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Devil May Cry
Guest
Ignacio Villa
http://www.libertaddigital.com
¡Vaya pareja! Es un auténtico espectáculo lo de estos dos elementos que
viven de la provocación política, del paletismo vital y del ridículo
universal. Maragall y Carod Rovira de la mano y al unísono en Israel
dispuestos a seguir laminando todo lo que signifique seriedad, normalidad
democrática e imagen de España.
Lo que está ocurriendo en la visita que estos dos políticos -definitivamente
de medio pelo- están realizando a Israel no es de recibo. Insultan a la
bandera de España, ridiculizan los símbolos religiosos, afrentan al país que
están visitando y encima se ríen de los españoles. Esta situación no se
puede mantener por más tiempo. Maragall y Carod Rovira no tienen talla
humana y política para dirigir nada. Y mucho menos para gobernar a dúo en
Cataluña y para determinar como determinan al Gobierno de España.
Estos dos "personajetes" -no se me ocurre otro calificativo- son de armas
tomar. No sólo están buscando la partición de España, no sólo se contentan
con haber negociado con los terroristas etarras en Perpiñán, no sólo se
dedican a ir por el mundo haciendo el augusto, es que además nos insultan a
nosotros, a los judíos y a todos los símbolos que por principio hay que
respetar en cualquier parte del mundo.
Ante el asombro y las quejas de los anfitriones, el Gobierno de Zapatero se
debería avergonzar por tener a estos dos políticos como compañeros de
partido o como socios de Gobierno. En un Ejecutivo de cualquier democracia
occidental no se permitiría esta ofensa nacional, este insulto a los
símbolos y este sorna hacia los principios. Pero no, el talante le impide a
Zapatero decir nada. El presidente deja hacer, lo permite todo, y además
parece como sí lo que está ocurriendo no fuera con él. Pero se equivoca. El
presidente del Gobierno tiene la obligación de defender los intereses de
España. Y una vez más se esconde acobardado, incapaz de levantar la voz a
los que ciertamente controlan y mandan sobre su Gobierno. Sí esta situación
de ZP no es una hipoteca política, que alguien nos explique como se le puede
llamar. Estamos en una feria. Y los payasos tienen nombre y apellidos.
Saludos,
Devil May Cry.
http://www.libertaddigital.com
¡Vaya pareja! Es un auténtico espectáculo lo de estos dos elementos que
viven de la provocación política, del paletismo vital y del ridículo
universal. Maragall y Carod Rovira de la mano y al unísono en Israel
dispuestos a seguir laminando todo lo que signifique seriedad, normalidad
democrática e imagen de España.
Lo que está ocurriendo en la visita que estos dos políticos -definitivamente
de medio pelo- están realizando a Israel no es de recibo. Insultan a la
bandera de España, ridiculizan los símbolos religiosos, afrentan al país que
están visitando y encima se ríen de los españoles. Esta situación no se
puede mantener por más tiempo. Maragall y Carod Rovira no tienen talla
humana y política para dirigir nada. Y mucho menos para gobernar a dúo en
Cataluña y para determinar como determinan al Gobierno de España.
Estos dos "personajetes" -no se me ocurre otro calificativo- son de armas
tomar. No sólo están buscando la partición de España, no sólo se contentan
con haber negociado con los terroristas etarras en Perpiñán, no sólo se
dedican a ir por el mundo haciendo el augusto, es que además nos insultan a
nosotros, a los judíos y a todos los símbolos que por principio hay que
respetar en cualquier parte del mundo.
Ante el asombro y las quejas de los anfitriones, el Gobierno de Zapatero se
debería avergonzar por tener a estos dos políticos como compañeros de
partido o como socios de Gobierno. En un Ejecutivo de cualquier democracia
occidental no se permitiría esta ofensa nacional, este insulto a los
símbolos y este sorna hacia los principios. Pero no, el talante le impide a
Zapatero decir nada. El presidente deja hacer, lo permite todo, y además
parece como sí lo que está ocurriendo no fuera con él. Pero se equivoca. El
presidente del Gobierno tiene la obligación de defender los intereses de
España. Y una vez más se esconde acobardado, incapaz de levantar la voz a
los que ciertamente controlan y mandan sobre su Gobierno. Sí esta situación
de ZP no es una hipoteca política, que alguien nos explique como se le puede
llamar. Estamos en una feria. Y los payasos tienen nombre y apellidos.
Saludos,
Devil May Cry.