que hacer lo que
tenga que hacer durante ese tiempo...exactamente igual que ya se hace...¿no
hablamos de ayuda a la familia en este post?
 
R

Ruge

Guest
Yo creo que ella debería dar ejemplo. Recibiriamos con alegria la
noticia de que Cristina deja de trabajar para quedarse en su casa.
¿que es lo que ella propone?¿los supermercados llenos de cajeros?¿los
tomateros llenos de recolectores-hombres?¿el corte ingles llenos de
vendedores hombres? o para esos trabajos queda muy mona una mujer y lo que
le fastidia es que las mujeres sean ministras...
Visto que la sociedad ha cambiado es imposible volver atras. Lo que
faltaba es hacer resonsable a la mujer de la inestabilidad familiar, ni la
iglesia se atreve a tanto...

Un saludo

"Josec" <josecalpe87@terra.es> escribió en el mensaje
news:n_bqe.1271659$I96.1541819@telenews.teleline.es...
> Estoy en plena campaña de acuñación del término: Posfeminismo. Es la
> forma de pensar de algunas mujeres que, como yo, creyeron y protagonizaron
> el feminismo y ahora se atreven a analizar los errores de aquella
> revolución. No porque fuese inadecuado conquistar la igualdad de derechos,
> sino porque para hacerlo, y visto que estábamos más solas que la una,
> tuvimos que censurar la importancia de la vida conyugal y familiar. Todas
> las revoluciones tienen su lado oscuro. El lado de la guillotina y del
> gulag, el lado de la exageración y la mentira.
>
> En el caso de la reivindicación de la vida pú­blica, laboral e
> intelectual de la mujer se sacri­ficó la estabilidad doméstica. Pensemos
> en nuestras ministras, que andan poco más allá de mis cuarenta años de
> edad: este Gobierno tie­ne ocho mujeres, la mitad separadas o solteras,
> ¿saben cuántos hijos acumulan entre las ocho? Cuatro. Cuatro criaturas.
> Las ministras espa­ñolas representan a una generación donde, pa­ra llegar
> alto en el trabajo, había que apuntar bajo en lo privado. Ahora que muchas
> mujeres, mitad en serio notad en broma, exclaman « ¿Li­beración, qué
> liberación?», y se quejan de ex­ceso de trabajo, en casa y fuera, ha
> llegado el momento de echar cuentas con una sociedad nueva donde la
> inestabilidad familiar está a la orden del día, los niños crecen
> frecuentemente sin padre o madre y donde la depresión, la agresividad y la
> falta de paz empiezan a resul­tar llamativos. ¿Qué hemos hecho mal? Pues
> seguramente y es un meaculpa que tienen que entonar tanto hombres como
> mujeres- menospreciar el trabajo que nuestras madres y abuelas
> desempeñaron en el gobierno de los hogares y en la crianza y educación de
> los hijos.
>
> Hemos cometido el imperdonable pecado de pensar que llevar una casa y
> formar a los hijos es fácil, tan fácil y prescindible que cualquier
> guardería podía sustituir a la madre en su trabajo. Y ellas, madres y
> abuelas, despreciadas y acomplejadas, formaron una generación de
> mujeres -nosotras- convencidas de que para «realizarse» había que
> desarrollar una ambiciosa carrera profesional. Eso es todo lo que ha
> ocurrido. Ahora, una vez «realizadas», constatamos que las casas
> desiertas, los niños con llave en el bolsillo, las parejas divorciadas por
> culpa de largas discusiones a la vuelta de jornadas laborales
> interminables, constituyen un precio demasiado alto. Que todos, hombres y
> mujeres, hemos cambiado tranquilidad y estabilidad por éxito... y que tal
> vez no merecía pena. Me pregunto si estamos a tiempo de corregir algo. No
> de volver a lo de la pata quebrada, que no tiene sentido, pero sí de
> regresar todos a la construcción de hogares sólidos y amables, donde
> padres y madres se ocupen de los hijos de forma continuada, donde sea
> posible hacer el amor más a menudo y donde el trabajo «de fuera» vuelva a
> ser exclusivamente lo que debe ser: una forma honrada de mantener a la
> familia.
>
> Cristina LÓPEZ SCHLICHTING
>
> http://www.larazon.es/
>
>
 
B

Base 8

Guest
"Josec" <josecalpe87@terra.es> escribió en el mensaje
news:8Tcqe.1273245$I96.1542752@telenews.teleline.es...
> ¿Y usted con que lee?


"Es la
forma de pensar de algunas mujeres que, como yo, creyeron y protagonizaron
el feminismo y ahora se atreven a analizar los errores de aquella
revolución."

"No porque fuese inadecuado conquistar la igualdad de derechos,
sino porque para hacerlo, y visto que estábamos más solas que la una,
tuvimos que censurar la importancia de la vida conyugal y familiar"

"Ahora que muchas
mujeres, mitad en serio notad en broma, exclaman « ¿Li­beración, qué
liberación?», y se quejan de ex­ceso de trabajo, en casa y fuera,"

"¿Qué hemos hecho mal? Pues seguramente y es un
meaculpa que tienen que entonar tanto hombres como mujeres- menospreciar el
trabajo que nuestras madres y abuelas "

"Hemos cometido el imperdonable pecado de pensar que llevar una casa y
formar a los hijos es fácil, tan fácil y prescindible que cualquier
guardería podía sustituir a la madre en su trabajo. Y ellas, madres y
abuelas, despreciadas y acomplejadas, formaron una generación de
mujeres -nosotras- convencidas de que para «realizarse» había que
desarrollar una ambiciosa carrera profesional."

Éste último es precioso: "Hemos cometido el imperdonable pecado..."...Manda
webos!!
 
I

Inapetente

Guest
"Base 8" <notel@cre.es> escribió en el mensaje
news:C2dqe.99036$j8.64903@twister.auna.com...
>
> "Inapetente" <spam@no.es> escribió en el mensaje
> news:zUcqe.98992$j8.31106@twister.auna.com...
>>
>> Pero es que hay cosas que sólo puede hacer uno.

>
> ¿Hablas de unos dias, de unos meses de unos años o de toda una vida?
>
> En caso de que hables de lo que hables...


¿entonces para que preguntas?

> ayuda al que tenga que hacer lo que
> tenga que hacer durante ese tiempo...


pero eso sería discriminatorio.

> exactamente igual que ya se hace...


igual o mejor.

>¿no
> hablamos de ayuda a la familia en este post?
>


Pero el concepto de familia es variable. Y la RAE puede admitir nuevos
conceptos.

Por ejemplo, el pueblo de dios se considera así mismo como una familia
(familia numerosa por cierto) Incluso se llaman entre ellos hermanos y
hermanas., padres e hijos.

¿Hay que ayudar a ese concepto alternativo de familia o debemos ser
intolerantes con tal concepción de familia que pueda tener cada uno?

¿Nos atreveríamos a mirar a los ojos a dos monjas y decirles que no son
hermnanas por mucho que ellas se llamen hermanas?

¿Acaso todos y cada uno de nosostros no tenemos el derecho de ser hermanos
de quien queramos?
 
J

Josec

Guest
Pero es que usted lo entiende como quiere. La culpa de la desmembración
familiar es del hombre y de la mujer. Eso es lo que dice Cristina. Y después
lógicamente habla sobre como era antes, como es ahora, y como cree ella que
debería de ser el núcleo familiar. ¿Que la mujer (que de la mujer habla,
como lo es ella) quizás deba de entender la familia de forma diferente a
como se entendía antes con el feminismo?, ¿Quizás debamos de hablar de
Posfeminismo?. De Posfeminismo habla ella. Y quizás tenga razón, quizás
falte hacer más el amor y pensar menos en el dinero dinero


"Base 8" <notel@cre.es> escribió en el mensaje
news:uydqe.99329$j8.32319@twister.auna.com...
>
> "Josec" <josecalpe87@terra.es> escribió en el mensaje
> news:8Tcqe.1273245$I96.1542752@telenews.teleline.es...
>> ¿Y usted con que lee?

>
> "Es la
> forma de pensar de algunas mujeres que, como yo, creyeron y protagonizaron
> el feminismo y ahora se atreven a analizar los errores de aquella
> revolución."
>
> "No porque fuese inadecuado conquistar la igualdad de derechos,
> sino porque para hacerlo, y visto que estábamos más solas que la una,
> tuvimos que censurar la importancia de la vida conyugal y familiar"
>
> "Ahora que muchas
> mujeres, mitad en serio notad en broma, exclaman « ¿Li­beración, qué
> liberación?», y se quejan de ex­ceso de trabajo, en casa y fuera,"
>
> "¿Qué hemos hecho mal? Pues seguramente y es un
> meaculpa que tienen que entonar tanto hombres como mujeres- menospreciar
> el
> trabajo que nuestras madres y abuelas "
>
> "Hemos cometido el imperdonable pecado de pensar que llevar una casa y
> formar a los hijos es fácil, tan fácil y prescindible que cualquier
> guardería podía sustituir a la madre en su trabajo. Y ellas, madres y
> abuelas, despreciadas y acomplejadas, formaron una generación de
> mujeres -nosotras- convencidas de que para «realizarse» había que
> desarrollar una ambiciosa carrera profesional."
>
> Éste último es precioso: "Hemos cometido el imperdonable
> pecado..."...Manda
> webos!!
>
>
>
>
>
>
>
 
P

Pepepaco

Guest
Si no me equivoco el feminismo pedía la igualdad entre los dos sexos. El
problema es que en la mayoría de casos los hombres siguen considerando que
las tareas domésticas, el cuidado de los hijos, etc. son tareas de las
mujeres, fíjate que los mas concienciados reconocen que "ayudan" en las
tareas domésticas reconociendo implícitamente que son tares de la mujer. Y
esa sigue siendo la gran revolución pendiente del feminismo y de nuestra
sociedad.
Pepepaco


"Josec" <josecalpe87@terra.es> escribió en el mensaje
news:n_bqe.1271659$I96.1541819@telenews.teleline.es...
> Estoy en plena campaña de acuñación del término: Posfeminismo. Es la
> forma de pensar de algunas mujeres que, como yo, creyeron y protagonizaron
> el feminismo y ahora se atreven a analizar los errores de aquella
> revolución. No porque fuese inadecuado conquistar la igualdad de derechos,
> sino porque para hacerlo, y visto que estábamos más solas que la una,
> tuvimos que censurar la importancia de la vida conyugal y familiar. Todas
> las revoluciones tienen su lado oscuro. El lado de la guillotina y del
> gulag, el lado de la exageración y la mentira.
>
> En el caso de la reivindicación de la vida pú­blica, laboral e
> intelectual de la mujer se sacri­ficó la estabilidad doméstica. Pensemos
> en nuestras ministras, que andan poco más allá de mis cuarenta años de
> edad: este Gobierno tie­ne ocho mujeres, la mitad separadas o solteras,
> ¿saben cuántos hijos acumulan entre las ocho? Cuatro. Cuatro criaturas.
> Las ministras espa­ñolas representan a una generación donde, pa­ra llegar
> alto en el trabajo, había que apuntar bajo en lo privado. Ahora que muchas
> mujeres, mitad en serio notad en broma, exclaman « ¿Li­beración, qué
> liberación?», y se quejan de ex­ceso de trabajo, en casa y fuera, ha
> llegado el momento de echar cuentas con una sociedad nueva donde la
> inestabilidad familiar está a la orden del día, los niños crecen
> frecuentemente sin padre o madre y donde la depresión, la agresividad y la
> falta de paz empiezan a resul­tar llamativos. ¿Qué hemos hecho mal? Pues
> seguramente y es un meaculpa que tienen que entonar tanto hombres como
> mujeres- menospreciar el trabajo que nuestras madres y abuelas
> desempeñaron en el gobierno de los hogares y en la crianza y educación de
> los hijos.
>
> Hemos cometido el imperdonable pecado de pensar que llevar una casa y
> formar a los hijos es fácil, tan fácil y prescindible que cualquier
> guardería podía sustituir a la madre en su trabajo. Y ellas, madres y
> abuelas, despreciadas y acomplejadas, formaron una generación de
> mujeres -nosotras- convencidas de que para «realizarse» había que
> desarrollar una ambiciosa carrera profesional. Eso es todo lo que ha
> ocurrido. Ahora, una vez «realizadas», constatamos que las casas
> desiertas, los niños con llave en el bolsillo, las parejas divorciadas por
> culpa de largas discusiones a la vuelta de jornadas laborales
> interminables, constituyen un precio demasiado alto. Que todos, hombres y
> mujeres, hemos cambiado tranquilidad y estabilidad por éxito... y que tal
> vez no merecía pena. Me pregunto si estamos a tiempo de corregir algo. No
> de volver a lo de la pata quebrada, que no tiene sentido, pero sí de
> regresar todos a la construcción de hogares sólidos y amables, donde
> padres y madres se ocupen de los hijos de forma continuada, donde sea
> posible hacer el amor más a menudo y donde el trabajo «de fuera» vuelva a
> ser exclusivamente lo que debe ser: una forma honrada de mantener a la
> familia.
>
> Cristina LÓPEZ SCHLICHTING
>
> http://www.larazon.es/
>
>
 
M

Metron Ariston

Guest
"Pepepaco" <francescQUITAESTO@igmarmol.com> wrote in
news:42a96bd0_3@x-privat.org:

> Si no me equivoco el feminismo pedía la igualdad entre los dos sexos.
> El problema es que en la mayoría de casos los hombres siguen
> considerando que las tareas domésticas, el cuidado de los hijos, etc.
> son tareas de las mujeres, fíjate que los mas concienciados reconocen
> que "ayudan" en las tareas domésticas reconociendo implícitamente que
> son tares de la mujer. Y esa sigue siendo la gran revolución pendiente
> del feminismo y de nuestra sociedad.
> Pepepaco


Define tareas domesticas. ¿Son tareas domesticas, ir a las reuniones de
vecinos, lavar el coche, pintar las paredes del dormitorio, pegarse con la
compañia de telefono para que te den de baja del adsl, dar el parte de
accidente que ha tenido tu mujer, etc...? por curiosidad.
 
M

Miguelangel

Guest
cachopo, josec, ya era hora de que salieras del armario !!!!


Josec escribió:
Es la
> forma de pensar de algunas mujeres que, como yo,[...]



---

Miguelangel :: postalnet@msn.com




PD: La proxima vez, para que no haya equívocos,recuérdanos que nunca
tienes opinión, sino que estás pensado lo que otros (otras, en este
caso) te dictan. X"D
 
B

Base 8

Guest
"Metron Ariston" <x@y.z> escribió en el mensaje
news:Xns96718214FE49Delperroderoquenotien@194.179.8.156...
>
> Define tareas domesticas. ¿Son tareas domesticas, ir a las reuniones de
> vecinos, lavar el coche, pintar las paredes del dormitorio, pegarse con la
> compañia de telefono para que te den de baja del adsl, dar el parte de
> accidente que ha tenido tu mujer, etc...? por curiosidad.



Jo...pues desde luego hay gente pa tó!...hablo de mi caso, no voy a
generalizar...qué le hace suponer que las mujeres no vamos a las reuniones
de la comunidad, no nos pegamos con las compañías de teléfono, no esperamos
colas en bancos y varios, damos parte a seguros de lo que sea, y qué le hace
suponer que los hombres hacen todo lo que usted ha dicho? ¿De qué vivirían
los pintores??

A no ser que sea usted bastante mayor o que conozca poca gente y sean todos
iguales, anda usted un poco perdido si cree que en todas las casas ocurre lo
mismo, me da la impresión.