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Miguel A. Gallardo en http://www.cita.es
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Carta abierta para la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona
Publicada en http://www.cita.es/agua/ministra.htm
y http://www.aragondigital.es/not/pages/cartastxt.asp?carid=19713
Miguel Ángel Gallardo Ortiz, Ingeniero de Minas en www.cita.es/agua
Apreciada ministra, estoy leyendo y releyendo tu artículo publicado
con el título "Sequía: una oportunidad para una política más
inteligente y más sostenible". Y cuanto más lo leo, más me
preocupa el final en el dices, literalmente "Es imprescindible el
máximo consenso, por ejemplo, para ir incorporando gradualmente a los
precios del agua sus verdaderos costes -tal como exige Bruselas para el
2010-, algo necesario para garantizar, en serio, el uso racional del
agua". Quiero darte un aviso, en serio.
Ministra, desde hace años estudio pericialmente conflictos
hidrológicos, especialmente por cuanto se puede conocer de
procedimientos judiciales en los que el agua es el bien jurídico a
proteger, pero que, como sabes mucho mejor que yo, nadie protege
eficazmente en ningún juzgado o tribunal de España (no, Cristina, no
me digas que para eso está el Ministerio Público, porque también
sabes que eso es una ingenuidad impropia de una ministra como tú). Yo
recuerdo muy bien tu magnífico discurso en el Ateneo, a finales de
2001, en el que me ganaste sin discutir al reconocer públicamente que
lo peor para tu difícil política de oposición, en el seno de tu
propio partido, era tener que afrontar chantajes políticos de
munícipes socialistas que, pretendiendo proteger unos puestos de
trabajo (y muchos sólo defendiendo unos ingresos económicos a veces
demasiado directos a sus propios bolsillos), aceptaban, encubrían e
incluso protegían a contaminadores dolosos, y muy perjudiciales, para
pozos y grandes acuíferos.
Ahora eres ministra, y no sé lo que queda de aquel discurso, y de tus
ideas conscientes de las presiones internas, pero no me gusta lo que
veo en tu Ministerio, y menos aún me gusta lo que quisiera ver y no
veo. Recuerdo algunas expresiones tuyas muy críticas hacia las
Confederaciones Hidrográficas, por su megalómana tendencia
corporativa hacia la gran obra pública. Lo que no sé es lo que opinas
ahora de los procedimientos judiciales que pierden expedientes
importantísimos para evidenciar lo que realmente ocurre en las
Confederaciones Hidrográficas.
Como estoy seguro que tú sabes, el Juzgado de Instrucción número 6
de Orihuela, actualmente convertido en el número 1 de Lo Penal,
ordenó remitir el extenso sumario, (compuesto por más de diez tomos
con miles de folios en el que fueron imputados el ex presidente de la
Confederación Hidrográfica, el ex comisario de Aguas y once
empresas), a la Sección 7ª de la Audiencia de Alicante, con sede en
Elche, y se perdió durante mucho tiempo. De los fiscales de Alicante y
Murcia, mejor no hablar, porque si lo hago, alguien va a tener que
querellarse contra mí o investigar profundamente (tal vez fuera bueno
que se hicieran las dos cosas al mismo tiempo, por lo que pensándolo
bien, aquí mismo llamo a todos esos fiscales "inútiles, perezosos,
pasivamente corruptos, indecentes, indeseables e inmorales" para que
me den la oportunidad de probar que lo son por la directa aplicación
del artículo 810 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal).
Pero volviendo a tus propias palabras, te diré que confirman mis
peores temores sobre lo que se prepara en tu Ministerio. Si vas a
modificar la economía del agua en función de sus costes, seguro que
con muy buena intención, lo que te pronostico será una guerra
económica por el agua en la que ganarán más los que más tienen. Muy
probablemente, vas a contribuir a generar un negocio feroz, como sabes
que hay en Chile, aunque alguna empresa española se beneficie en esa
selva hidrológica. Recuerdo la frase de un destacado dirigente de tu
propio partido que proponía llevar el dinero a donde está el agua, en
lugar de trasvasar el agua a donde está el dinero. Por favor, procura
que los que tienen más dinero no se lleven todo el agua, o nos
moriremos de sed, de infecciones y enfermedades (los posos de los
pantanos casi vacíos que vamos a bebernos este verano tendrán
gravísimas consecuencias epidemiológicas que me temo que a nadie
preocupan todavía), o simplemente, de miseria, de esa miseria que
siempre dejan los especuladores a su paso por cualquier sector
(Internet, telefonía, fármacos, vivienda y urbanismo, etc).
Sabemos quién puede perder con una privatización liberal del agua,
porque todos los que no podamos reaccionar, perderemos seguro. Pero te
pido una reflexión sobre quién va a ganar más con lo que me temo que
tú pretendes. Fíjate bien en quién puede ejercer los nuevos derechos
hidrológicos que van a generar las medidas que me temo que preparas.
Apuesto a que vas a encontrar a muy pocos obreros, no sé si a algún
socialista (es difícil definir, dividir y diferenciar los que lo son
de los que no lo son investigando en los registros de la propiedad y en
el catastro), pero seguro que te vas a encontrar con terratenientes que
nunca han producido nada en sus propiedades (cotos de caza, latifundios
y terrenos completamente abandonados que probablemente empiecen a valer
mucho más por lo que, insisto, me temo que tú preparas en tu
Ministerio liberalizando la explotación de aguas subterráneas y
cuencas privilegiadas, para los más privilegiados).
Dice un proverbio Samurai que antes de pedir comida, hay que limpiarse
los dientes de la anterior. Si me lo permites, quiero interpretar para
ti esa sabiduría oriental pidiéndote que antes de permitir la
especulación feroz sobre los derechos del agua, hagas una buena limpia
desde tu propio Ministerio. No podemos confiar en que los mismos que
adoraban el becerro de oro de los faraones del Plan Hidrológico sean
los que tengan la oportunidad de arbitrar y resolver los inevitables
conflictos administrativos, y entre particulares (no hace falta saber
mucha hidrología forense para adivinar lo que va a pasar con el nivel
freático y los acuíferos en las lindes que delimitan propiedades de
gran interés hidrológico, en las que los chupones van a succionar y a
contaminar más y más si pueden ganar dinero con ello).
Creo que deberías investigar un poco más en los intereses que tienen
tus asesores y los altos funcionarios que, pase lo que pase, siempre
van a saber antes que otros ciudadanos por dónde y cómo se podrá
ganar dinero con el agua, antes o después del 2010. Temo que vas a
encontrar mojado a algún Roldán (con el que tampoco quisiera
querellarme, aunque no renuncio a utilizarle como paradigma de lo que
preveo que va a prosperar en algunas Confederaciones Hidrográficas,
como la del Segura, como bien saben ya varios jueces, sin que pase lo
que debe pasar, todavía).
Estoy seguro de que este mensaje va a llegarte de alguna manera. Pero
si hay algo que no entiendes, me gustaría explicártelo personalmente,
preferentemente en presencia de los máximos responsables del SEPRONA
de Valencia, Alicante y Murcia, porque apuesto a que algún Guardia
Civil sabe que me he quedado muy corto con este aviso.
Como siempre, apreciada Ministra, quedo a tu entera disposición,
permanentemente, con mi mejor y más atento saludo.
Miguel Ángel Gallardo Ortiz, Ingeniero de Minas en www.cita.es/agua
Carta publicada en http://www.cita.es/agua/ministra.htm
y http://www.aragondigital.es/not/pages/cartastxt.asp?carid=19713
Publicada en http://www.cita.es/agua/ministra.htm
y http://www.aragondigital.es/not/pages/cartastxt.asp?carid=19713
Miguel Ángel Gallardo Ortiz, Ingeniero de Minas en www.cita.es/agua
Apreciada ministra, estoy leyendo y releyendo tu artículo publicado
con el título "Sequía: una oportunidad para una política más
inteligente y más sostenible". Y cuanto más lo leo, más me
preocupa el final en el dices, literalmente "Es imprescindible el
máximo consenso, por ejemplo, para ir incorporando gradualmente a los
precios del agua sus verdaderos costes -tal como exige Bruselas para el
2010-, algo necesario para garantizar, en serio, el uso racional del
agua". Quiero darte un aviso, en serio.
Ministra, desde hace años estudio pericialmente conflictos
hidrológicos, especialmente por cuanto se puede conocer de
procedimientos judiciales en los que el agua es el bien jurídico a
proteger, pero que, como sabes mucho mejor que yo, nadie protege
eficazmente en ningún juzgado o tribunal de España (no, Cristina, no
me digas que para eso está el Ministerio Público, porque también
sabes que eso es una ingenuidad impropia de una ministra como tú). Yo
recuerdo muy bien tu magnífico discurso en el Ateneo, a finales de
2001, en el que me ganaste sin discutir al reconocer públicamente que
lo peor para tu difícil política de oposición, en el seno de tu
propio partido, era tener que afrontar chantajes políticos de
munícipes socialistas que, pretendiendo proteger unos puestos de
trabajo (y muchos sólo defendiendo unos ingresos económicos a veces
demasiado directos a sus propios bolsillos), aceptaban, encubrían e
incluso protegían a contaminadores dolosos, y muy perjudiciales, para
pozos y grandes acuíferos.
Ahora eres ministra, y no sé lo que queda de aquel discurso, y de tus
ideas conscientes de las presiones internas, pero no me gusta lo que
veo en tu Ministerio, y menos aún me gusta lo que quisiera ver y no
veo. Recuerdo algunas expresiones tuyas muy críticas hacia las
Confederaciones Hidrográficas, por su megalómana tendencia
corporativa hacia la gran obra pública. Lo que no sé es lo que opinas
ahora de los procedimientos judiciales que pierden expedientes
importantísimos para evidenciar lo que realmente ocurre en las
Confederaciones Hidrográficas.
Como estoy seguro que tú sabes, el Juzgado de Instrucción número 6
de Orihuela, actualmente convertido en el número 1 de Lo Penal,
ordenó remitir el extenso sumario, (compuesto por más de diez tomos
con miles de folios en el que fueron imputados el ex presidente de la
Confederación Hidrográfica, el ex comisario de Aguas y once
empresas), a la Sección 7ª de la Audiencia de Alicante, con sede en
Elche, y se perdió durante mucho tiempo. De los fiscales de Alicante y
Murcia, mejor no hablar, porque si lo hago, alguien va a tener que
querellarse contra mí o investigar profundamente (tal vez fuera bueno
que se hicieran las dos cosas al mismo tiempo, por lo que pensándolo
bien, aquí mismo llamo a todos esos fiscales "inútiles, perezosos,
pasivamente corruptos, indecentes, indeseables e inmorales" para que
me den la oportunidad de probar que lo son por la directa aplicación
del artículo 810 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal).
Pero volviendo a tus propias palabras, te diré que confirman mis
peores temores sobre lo que se prepara en tu Ministerio. Si vas a
modificar la economía del agua en función de sus costes, seguro que
con muy buena intención, lo que te pronostico será una guerra
económica por el agua en la que ganarán más los que más tienen. Muy
probablemente, vas a contribuir a generar un negocio feroz, como sabes
que hay en Chile, aunque alguna empresa española se beneficie en esa
selva hidrológica. Recuerdo la frase de un destacado dirigente de tu
propio partido que proponía llevar el dinero a donde está el agua, en
lugar de trasvasar el agua a donde está el dinero. Por favor, procura
que los que tienen más dinero no se lleven todo el agua, o nos
moriremos de sed, de infecciones y enfermedades (los posos de los
pantanos casi vacíos que vamos a bebernos este verano tendrán
gravísimas consecuencias epidemiológicas que me temo que a nadie
preocupan todavía), o simplemente, de miseria, de esa miseria que
siempre dejan los especuladores a su paso por cualquier sector
(Internet, telefonía, fármacos, vivienda y urbanismo, etc).
Sabemos quién puede perder con una privatización liberal del agua,
porque todos los que no podamos reaccionar, perderemos seguro. Pero te
pido una reflexión sobre quién va a ganar más con lo que me temo que
tú pretendes. Fíjate bien en quién puede ejercer los nuevos derechos
hidrológicos que van a generar las medidas que me temo que preparas.
Apuesto a que vas a encontrar a muy pocos obreros, no sé si a algún
socialista (es difícil definir, dividir y diferenciar los que lo son
de los que no lo son investigando en los registros de la propiedad y en
el catastro), pero seguro que te vas a encontrar con terratenientes que
nunca han producido nada en sus propiedades (cotos de caza, latifundios
y terrenos completamente abandonados que probablemente empiecen a valer
mucho más por lo que, insisto, me temo que tú preparas en tu
Ministerio liberalizando la explotación de aguas subterráneas y
cuencas privilegiadas, para los más privilegiados).
Dice un proverbio Samurai que antes de pedir comida, hay que limpiarse
los dientes de la anterior. Si me lo permites, quiero interpretar para
ti esa sabiduría oriental pidiéndote que antes de permitir la
especulación feroz sobre los derechos del agua, hagas una buena limpia
desde tu propio Ministerio. No podemos confiar en que los mismos que
adoraban el becerro de oro de los faraones del Plan Hidrológico sean
los que tengan la oportunidad de arbitrar y resolver los inevitables
conflictos administrativos, y entre particulares (no hace falta saber
mucha hidrología forense para adivinar lo que va a pasar con el nivel
freático y los acuíferos en las lindes que delimitan propiedades de
gran interés hidrológico, en las que los chupones van a succionar y a
contaminar más y más si pueden ganar dinero con ello).
Creo que deberías investigar un poco más en los intereses que tienen
tus asesores y los altos funcionarios que, pase lo que pase, siempre
van a saber antes que otros ciudadanos por dónde y cómo se podrá
ganar dinero con el agua, antes o después del 2010. Temo que vas a
encontrar mojado a algún Roldán (con el que tampoco quisiera
querellarme, aunque no renuncio a utilizarle como paradigma de lo que
preveo que va a prosperar en algunas Confederaciones Hidrográficas,
como la del Segura, como bien saben ya varios jueces, sin que pase lo
que debe pasar, todavía).
Estoy seguro de que este mensaje va a llegarte de alguna manera. Pero
si hay algo que no entiendes, me gustaría explicártelo personalmente,
preferentemente en presencia de los máximos responsables del SEPRONA
de Valencia, Alicante y Murcia, porque apuesto a que algún Guardia
Civil sabe que me he quedado muy corto con este aviso.
Como siempre, apreciada Ministra, quedo a tu entera disposición,
permanentemente, con mi mejor y más atento saludo.
Miguel Ángel Gallardo Ortiz, Ingeniero de Minas en www.cita.es/agua
Carta publicada en http://www.cita.es/agua/ministra.htm
y http://www.aragondigital.es/not/pages/cartastxt.asp?carid=19713