kilovatio
Madmaxista
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Posteo un articulo publicado en www.lademocracia.es
La tierra es redonda y además se mueve
Jueves 27 de marzo de 2008, por Víctor Luís Álvarez
En otros tiempos la Iglesia Católica persiguió a Galileo entre otros por realizar afirmaciones de este calibre, pero hoy en día ya está absolutamente confirmado, la tierra es redonda y además se mueve.
El que la tierra sea redonda tiene sus implicaciones trascendentales, ya que si fuese plana sería infinita, como lo son todos los planos según las teorías de la geometría, pero no lo es.
Al ser redonda, ergo finita, presenta unos determinados límites imposibles de quebrantar, estos límites son desconocidos tanto por los economistas neoliberales, como por sus corifeos de las tertulias falsimedia, y demás cenáculos de desinformación / deformación al servicio del sistema capitalista.
Todos ellos piensan , ¿piensan…?, no lo se, pero por lo menos opinan como si la tierra fuese plana, infinita e inagotable, el sistema, como si de una bicicleta se tratase, tiene que seguir avanzando, creciendo, para no caerse, es decir incrementando año a año el denominado PIB.
La cuestión es ¿hasta cuando?. Un incremento porcentual continuo, año a año, supone una función exponencial, eso es lo que no nos explican aquellos que denominamos «economistas de la tierra plana», como ejemplo apliquemos un crecimiento del 3% a un periodo de 30 años, es decir 1,03 elevado a 30 y veamos los resultados, ¡casi 2,43!, lo que viene a indicar que de cumplirse dicho postulado los actuales chavales de la ESO cuando llegasen a la mediana edad vivirían en un mundo que consumiría bastante más del doble de los recursos actualmente consumidos.
¿Es eso posible?, evidentemente no, el mundo ya no da para mucho más; la producción de petróleo anda por los 85 millones de barriles y se estima que puede alcanzar un máximo teórico de 105 millones de barriles antes de empezar a decrecer debido al agotamiento, con el resto de recursos pasa algo muy similar.
El capitalismo tuvo una fase imperial que se desarrolló expandiéndose, ocupando y explotando a los pueblos que eran sucesivamente colonizados; pero ya no hay más expansión posible, el mundo como hemos dicho es redondo y finito. Lo que resta es una feroz lucha imperialista por seguir expoliando los menguantes recursos del planeta mediante políticas neo-coloniales más o menos descaradas.
El consumismo como motor económico en su etapa actual de globalización neoliberal tiene los días contados, donde no hay no se puede sacar, es un modelo agotado. Se impone el decrecimiento, pero esto no es aceptado, ni de lejos, por los epígonos del sistema, entre los que debemos incluir a los dirigentes de la llamada izquierda «oficial» tan apegados a planteamientos «rentables» para la captura de los votos que les permitan seguir aferrándose a sus parcelas de poder.
Las contradicciones se irán acumulando. La tesis del consumismo ante la antitesis del agotamiento de los recursos, alumbrará con seguridad la síntesis del decrecimiento forzoso; que no será aceptado por las buenas y por ello ni organizado ni planificado. La izquierda en estado gaseoso no tendrá influencia alguna, el proceso devendrá en catástrofe caótica, las demagogias harán su agosto, y el fascismo al acecho, agazapado, intentará aprovechar esta ocasión de oro; Rosa Luxemburgo ya lo anticipó «socialismo o barbarie».
Organicémonos pues, para que la opción pueda ser el socialismo, LA DEMOCRACIA que nace ahora, debe y puede ser un buen instrumento para ello.
La tierra es redonda y además se mueve
Jueves 27 de marzo de 2008, por Víctor Luís Álvarez
En otros tiempos la Iglesia Católica persiguió a Galileo entre otros por realizar afirmaciones de este calibre, pero hoy en día ya está absolutamente confirmado, la tierra es redonda y además se mueve.
El que la tierra sea redonda tiene sus implicaciones trascendentales, ya que si fuese plana sería infinita, como lo son todos los planos según las teorías de la geometría, pero no lo es.
Al ser redonda, ergo finita, presenta unos determinados límites imposibles de quebrantar, estos límites son desconocidos tanto por los economistas neoliberales, como por sus corifeos de las tertulias falsimedia, y demás cenáculos de desinformación / deformación al servicio del sistema capitalista.
Todos ellos piensan , ¿piensan…?, no lo se, pero por lo menos opinan como si la tierra fuese plana, infinita e inagotable, el sistema, como si de una bicicleta se tratase, tiene que seguir avanzando, creciendo, para no caerse, es decir incrementando año a año el denominado PIB.
La cuestión es ¿hasta cuando?. Un incremento porcentual continuo, año a año, supone una función exponencial, eso es lo que no nos explican aquellos que denominamos «economistas de la tierra plana», como ejemplo apliquemos un crecimiento del 3% a un periodo de 30 años, es decir 1,03 elevado a 30 y veamos los resultados, ¡casi 2,43!, lo que viene a indicar que de cumplirse dicho postulado los actuales chavales de la ESO cuando llegasen a la mediana edad vivirían en un mundo que consumiría bastante más del doble de los recursos actualmente consumidos.
¿Es eso posible?, evidentemente no, el mundo ya no da para mucho más; la producción de petróleo anda por los 85 millones de barriles y se estima que puede alcanzar un máximo teórico de 105 millones de barriles antes de empezar a decrecer debido al agotamiento, con el resto de recursos pasa algo muy similar.
El capitalismo tuvo una fase imperial que se desarrolló expandiéndose, ocupando y explotando a los pueblos que eran sucesivamente colonizados; pero ya no hay más expansión posible, el mundo como hemos dicho es redondo y finito. Lo que resta es una feroz lucha imperialista por seguir expoliando los menguantes recursos del planeta mediante políticas neo-coloniales más o menos descaradas.
El consumismo como motor económico en su etapa actual de globalización neoliberal tiene los días contados, donde no hay no se puede sacar, es un modelo agotado. Se impone el decrecimiento, pero esto no es aceptado, ni de lejos, por los epígonos del sistema, entre los que debemos incluir a los dirigentes de la llamada izquierda «oficial» tan apegados a planteamientos «rentables» para la captura de los votos que les permitan seguir aferrándose a sus parcelas de poder.
Las contradicciones se irán acumulando. La tesis del consumismo ante la antitesis del agotamiento de los recursos, alumbrará con seguridad la síntesis del decrecimiento forzoso; que no será aceptado por las buenas y por ello ni organizado ni planificado. La izquierda en estado gaseoso no tendrá influencia alguna, el proceso devendrá en catástrofe caótica, las demagogias harán su agosto, y el fascismo al acecho, agazapado, intentará aprovechar esta ocasión de oro; Rosa Luxemburgo ya lo anticipó «socialismo o barbarie».
Organicémonos pues, para que la opción pueda ser el socialismo, LA DEMOCRACIA que nace ahora, debe y puede ser un buen instrumento para ello.